La fuerza de rozamiento se define como la fuerza que se opone al movimiento o inicio de movimiento entre dos superficies en contacto. Se genera debido a las imperfecciones microscópicas entre las superficies y existe en dos tipos: estática, que se opone al inicio de movimiento, y dinámica, que se opone al movimiento una vez iniciado. La magnitud de la fuerza de rozamiento depende del material y rugosidad de las superficies en contacto.