La universidad puede ampliar sus servicios a la industria mediante proyectos de investigación y trabajos de grado para aplicar tecnologías existentes de tratamiento de contaminantes gaseosos, líquidos y sólidos producidos por pequeñas y medianas industrias cercanas. Asimismo, la universidad puede continuar desarrollando nuevas tecnologías y capacitar a las industrias sobre las tecnologías disponibles, aprovechando los recursos humanos y de laboratorio con los que cuenta.