1. ÉTICA PROFESIONAL
La ética profesional puede definirse como la ciencia normativa que estudia los deberes y
los derechos profesionales de cada profesión. También se le llama Deontología. Al decir
profesional no solo se refiere a que la ética es solo para quienes tienen un cartón o son
profesionales, sino que está en especial va destinada especialmente a las persona que
ejercen una profesión u oficio en particular.
La ética profesional tiene como objeto crear conciencia de responsabilidad, en todos y cada
uno de los que ejercen una profesión u oficio, esta, parte del postulado de que
todo valor está íntimamente relacionado con la idea de un bien.
La ética profesional se sustenta o toma bases fundamentalmente en la naturaleza racional
del hombre. Esta naturaleza es espiritual y libre, por consiguiente tiene una voluntad que
apetece al bien moral. Haga el bien y evite el mal.
La profesión es una capacidad cualificada requerida por el bien común, con peculiares
posibilidades económico-sociales. El profesional no tiene el carácter de tal por el simple
hecho de recibir el titulo que lo certifica o le da la cualidad de profesional, nadie es
profesional por el título en si, el titulo lo único que expresa es su calidad de ser ya un
profesional, mas no que tiene todas las cualidades éticas para serlo, el título profesional
mas halla de ser un ALGUIEN es la manifestación intrínseca de lo que internamente se lleva
, no por la naturaleza de la persona sino por sus cualidades éticas, como la idoneidad o
aptitud que le da un nuevo perfil a su personalidad.
El ser profesionales dignos representa la excelencia, gravedad, decoro que tiene la persona
y el respeto consigo mismo
Ahora bien, nosotros como futuros Contadores Públicos, debemos acatar la ética como
opción de vida, por el solo hecho de tener fe pública. Nuestras decisiones están respaldadas
por las demás personas que creen fielmente en nosotros y en nuestra palabra. Por ello
debemos seguir los principios básicos que nos competen como son:
1. La integridad
2. Objetividad
3. Independencia
4. Responsabilidad
5. Confidencialidad
6. Observar las disposiciones normativas
7. Competencia y actualización profesional
8. Difusión y colaboración
9. Respeto entre colegas
10. y una conducta ética
2. De nosotros depende nuestra profesión, si queremos ser profesionales integrales capaces
de poner en práctica esta frase < haz lo que quieras >, siendo libres e independientes,
racionales y objetivos; si logramos este objetivo seguro que los usuarios de
la información jamás volverán a poner en duda de cuan éticos somos y gozaremos
nuevamente de su confianza general, y volveremos a emitir un real fe pública.
En nuestra vida cotidiana, insistentemente escuchamos expresiones como: a "hago lo que
me dice mi conciencia", "si yo hiciera eso, mi conciencia no me dejaría en paz", "es un
inconsciente..."
También en la literatura encontramos imágenes y metáforas que hacen alusión a la
conciencia moral: "voz interior", "juez implacable", "guía segura", "gusano que corroe",
etc...
La conciencia corresponde a una actividad profunda, propia y exclusiva del ser humano.
Más aún, la conciencia es la expresión misma en nuestra humanidad. Sin conciencia no
habría vida moral. Por una parte, somos conscientes de nuestro propio ser y que lo que
podemos llegar a ser; y por otra, somos conscientes de los demás y de la realidad en que
estamos inmersos.
El conjunto de experiencias de la vida humana es centralizado por la conciencia. La
conciencia no es un añadido a la persona. Es la persona misma expresándose en su
dinamismo esencial hacia la plenitud de su ser, con los demás, en el mundo.
2. Conciencia y conciencia moral
El término conciencia puede interpretarse en dos sentidos: desde una perspectiva más
general y desde una perspectiva más específica.
Desde una perspectiva más general, la conciencia es el conjunto de experiencias
internas que son conocidas por quien las experimenta y que puede describirlas; son
procesos mentales y constituyen una forma de comportamiento aún que no sean
observables. Equivale a ser conscientes de lo que estamos haciendo; es el
conocimiento o reconocimiento de algo que está sucediendo. La conciencia registra
o comprende lo que está ante ella. Por ejemplo, al caminar bajo la lluvia, se soy
consciente de que me estoy mojando.
Desde una perspectiva más específica, conciencia se refiere a nuestra capacidad de
juzgar y distinguir lo que es bueno de lo que es malo, de lo que debe ser hecho o
evitado. La conciencia moral es la profundización de la conciencia. Nos permite
comprender nuestros actos a partir del de una valoración y un enjuiciamiento de
nuestra conciencia, de acuerdo con estas normas que la misma conciencia moral
conoce y reconoce como obligatorias. Podemos mencionar el ejemplo de Juan a
quien su padre siempre le enseñó que debía ser honrado. Por eso, la norma de su
vida es la honradez y si bien se le presentó la ocasión de robar en más de una
oportunidad, su conciencia moral lo mantuvo firme.
El concepto de conciencia moral está ligado estrechamente con el concepto de
obligatoriedad. Por ejemplo, son normas obligatorias: no robarás, no matarás, ama a tu
3. próximo como a ti mismo, etc... La conciencia moral, con ayuda de normas establecidas,
toma las decisiones que considera adecuadas e internamente juzga sus propios actos.
Conciencia el acto moral
La conciencia es norma para los actos, nos dice que queremos hacer en cada situación. Los
conceptos bueno o malo, positivo o negativo, pueden ser aplicados a los altos morales. Son
altos morales aquellos que afectan a los demás. Estar sentado no puede ser considerado un
acto moral, pero sí un anciano cae delante de mí yo permanezco sentado, este acto sería
moralmente negativo. Precisamente, el objeto de la ética son los altos morales. Pero no
siquiera en el juicio de esos actos, ya que cada acto humano es la expresión de una realidad
más compleja.
Los actos morales son actos de un sujeto, hombre o mujer, que podemos definir una unidad
bio-sico-social, que vive en un tiempo y en un espacio determinado; es libre de actuar de
una manera u otra; y elabora su propio proyecto de vida y asumen compromisos.
Características del acto moral
Consciente: significa que el sujeto no ignora las circunstancias y las consecuencias de su
acto.
Libre: significa en éste caso que el sujeto decide si estar coaccionado, realizando un acto
escogido, voluntario.
Obligado: significa que a pesar de que elijo mi accionar, la conducta se presenta como
un debe ser (debo ser honesto, pero yo decido si voy a serlo o no)
Sujeto a sanción: quiere decir que mi acción puede ser juzgada como moralmente
positiva o negativa. Ser honesto es una acción moralmente positiva. Robar es una acción
moralmente negativa.