6. el período revolucionario (1776 1814) la época napoleónica (1799-1815)
1. 6. EL PERÍODO
REVOLUCIONARIO
(1776-1814):
LA ÉPOCA NAPOLEÓNICA
(1799-1815)
2. EL ASCENSO MILITAR AL PODER
• Que la Francia revolucionaria acabaría
bajo el poder militar era, por tanto, un
hecho previsible.
• El militar capaz de acaudillar la nueva
época histórica parecía ser Dumoriez,
héroe de la guerra del Rhin.
• su muerte prematura dejó paso a otro
oficial: Napoleón Bonaparte.
3. EL CONSULADO (I)
• Bonaparte dio un golpe de estado
contra el Directorio el 18 de
Brumario (9 de septiembre) de
1799.
• El Directorio era ya incapaz de
contener la corrupción y la
inflación en el interior y las guerras
revolucionarias en el exterior.
4. EL CONSULADO (II)
• Bonaparte sustituyó el Directorio
por un Consulado, del cual
formaron parte él —como Primer
Cónsul—, Sieyès y Ducos.
• Haciéndose sentir como
imprescindible, Napoleón no tuvo
la menor dificultad en convertirse
en Primer Cónsul, luego en Cónsul
único, más tarde en Cónsul vitalicio.
5. EL CONSULADO (III)
• No sería cabeza de los monárquicos ni de
los republicanos, sino de unos y otros.
• No sería representante del Antiguo
Régimen ni de la Revolución, sino de
ambos.
• «Desde Clodoveo hasta el Comité de Salud
Pública, asumo como mía toda la historia
de Francia».
• Su papel de árbitro y de concertador le dio
un margen inmenso de maniobra.
6. EL CONSULADO (IV)
• «Paz dentro y paz fuera: eso deseaban los franceses
del Consulado». Y fue un militar quien les procuró
esa paz.
• Una nueva Constitución —la del Año VIII— (13 de
diciembre de 1799) dio primacía al ejecutivo sobre el
legislativo.
• La asamblea, elegida por sufragio restringido, tendría
un papel secundario.
• «La moderación es la base de la moral, y la primera
virtud del hombre». La moderación se imponía tras
los excesos revolucionarios, y la nueva Constitución
fue aprobada por más de tres millones de votos
contra 1500.
7. EL CONSULADO (V)
• Arregló la Hacienda.
• Saneó la Administración haciéndola más
funcional.
• Mejoró la economía.
• Útil política de obras públicas.
• Uno de los grandes logros fue el conjunto de
Códigos (Civil, Penal, de Comercio y otros)
elaborados por un conjunto de expertos
dirigidos por el Cónsul. El Código Civil (1804)
fue uno de los pilares del ordenamiento jurídico
del mundo contemporáneo.
8. EL CONSULADO (VI)
• Reorganizó la enseñanza en los tres niveles:
primario (escuelas), secundario (liceos) y
terciario (universidades).
• Fundó el Banco de Francia que contribuyó
no sólo a la mejora de la Hacienda sino a la
estatalización de las directrices económicas.
• Firmó el Concordato de 1801, que
restablecía las relaciones Iglesia-Estado (al
tiempo que se regresaba al calendario
tradicional), contribuyó también a la
reconciliación de los franceses.
9. LA GUERRA Y LA PAZ (I)
• La Francia revolucionaria había llegado
en Basilea (1795) a una paz con varias
potencias coaligadas, entre ellas Prusia
y España.
• Seguía el conflicto con Gran Bretaña y
Austria, la primera deseosa de evitar
cualquier hegemonía continental y la
segunda molesta por la pérdida de sus
dominios en Bélgica y el Norte de
Italia.
10. LA GUERRA Y LA PAZ (II)
• Napoleón, cuando llegó al poder,
ofreció la paz a esos dos enemigos,
que la rechazaron, sabedores del
agotamiento francés.
• El primer Cónsul comprendió que
la única forma de alcanzar la paz
era una guerra rápida y victoriosa.
11. LA GUERRA Y LA PAZ (III)
• Napoleón atravesó los Alpes y venció
a los austriacos en Marengo.
• Austria tuvo que firmar la paz de
Luneville (1801) , por la que
renunciaba a Bélgica y el Norte de
Italia, excepto Venecia.
• Gran Bretaña, ya sin aliados en el
continente, se avino a la paz de
Amiens (1802).
