1. Ensayo de “Un mundo feliz” de Aldous Huxley y la prospectiva. “En el alma del hombre esta el alma de la sociedad”. El ser humano nace indefenso y necesita ayuda. Le son precisos medios para avanzar pero tiene que decidirse entre lo que le permite ir más rápido o detenerse un poco, tanto hombres y mujeres estamos en perpetuo movimiento. Para llegar a la plenitud es necesario realizar acciones, si estás son conscientes y libres decimos que son actos humanos, mientras que las que son simplemente obligadas son actos del hombre. Por ello podemos decir que para lograr la plenitud deben de tomarse decisiones personales, conscientes y libres para cumplir con el fin que nos llama nuestra naturaleza. Si el ser humano es constructor de su propia plenitud, solo el tiene derecho a tomar las decisiones que le atañen; el quehacer lo decide su propia naturaleza y por el otro que lo llama a la perfección y le da ímpetu gratuito. Es por ello que necesitamos de los demás para realizar acciones sobre si mismos y con los demás, las cuales no pueden llevarse a cabo sin ningún sentido; si estas acciones son llevadas como resultado de un conocimiento que define una conducta, podemos decir que esta vinculado con una consciencia moral la cual aprueba o desaprueba. Dotado de inteligencia y con sus manos el hombre construye un mundo social, en ese orden crea la cultura, resultado de un trabajo en común, de sus luchas por la supervivencia, de un afán por alcanzar una vida justa, armónica y civilizada, protegida por los altos valores de la libertad, justicia social, derecho y las estructuras democráticas. La sociedad viene a ser el elemento básico de la organización política, por lo que constituye un grupo humano coherente, de acción general y unitaria; en el que la cooperación y la realización de fines e intereses principales, le mantiene y preserva, dándole continuidad biológica. Así Bergson, ha definido la inteligencia como la facultad de fabricar objetos artificiales, en particular, útiles, variado independientemente de su fabricación (”La evolución creadora” pág. 151). No obstante, el hombre, descubrió que es creador de riqueza y así nació la sociedad de la avaricia, del interés y del tanto por ciento; y la inteligencia humana se puso al servicio de una estructura social que entregaba sus mejores valores al servicio de parásitos. Y así en la sociedad se hace determinante el grupo social y no el individuo. Así conforme fue evolucionando, encontramos al primer grupo social la familia, cubriendo la necesidad de engendrar y con ella satisfaciendo una de las principales necesidades, la de alimentarse surgiendo así la economía. Pero como se puede apreciar en la obra de Aldous Huxley, y es algo que actualmente se esta viviendo, es la desintegración familiar (aunque en el libro no existe la familia como tal) y por ende el declive de la humanidad. Desde mi punto de vista es importante hablar de ella, ya que es la base de la sociedad, es donde adquirimos los valores y la educación para poder salir al mundo y enfrentarlo, sin duda una parte esencial en la formación como individuos. Para muchos, se trataba solo de ciencia ficción el hablar de la clonación, para otros una oportunidad para perpetuar la vida, sin embargo en su tiempo fue una prospectiva, quizá futurible, pues vemos que en muchas películas se habla de dicho tema y sin embargo, actualmente no tan lejos de la realidad, pues ya se han podido clonar animales y ello es un gran avance para la ciencia, sin embargo, el hombre, por su afán de perpetuar la especie, alargar la vida y mejorarla trata de clonarse a si mismo, y aunque sus intentos han sido “fallidos” (aunque se especula la clonación de tres seres humanos en el mundo), no deja de sorprendernos la manipulación genética que se ejerce sobre algunos embriones en el vientre materno. Al respecto, aun se necesita una legislación que regule esta práctica, pues uno de los problemas a los que se enfrenta este nuevo ser o denominémoslo hijo de si mismo, es la falta de identidad, el buscar he intentar descubrir ¿Quién es?, (recordemos que en muchos países del mundo aun esta prohibida la practica con embriones). Y no sólo eso, como se puede apreciar en la lectura, el surgimiento de una nueva forma de racismo, en la cual cada “individuo” esta predestinado a desarrollar ciertas actividades, a ser parte de la masa y a vivir en un mundo “Feliz”. Es verdad que quedarían resueltos en un entorno así los grandes problemas de la economía, por que sería una sociedad maquinista en donde estaría controlado todo, ¿Qué, Cómo, Cuándo, Porqué, Para quién Producir? Serían cuestiones que pasarían a segundo plano, por que simplemente el mercado estaría asegurado y la oferta y la demanda satisfecha; pero ¿Hasta que punto cuarta la naturaleza y la libertad del hombre con tal de dar solución a uno se los aspectos culturales creados por su intelecto?. El ser humano es un ente biopsicosocial-espiritual, por lo que lo planteado en dicha obra, es totalmente impensable, más no imposible en su totalidad, por que el hombre también es un ser instintivo por naturaleza y el instinto de preservación y de supervivencia es algo que siempre prevalecerá. Por todo lo anterior expuesto, la solución que pienso se debería dar al problema expuesto en la lectura se asemeja a las palabras de Juliana González en su obra “Dilemas de Bioética” cuando se refiere a la clonación: “Ello nos lleva a poner en peligro la preservación de la especie he incluso a cuestionarnos si en verdad la vida humana es buena tal cual es en nuestro tiempo o quizá el querer corregir la obra de Dios. En consecuencia el rol de la bioética/ biopolitica es prohibir o impedir el desarrollo tecnológico, promover un retorno a la naturaleza o un respeto de la misma”.