Este documento discute la evolución de las infraestructuras de comunicación antiguas y nuevas. Señala que Internet ya no es novedoso pero sigue ofreciendo nuevas herramientas y posibilidades. Aunque algunos medios tradicionales como los periódicos y la televisión se han tenido que adaptar, no han sido reemplazados completamente por los nuevos medios digitales debido a factores como la confianza en las marcas establecidas y la conveniencia de los formatos impresos. Las enciclopedias tradicionales sí parecen destin
1. Titulación: Periodismo
Curso: 1º Grupo: 32
Hernán Martín Monterde
Viejas y nuevas infraestructuras
La sociedad de la información ya no puede considerarse un fenómeno novedoso; los
nuevos medios son ya relativamente viejos. Sin embargo, a diferencia de los viejos
medios como la radio o la televisión, que constituyen una parte de la realidad en la
que vivimos, Internet ofrece una infinidad de posibilidades y alternativas que hacen
que nunca pueda abarcarse por completo. En este sentido, la concepción de Internet
como espacio paralelo a la vida real cobra un significado interesante, ya que podría
pensarse, al igual que acerca de la vida real, que es demasiado grande y complejo,
casi infinito, como para llegar a comprenderlo y dejar de sorprendernos con las
característica que, aunque aún no hayamos descubierto, sabemos que están ahí.
Probablemente Platón diría hoy de Internet lo mismo que dijo sobre el mundo que
habitó.
Cada día, el ciberespacio ofrece nuevas utilidades, nuevas herramientas hasta el
momento desconocidas. Las sucesivas apariciones de la World Wide Web, Google,
Amazon, Second Life o Facebook no pueden considerarse invenciones, sino
descubrimientos que, por continuar con la metáfora, podrían asociarse al
descubrimiento, no la invención, del fuego, la rueda, la agricultura o la escritura. Y al
igual que se ha hecho con el fuego, se irá aplicando a mecanismos cada vez más
complejos, se utilizará para actividades más diversas y de forma más eficaz.
Ahora como entonces, los que se resisten al cambio se quedan atrás. También los
que, por motivos económicos, no pueden acceder a estas herramientas en cierta
medida elitistas. Los más lanzados, los pioneros, los vanguardistas y también los más
pudientes juegan con ventaja.
Cada vez son más las personas que utilizan Internet en todo el mundo. Circula la idea
de que fagocitará a los demás medios, que desparecerán o se harán exclusivos de este
soporte.1
Resulta difícil creer que tal cosa suceda. Muchos consideran que Google news es el
periódico más independiente del mundo, y sin embargo los periódicos tradicionales
no sucumben ante él, ni siquiera en su edición impresa, lo que podría llevarnos a la
pregunta: ¿Por qué el público no prefiere Google news al resto de periódicos
digitales si, en la mayoría de los casos, reconocen su mayor independencia, e incluso
1
http://www.youtube.com/watch?v=He22EGXJOqI
http://www.slideshare.net/kehyna/los-peridicos-en-2020
2. objetividad? Se podrían encontrar varias explicaciones. La primera y más importante:
un diario es algo más que información; también es opinión. Pero es sobre todo la
confianza depositada durante años, o la credibilidad que nos ofrecen sus
profesionales lo que hace que no puedan ser sustituidos por computadoras.
Pero la proliferación de los medios de comunicación digitales plantea otra pregunta,
quizá más difícil de responder. La publicación gratuita de los contenidos de los
diarios en Internet no ha supuesto el fin de la prensa que se compra en los quioscos,
aunque en muchos casos dichos contenidos sean los mismos. ¿Por qué la gente sigue
pagando por la información que puede conseguir en Internet de una forma más
rápida, económica y actualizada? La causa más probable podría atribuirse a la
portabilidad y la maniobrabilidad que, frente al ordenador, ofrecen los periódicos
tradicionales. También a la profunda jerarquización de las noticias que publican, que,
aunque se trate de uno de los campos en los que los periódicos tienen mayor
capacidad de intervención e influencia, suponen una forma de simplificación de la
tarea del lector. En este caso la propia subjetividad de los periódicos tradicionales
opera, paradójicamente, a su favor.
Igualmente paradójico resulta el papel de la publicidad, un factor sorprendentemente
importante que hay que tener en cuenta.2 La publicidad en Internet podría llegar a ser
muy beneficiosa para todos, ya que si se planificara de forma eficiente y se destinara
únicamente a aquellas personas a las que presumiblemente podría interesar, casi
llegaría a confundirse con información. Sin embargo, actualmente la publicidad es
una molestia, en los casos en los que no puede ser olímpicamente ignorada, es decir,
cuando aparece ocultando la información a la que queremos acceder y no se puede
saltar porque vuelve a aparecer. Su agresividad y la forma en la que retarda el acceso
al contenido muchas veces hace que los usuarios renuncien a él y acudan a los
medios impresos, en los que pueden leer aquella publicidad que les interese, y
saltarse la que no.
Sería importante apuntar, aunque se trate de un tema completamente ajeno al asunto,
que el problema de la portabilidad se hace extensible también a la accesibilidad que
puedan tener a Internet las clases más desfavorecidas. En un planeta en el que el 65%
de la población no ha realizado nunca una llamada telefónica, o en el que el 40% no
tiene electricidad, hablar de sociedad de la información se convierte casi en un
insulto.3 Es complicado pensar que puedan desaparecer los periódicos o la televisión
teniendo en cuenta que la mayoría de la población mundial aún no los conoce.
2
http://www.slideshare.net/cucc5ade/publicidad-en-periodicos-digitales
3
Claudia Rausell Köster y Pau Rausell Köster, democratización, información y mercado, propuestas para democratizar
el control de la realidad, Tecnos
3. Lo mismo puede decirse del cine o la música. Los gobiernos occidentales insisten,
movidos por intereses meramente electorales, en que la piratería, si no fuese por el
canon, rápidamente acabaría con la producción de los autores. También es falso: las
películas y canciones originales se ven y se oyen mejor que las copiadas, duran más y
ofrecen más posibilidades. Como en el caso de los medios de comunicación
tradicionales, los autores, para sobrevivir, únicamente se ven obligados a mejorar su
producto; ya no valen CD´s con una única canción buena.
Caso diferente es el de las enciclopedias. En este caso si parecen destinadas a la
extinción, a no ser que permanezcan como meras reliquias, convertidas en pedazos
de historia por dentro y, ahora, también por fuera. Las viejas Larousse, Taurus o
Espasa quedarán en los museos, en la memoria de los hombres, olvidadas en las
estanterías de los hogares o analizadas en las páginas de la Wikipedia. Pero esto no
es nada raro; en este caso la portabilidad es similar, la accesibilidad parecida, la
publicidad nula en ambos casos… y sin embargo la Wikipedia lo abarca todo; todos
los árboles que, al caer, han producido algún ruido que haya llegado a los oido de
algún hombre aparecen, o aparecerán en un futuro muy cercano, en la Wikipedia. Las
enciclopedias tradicionales no pueden competir con este fenómeno global, no tienen
nada que ofrecer.
En definitiva, es impensable que unos medios sustituyan a otros de forma
indiscutible e irrevocable; los medios tradicionales que sepan adaptarse a las nuevas
circunstancias y ofrezcan cosas diferentes sin duda sobrevivirán. La televisión no
condenó a la prensa escrita o a la radio a desaparecer, pero si las obligó a redefinirse,
a cambiar y, en gran medida, a mejorar para poder competir con ella. Es por eso, y no
porque vayan a sustituir a las viejas, por lo que son tan beneficiosas las nuevas
formas de difusión de información, conocimiento o arte.