12. LA GUERRA Y LA PAZ (IV)
• Los franceses renunciaban a sus pretensiones
sobre Egipto y el Mediterráneo oriental ,y dejaban
a los ingleses las manos libres en el Atlántico.
• Gran Bretaña reconocía las conquistas francesas
en el continente y sus repúblicas satélites: Bátava
(Holanda), Helvética (Suiza), Cisalpina (Saboya) y
Ligur (Génova).
• Amiens fue el pacto entre la tierra y el mar, entre
un nuevo orden continental y la vocación británica
a las aventuras lejanas y oceánicas. Fue también
una de las grandes ocasiones perdidas de la
historia.
• La paz iba a durar menos de dos años.
13. DEL CONSULADO AL IMPERIO (I)
• Gran Bretaña, por un minúsculo
pretexto —la isla de Malta—,
volvió a las hostilidades buscando
la alianza de las potencias
continentales, Austria, Rusia y
Prusia, siempre preocupadas por el
poderío de Napoleón.
14. DEL CONSULADO AL IMPERIO (II)
• El Cónsul creyó entender entonces que
necesitaba afianzar su poder mediante
una forma de institucionalización de su
ya enorme autoridad de hecho.
• Por otra parte, su proclamación como
Emperador le daría pretextos para
reafirmar tanto la permanencia
indefinida de su poder en Francia —
asegurada, además, por la
hereditariedad del cargo— y de su
hegemonía en Europa.
15. DEL CONSULADO AL IMPERIO (III)
• Parece que algunas conspiraciones
monárquicas le animaron también a
dar el paso.
• El resultado de todo ello fue que en
mayo de 1804 decidió proclamarse
Emperador. Era la culminación de su
brillante carrera como estadista.
Sometido el cambio a referéndum, fue
aprobado por 3,6 millones de votos
contra 2.500.
16. DEL CONSULADO AL IMPERIO (IV)
• El imperio napoleónico sigue siendo
un híbrido de Antiguo y Nuevo
Régimen. Parece paradójica la
definición que hace la nueva
Constitución de 1804: «El gobierno
de la República se confía a un
Emperador».
• Cambiaron poco las instituciones y se
mantuvo el sistema electivo, con un
Senado y un Consejo de Estado que
asesorarían al titular del Imperio.
17. DEL CONSULADO AL IMPERIO (V)
• Pero se adoptaron símbolos monárquicos,
como el cetro o la corona, e imperiales,
como el águila. Napoleón se rodeó de una
nobleza de nuevo cuño, con príncipes (en
su mayor parte, sus parientes), y nobles,
condestables, cancilleres. En pocos años se
promovieron 30 duques, 500 condes y
1.500 barones.
• Una nobleza sin privilegios privativos, sin
tierras y sin perjuicio de los derechos del
pueblo, que en su gran mayoría siguió fiel a
Napoleón.
18. DEL CONSULADO AL IMPERIO (VI)
• Napoleón se consideró sucesor de
Carlomagno, y soñaba con ver convertida a
París en una ciudad con cuatro millones de
habitantes (en aquellos momentos tenía unos
800.00, algo menos que Londres), y capital
de Europa, si no en sentido estrictamente
administrativo, sí en el de centro de las
grandes directrices, y hasta de la Iglesia
(proyecto de trasladar la sede papal a
Francia).
• A París acudiría todo el mundo para resolver
sus problemas o para beber de su cultura.
19. DEL CONSULADO AL IMPERIO (VII)
• Una serie de estados satélites rodearía a Francia,
aunque no es seguro que Napoleón soñara con un
dominio efectivo sobre todo el continente.
• La idea de un imperio-arbitraje chocaba contra un
hecho más simbólico que real, pero vigente: la
perduración del Sacro Imperio Romano
Germánico, encarnada todavía entonces por el
emperador de Austria.
• Un segundo enemigo, potencialmente más
poderoso para Napoleón, por su tenacidad y su
inatacabilidad, era Gran Bretaña, cabeza de todas
las coaliciones antinapoleónicas, y celosa de la
aparición de una potencia hegemónica en el
Continente.
20. EL SISTEMA CONTINENTAL (I)
• La idea de invadir de Inglaterra fue un sueño imposible
acariciado muchas veces por el Emperador.
• De nada servía poseer el ejército más poderoso del
mundo, si no podía transportarlo a Inglaterra.
• El sueño de desembarco por sorpresa en una sola noche
fue desechado por temerario e irrealizable; las tropas
invasoras quedarían en la isla sin posibilidad de recibir
refuerzos ni aprovisionamientos, con el Canal siempre
dominado por el enemigo.
