La segunda parte de la película El Hobbit es criticada por sobrepasar los límites y mutilar la historia original de Tolkien pulverizándola sin piedad. Jackson agregó escenas sin importancia y redujo los grandes momentos del libro a instantes poco felices, caricaturizando el mensaje de cómo un ser pequeño descubre el valor. El crítico queda con una sensación de tedio y agresión, recordando cómo otras obras fueron dañadas cuando la ética del arte es sacrificada por el entretenimiento.
La Desolación de EDMA: Comentario de la Segunda Parte de la Película "El Hobbit"
1. La Desolación de EDMA
Comentario de la Segunda Parte
de la Película El Hobbit
Esteban David Montero Álvarez B
Ciudadano Chileno
Diciembre de 2013
Siempre supe que armar una trilogía de El Hobbit, era por lo menos una
apuesta delirante.
La primera parte me termina por convencer del asunto. Sin embargo quedaba
la esperanza, que en la medida que crece la historia, pudiese tener alguna ruta
de fuga a la dignidad el lme. John Howe y Alan Lee honran las escenas y el
arte plástico desplegado. Se agradecen el Bosque Negro, Erebor, Esgaroth, entre
otros.
Mientras pasaban los minutos viendo esta segunda parte pensaba; ¾Que diría
Tolkien al ver su tan elegante historia pulverizada sin piedad, ética ni moral
1 en medio
alguna? Imaginaba el libro abierto en la mitad con un gran mojón
sobre la tumba de John Ronald Reul Tolkien.
Esta puede ser la peor película que he visto en la pantalla grande. Jackson
sobrepasó morbosamente el límite de lo permitido, probablemente le importe
un bledo, de petulante actitud, tal como aparece mascando esa zanahoria al
comienzo de la película.
Con el pasar de las escenas, las cuales eran mutiladas de todo el drama y
elegancia con que las desarrolló su autor, crecía en mi sólo una palabra:
lata 2 .
3
Un cantineo tedioso, sacando historia desde donde no las hay, y cercenando
la belleza simple de la obra. Digo cantineo porque con la lata siempre está
presente el vacío; la estéril detención en lo insignicante, una película saturada
de escenas sin importancia.
¾Qué sucedió con el Peter Jackson de El Señor de Los Anillos?, en esa película
también fué hereje, pero soportable y bastante digno.
* estebanmonteroalvarez@gmail.com
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1
2. Agrede, irrita, hiere.
Uno debe hacer un ejercicio de limpieza después de verla.
Recuerdo la historia de Anthony Burgess, autor de la novela La Naranja
Mecánica, que pudo ver en vida, la llevada al cine de su obra y cómo terminó
odiando a la película y nalmente la obra misma; eliminado el último capítulo
del libro por la editorial americana y luego lo hecho por Kubrick, consolidaron
una realidad que no fué tal en los brazos de su creador.
Así quedará en el inconsciente colectivo la historia el Hobbit, como un
relato vacío, insignicante.
Es interesante analizar cómo la ética en el arte tantas veces se vé dañada
por la empresa de entretención. El dolor mayor recae en el hecho que manosear
esta obra es un insulto no sólo para un fan de Tolkien, sino una profanación
del valor académico que signica la obra literaria tolkeniana. Este vacío de ética
artística debiese ser algo necesario en qué pensar como sociedad.
Me resulta tedioso dar las fundamentaciones de mi radical y responsable
juicio. De hecho sentí que no era digno siquiera escribir respecto de la película.
pero debo ser consistente con mis años de seguimiento de lo tolkeniano.
El simple ejercicio de reexionar respecto del mensaje principal desarrollado
en el libro; cómo un ser pequeño, tranquilo, cobarde con una vida sin mayor signicado (muy propia del ciudadano común contemporáneo), logra desarrollarse
y descubrir desde la debilidad, lo vil, el valor. Esto queda caricaturizado en la
película pasando a un segundo plano, para dejar en escena un enano con aires
de super héroe enfrentado a un gran villano (cosas que en la hsitoria orignal
no suceden, el trasgo Azog fué derrotado por el abuelo de Thorin) típico del
formato hollywodense.
Los grandes momentos de esta parte del viaje son acotados, reducidos a
instantes poco felices, dejando mayor presencia a batallas inexistentes en la
historia original (Legolas no aparece) y escenas muy poco aprovechadas como
por ejemplo el capítulo de Beorn.
Cualquiera que lea el libro podrá sumar escenas que no corresponden con la
película. Sin embargo ese no es el gran pecado; este consiste en haber distorsionado la intencionalidad simple y profunda de un elaborado, delicado y bello
cuento para niños.
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