1. PLANEACIÓN
Nuestra vida está llena de eventos maravillosos y cambio constante. Día tras día
nos vemos en la necesidad de tomar decisiones que influyen en el curso de
nuestros actos. Cuando tomamos decisiones equivocadas analizamos que tal vez
son el producto de la falta de planeación.
Planeación es crear un mapa estratégico de las acciones que vamos a tomar en
determinado proceso o en el curso normal de nuestro vivir. De esta manera,
logramos establecer metas fijas y objetivas con las cuales conseguimos un
proceso constante de control y evaluación. Es importante establecer y clarificar
objetivos en todo proceso que realicemos. La planeación ayuda entonces a
mantener un control constante de todas las funciones y a replantear las metas y
objetivos a corto, mediano y largo plazo. Es tal vez como llevar una lista de
chequeo de las cosas planeadas e ir marcando las que se van cumpliendo a
medida que transcurre el tiempo, esto como un proceso evaluativo que nos
permita el control de las actividades.
El secreto de la planeación efectiva, radica en que su principal objetivo es lograr
que todo se cumpla. No basta solamente con planear y dejar que el tiempo
transcurra sin que logremos resultados. Muchas veces, cometemos el error de
planificar y no realizar, y es ahí donde este proceso se puede ver estancado.
No obstante, en este proceso como en muchos, tenemos la oportunidad de
corregir o mejorar las cosas que no han salido bien. De eso se trata, es nuestro
plan y nosotros lo encaminamos. Lo realmente importante es tenerlo claro, definir
hacia donde nos dirigimos… no basta solo con idealizar, sino preparar el camino
de la forma más adecuada, anticipándonos tal vez a esos posibles obstáculos que
vendrán.
“Si me dieran ocho horas para talar un árbol, emplearía seis para afilar el hacha”
Abraham Lincoln.