• Se hacía preciso destruir la flota británica, y Napoleón
no contaba con barcos ni con tradición naval para ello.
21. EL SISTEMA CONTINENTAL (II)
• Francia había descuidado la flota naval y
prácticamente no tenía nada.
• La última esperanza de conseguir la invasión de
Gran Bretaña fue una alianza con España, que
disponía de la segunda escuadra del mundo, aunque
ya muy avejentada (los barcos eran de la época de
Carlos III).
• Carlos IV se convertiría en Emperador de España
y de las Indias y Napoleón se aseguraría el control
del continente y la neutralización de Inglaterra.
• No hubo buena coordinación entre los marinos
españoles y franceses, y la escuadra aliada fue
derrotada en Trafalgar (1805) por Nelson.
22. EL SISTEMA CONTINENTAL (III)
• Bonaparte decidió emplear su Grande Armée de
250.000 hombres, dispuesta para la invasión de
Inglaterra, en una gran campaña continental
contra Austria y Rusia, que, estimuladas por los
británicos, acababan de coaligarse de nuevo.
• Napoleón hizo recorrer a su ejército casi 2000
Km. y entró en Viena derrotando a los
austrorrusos en Austerlitz (Chequia), el 1 de
diciembre de 1805: fue la llamada «batalla de
los Tres Emperadores».
23. EL SISTEMA CONTINENTAL (IV)
• La consecuencia más importante de la paz de Pressburgo (1806) –
actual Bratislava- fue la desaparición del Sacro Imperio Romano
Germánico creándose la Confederación del Rhin (Rheinbund).
• El emperador Francisco II quedó convertido en Francisco I de
Austria.
• Rusia, que, animada por los ingleses, suscribió con Prusia una nueva
alianza (Cuarta Coalición).
• Prusia no podía compararse con Austria por lo que se refiere a
extensión o población, pero disponía de un ejército perfectamente
organizado, que desde la segunda mitad del siglo XVII gozaba fama
de ser el más eficaz de Europa.
• Napoleón se propuso batir por separado a sus dos rivales antes de
que llegaran a unirse, y lo consiguió.
24. EL SISTEMA CONTINENTAL (V)
• Derrotó a los prusianos en Jena (1806), antes de
que pudieran recibir ayuda, y ocupó Berlín.
• El mismo año invadió el Reino de Nápoles en el
que situó como rey a su hermano José
Bonaparte que, más tarde, tras la invasión de
España, sería situado también como rey de ésta.
• Más costosa fue la invasión de Polonia, en su
mayor parte en manos de los rusos, pero al fin
Varsovia fue ocupada, y la batalla de Friedland
forzó la paz de Tilsit.
25. EL SISTEMA CONTINENTAL (VI)
• Napoleón quiso dar a la paz de Tilsit el carácter de
un tratado casi entre iguales, para ganarse las buenas
relaciones con Rusia.
• Europa quedaba dividida en dos zonas de influencia:
el Este para Alejandro I de Rusia, y el centro y
Oeste para Napoleón: éste hizo ver al otro
emperador que un reparto así no solo garantizaría la
paz del continente, sino la grandeza de los dos países,
que en adelante ya no tendrían rival.
• Inglaterra quedaba sin aliados en Europa.
• La paz, bajo una nueva forma de equilibrio, parecía
asegurada por largo tiempo.
26. EL SISTEMA CONTINENTAL (VII)
• El Emperador trató de asegurar un nuevo orden europeo.
• Todo el continente debería mancomunarse mediante alianzas
y matrimonios entre casas reales.
• Se favorecerían los intercambios y las comunicaciones,
hasta llegar a la total supresión de las barreras arancelarias.
• Napoleón suponía que Francia, primer país industrial del
continente, obtendría ventajas de este primer mercado común.
• También se fomentarían los intercambios culturales.
• Desaparecerían las luchas entre Antiguo y Nuevo Régimen
mediante sistemas monárquicos que ampararían los
derechos de los pueblos.
27. EL SISTEMA CONTINENTAL (VIII)
• Al mismo tiempo, se decretaba el
«bloqueo continental» por el que
todos los países europeos se
comprometían a suspender su comercio
con Inglaterra.
• Ésta, aislada, no tendría más remedio
que pedir la paz y sumarse al Sistema.
