Cada quien conoce el Egipto del que Dios lo saco y seguramente nadie quiere regresar a ese lugar. Andemos como El anduvo, andemos en santidad porque a ellos somos llamados pues nuestro Dios es santo.
Podemos ser 2 tipos de vasijas: 1) Las que tienen rajaduras (pecados, heridas, ocultismo y herencias) que no han sido reparadas por Dios. El asunto con estas es que Dios puede venir y llenar esa vida pero Su uncion se ira, asi como el agua se sale de una vasija rota. 2) Podemos permitir que Dios traiga sanidad y santidad a nuestra vida para que repare nuestra vasija y entonces derrame de Su presencia en nosotros y por decirlo de algun modo, “nada se fugue” sin bendecir a otros