2. Insurgentes:
Josefa Ortiz de Domínguez
Miguel Domínguez
Ignacio Allende
Juan Aldama
Miguel Hidalgo
Realistas:
Félix María Calleja
Virrey Apodaca
O´Donojú
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8. Como un corolario de los múltiples orígenes de la población de
Nueva España surgió el sistema de "castas". Estos grupos estaban
caracterizados por el origen racial de sus
integrantes, encontrándose en la cúspide los españoles, y entre
ellos, los europeos. La combinación entre españoles, indígenas y
africanos dio como resultado un número de grupos cuya posición
estaba determinada por la cantidad de sangre española que
poseían. El sistema aspiraba a mantener la supremacía de la sangre
española, y aunque nunca tuvo base legal, no siendo más que una
nomenclatura aceptada, reflejó la división y la exclusión existente
en la Nueva España, donde los grupos no españoles ocupaban un
lugar marginal en el sistema social.
El pilar de la economía colonial de Nueva España era la
minería, particularmente la explotación de oro y plata. Durante el
siglo XVIII la producción minera vivió una de sus mejores épocas.
Como resultado, la producción de oro y plata se triplicó en el
período de 1740 a 1803. La bonanza era tan grande, que la mina
llamada La Valenciana, en el estado de Guanajuato, llegó a ser
considerada la operación minera de plata más importante del
mundo.
9. Al finalizar el siglo XVIII, Nueva España producía más de
2 500 000 de marcos de plata, y sus principales regiones
mineras eran Guanajuato, Zacatecas y el norte de la
intendencia de México. La importancia de la minería para la
economía novohispana era tal que Carlos III reconoció al
Cuerpo de Minería de Nueva España en 1776; un poco más
tarde, permitió el establecimiento del Real Tribunal de
Minería, así como también del Colegio de Minería. El
apogeo de la explotación minera favoreció el desarrollo de
otras actividades económicas, particularmente el comercio y
la agricultura. Por ejemplo, la creciente importancia de
Guadalajara y El Bajío se debía a su relación con los minerales
de Zacatecas y Guanajuato. Dado que la exportación de plata
y oro constituía el nodo de la economía novohispana, en
torno a esta actividad creció un complejo sistema que
consolidó al grupo de comerciantes peninsulares
10. Pero que también permitió la ascensión de un poderoso grupo
criollo Este grupo estaba concentrado en los consulados de
México y Guadalajara, que constituyeron la pieza
fundamental en la circulación de capitales en el territorio
novohispano. El poder económico de los consulados
respaldaba su capacidad de representación política, gestión y
cabildeo. La economía novohispana entró en crisis a final del
siglo XVIII, período que coincide con las reformas
borbónicas adoptadas por la Corona. Las reformas tenían por
objeto modernizar la administración de las colonias y hacer
más rentable la explotación de sus recursos, porque en
Nueva España había una escasez de capitales en circulación
debida al monopolio sobre la plata ejercido por los
comerciantes y por la propia política financiera de la
metrópoli. Una parte importante de las rentas derivadas de la
explotación de las colonias no llegaba a las arcas
reales, repartiéndose entre distintas corporaciones de acuerdo
con los arreglos antiguos entre la Corona y estos grupos.
11. Ciertamente, la reforma afectó los intereses de las clases más
privilegiadas. Al establecerse además el libre comercio entre
las colonias, creció el poder económico y político de los
criollos y los mestizos que comenzaron a ocupar también
más espacios en la administración colonial. En las últimas
décadas del siglo XVIII, Nueva España estaba en bancarrota a
causa de la expoliación de sus finanzas por parte de la
metrópoli. Paradójicamente, fueron los miembros de la élite
económica —muy golpeada por la política económica de la
monarquía— los que apoyaron el golpe de Estado contra el
virrey José de Iturrigaray en 1808, cuando el Ayuntamiento
de México intentó ejercer la soberanía en ausencia del rey de
España.