28. LA HORA DE INGLATERRA (I)
• El Sistema Continental no surtió los efectos
que se esperaban, en parte porque la mayoría
de los países de Europa no colaboraron con
gusto con Napoleón, y en parte también
porque un mercado común solo era posible
con amplias comunicaciones marítimas.
• Antes de la aparición del ferrocarril, el
transporte terrestre resultaba unas diez
veces más caro que el marítimo, y Europa
no estaba preparada para constituir un todo
intercomunicado sin utilización más que de
su propio territorio.
29. LA HORA DE INGLATERRA (II)
• El Bloqueo Continental fue un arma de dos filos.
• Los ingleses declararon a su vez el contrabloqueo, y los
puertos europeos quedaron en gran parte paralizados.
• Faltó el contacto con el exterior, y sobre todo faltaron dos
elementos imprescindibles para el desarrollo económico:
los metales preciosos que llegaban de Ultramar, y el
algodón, producto fundamental para la industria
manufacturera de entonces
• Europa, ya empobrecida por revoluciones y guerras, se
empobreció todavía más. La economía francesa, después de
un leve auge, reanudó su decadencia hacia 1810.
30. LA HORA DE INGLATERRA (III)
• Gran Bretaña, aunque sufrió las consecuencias del
bloqueo —sobre todo en el abastecimiento de granos, de
que era deficitaria— pronto compensó las pérdidas de su
comercio con el Continente mediante un incremento de
sus intercambios con el resto del mundo. Es este
precisamente el momento de la decisiva consagración de
Inglaterra como gran potencia industrial y marítima.
• Gran Bretaña nunca tuvo que sufrir los efectos directos
de la guerra, y pudo permitirse el lujo de mantener un
pequeño ejército. En cambio, la política mundial le
permitió encontrar mercados en América, en Sudáfrica, en
la India.
East India House hacia 1817
31. LA HORA DE INGLATERRA (IV)
• A su gran capacidad comercial es preciso unir un
desarrollo industrial sin precedentes.
• Los ingleses de fines del siglo XVIII y comienzos del
XIX inventan métodos nuevos de hilaturas o tejidos.
• Se encontraron, además, con gentes enriquecidas que
confiaban en ellos y les concedieron los créditos
necesarios.
• La segunda revolución industrial –carbón y hierro-comienza
a operarse en Gran Bretaña por los años de
las guerras napoleónicas.
32. LA HORA DE INGLATERRA (V)
• La máquina de vapor, simbiosis del carbón y el hierro,
revolucionó todos los sistemas mecánicos, tanto de trabajo
como de transporte, y ayudó como ningún otro ingenio
humano al trabajo del hombre.
• En 1805 se botó al agua el primer barco de vapor.
• En 1806 se instaló en Manchester la primera fábrica
movida por máquinas de vapor.
• En 1810 había ya en Gran Bretaña 222 altos hornos, en
los que el excelente carbón de hulla de los Midlands
permitía obtener hierro fundido de la mejor calidad.
33. LOS ERRORES Y LA CAÍDA DE
NAPOLEÓN (I)
• La paz de Tilsit, en 1807, había puesto las bases de un nuevo equilibrio.
• Pero era difícil que las ambiciones de los dos Imperios, el occidental de
Napoleón y el oriental de Alejandro I no rompiesen tarde o temprano aquel
equilibrio.
• Para el corso, la posesión de Constantinopla y los Estrechos turcos era sagrada,
aunque no había llegado todavía el tiempo de agenciarse aquellos territorios de
tan alto valor estratégico
• ¿Y si mientras Napoleón buscaba otros objetivos en Europa Alejandro se le
adelantaba?
• De todas formas, ¿no sería posible que Rusia, con su inmenso potencial
demográfico, acabase por ser la primera potencia del mundo si no se la detenía
a tiempo?
• El problema de Napoleón era que no podía darse descanso si quería mantener
perpetuamente su posición hegemónica.
34. LOS ERRORES Y LA CAÍDA DE
NAPOLEÓN (II)
• Tres errores cometió entre 1808 y 1812 que acarrearían al cabo su ruina.
• El primero fue la Intervención de España, en 1808: donde la disputa
por la corona entre Carlos IV y su hijo Fernando VII le llevó a actuar de
árbitro y en un golpe de audacia concibió la idea de convertir al país en un
nuevo satélite: el rey de España no sería Carlos ni Fernando, sino José
Bonaparte, hermano mayor del Emperador.
• Pero si los reyes resultaron manejables, los españoles no se sometieron a
tales manejos. La batalla de Bailén (julio, 1808) fue la primera derrota
de un ejército napoleónico. Y pese a la entrada en la Península de toda la
Grande Armée, la defensa española, unidos militares y civiles en un
concepto nuevo de «guerra total», hizo la vida imposible a los invasores.
• La de España fue la única guerra permanente (1808-1814) de la época
napoleónica, y supondría un desgaste irreparable para los ejércitos
franceses.
35. LOS ERRORES Y LA CAÍDA DE
NAPOLEÓN (III)
• El segundo error fue la invasión de los Estados Pontificios
en 1809, con el pretexto de que el Papa no se avenía al bloqueo
continental.
• Pío VII no se plegó a las exigencias de Napoleón y fue llevado
a Fontainebleau.
• Napoleón quería convertir a París en centro de la Iglesia,
pretensión a la que nadie se prestó. La idea de reunir un
Concilio fracasó estrepitosamente.
• El Papa vivió en el destierro hasta la caída de Napoleón, sin
doblegarse en ningún momento.
• El emperador quedó en evidencia y perdió simpatías en la
misma Francia.
36. LOS ERRORES Y LA CAÍDA DE
NAPOLEÓN (IV)
• El tercer error fue, más que la invasión de Rusia
(1812), a la vista de la creciente tirantez entre los
dos colosos, la idea de convertir aquella guerra en
una cruzada contra las «hordas orientales».
• Si Napoleón creía que uniendo en un gran
ejército tropas de todos los países europeos, unía a
Europa, estaba completamente equivocado, y más
en una época en que su simpatía en el continente
era cada vez menor.
37. LOS ERRORES Y LA CAÍDA DE
NAPOLEÓN (V)
• En la campaña rusa participaron tropas de veinte naciones
pertenecientes al Sistema Continental, muchas de ellas de mala
gana.
• La equivocación consistió, además, en pensar que un territorio
inmenso solo podía ser conquistado por un ejército inmenso.
Aquel enorme conglomerado de 670.000 hombres, el mayor de
los tiempos modernos, no podía ser dirigido con eficacia ni con
sincronización de movimientos, aparte de las enormes
dificultades logísticas que se presentaban para avituallarlo.
• Los rusos, inteligentemente, se retiraron sin ofrecer ocasión a una
batalla decisiva, pero procurando ganar tiempo, esto es, dejando
llegar el invierno.
• Napoleón entró en Moscú, pero de nada le sirvió la conquista,
porque la ciudad fue incendiada y destruida por los propios rusos.
38. LOS ERRORES Y LA CAÍDA DE
NAPOLEÓN(VI)
• Napoleón ordenó retirada cuando ya era tarde, hostilizado por las
tropas enemigas y un pueblo ruso en armas. Se estaba consagrando la
«revuelta de los pueblos», iniciada ya cuatro años antes en España.
• La nieve, los pantanos y los sabotajes provocaron más bajas que el
propio ejército ruso.
• La fuerza y la moral de Napoleón estaban ya agotadas cuando en
1813 se formalizó la última coalición.
• La colosal batalla de Leipzig o «batalla de las naciones», quedó
aún indecisa, pero el emperador hubo de retirarse a Francia, donde,
acosado por varias fronteras a la vez —y ya abandonado de muchos
franceses— hubo de rendirse y abdicar para ser trasladado a la isla de
Elba como soberano de un diminuto reino (1814).
39. LOS ERRORES Y LA CAÍDA DE
NAPOLEÓN (VII)
• En el trono francés se restauró de nuevo la
monarquía borbónica con Luis XVIII.
• Todavía hubo un último intento napoleónico,
el llamado «imperio de los Cien Días» —
1815—, aprovechando el creciente
descontento con Luis XVIII, reunió una
pequeña tropa de 1000 hombres y ocupó París
el 20 de marzo de 1815.
40. LOS ERRORES Y LA CAÍDA DE
NAPOLEÓN(VII)
• Napoleón avanzó sobre Bélgica para aislar a británicos de
prusianos, fue sin embargo sorprendido por ambos en
Waterloo, y enviado prisionero a la isla de Santa Elena,
al tiempo que el 8 de julio de 1815 se restauraba a Luis
XVIII en el trono, donde terminaría sus días en 1821.
• Las potencias vencedoras (Austria, Prusia, Rusia e
Inglaterra) se reunieron en el Congreso de Viena (1814-
1815) donde acordaron los términos de la paz y se
definieron las nuevas fronteras del continente con la
finalidad de impedir el predominio excesivo de una
potencia sobre el resto.