1. En los días a los que no alcanza nuestra memoria, las
costumbres tradicionales atraian a los más destacados y
los hombres moralmente superiores se apegaban firme-
mente a las antiguas costumbres y a las instituciones de
sus an:epasados.
CICERÓN
a) ¿QUÉ CLASE DE HOMBRES ERAN
LOS ROMANOS?
¿Qué clase de hombres fueron los' romanos? Se suele
decir que los hombres se conocen mejor por sus he-
chos; por tanto, para contestar a esta pregunta habrá
que recurrir, en primer lugar, a la historia romana
para buscar -los hechos y, en segundo lugar, a la li-
teratura para encontrar el espíritu inspirador de es-
tos hechos. A los romanos les hubiera complacido
que se les juzgara por su historia; para ellos historia
significaba hechos; en latín se dice res gestae, sim-
plemente "cosas hechas". De su literatura se ha
afirmado con acierto que "se debe estudiar principal-
mente con el propósito de comprender su historia,
mientras que la historia griega se debe estudiar prin-
cipalmente con el propósito de comprender la litera-
tura griega". La respuesta parece entonces que sólo
puede darse mediante un estudio de la historia ro-
mana, y por consiguiente, que no debería aparecer
en el primer capítulo sino en el último. Pero este
libro no es una historia de Roma; pretende suscitar
la reflexión de si ese pueblo no merece un mayor
estudio, y toma la forma de breves bosquejos de
ciertos aspectos de la obra realizada por los romanos.
ronA de un modo intenso que existe una "fuerza"
través de toda su historia, los romanos sintie-
mente, que éste debe tener en cuenta. Necesíta el
hombre subordinarse a algo. Siindividual o colectiva- .(,
ajena al hombre, considerado rehusa, provoca el de-
sastre; si se somete contra su vo~untad, se convierte
11
2. J 2 LOS ROMANOS
13
r en ví lima de una fuerza superior; si lo hace volun- LOS ROMANOS
lari,amente, descubre que pued~ elevarse a la c~~e- riores, cuando podía. no ser campes~no
I ...ni soldad~;
g na d~ cooperador; por ~edlO. de la c00J.?era~lOn El destino del campesino es el trabajo mapla.zable
pued vIslumbrar la dlreCCIOne mcluso la fmalIdad orque las estacion€s no esperan al hombre. Sm em-
I
de esa fuerza supe~ior. La co?pe~~ción vol~nta.ria da bargo, con sólo su trabajo no logrará nada. Puede
a su obra ur; sentIdo de dedIcaclOn; las .fmalIdades hacer planes y preparativos, labrar y sembrar, pero
s hacen .mas claras, y el hombre se slen!e co~o tiene que esperar pacientement~ la ay~da de .fuer~as
agente o mstrumento en su logro; en un mvel mas e no con prende v menos aun domma. SI puede
alto, se llega a tener conciencia de una vocación, ~ucer que l~ sean favorables, lo hará, pero con fre-
de una misión para sí y. para los hombres que, como c~encia sólo alcanza a cooperar; se entrega a ella~
él, componen el Estado. Cuando un general ~.omano ara ue lo utilicen como instrumento, logrando aSl
celebraba su "triunfo" después de una campaña vic- ~u pr2pósito. Las contingencias del tiempo y. las pla-
toriosa, cruzaba la ciudad desde las puertas hasta el gas pueden malograr sus esperanzas, pero ~Iene que
templo de Júpiter (más tarde, durante el Imperio, ace tar el pacto y tener paciencia. La rutm~ es. ~a~
t "los triunfos que Júpiter había logrado por media-
ción del pueblo romano".
hasta el templo de Marte Ultor) y allí ofrecía al dios
Desde los primeros días, podemos descubrir eI
los romanos un sentido de dedicación, vago e inar-,
y recolección s~ suceden en un orden establecIdo: St,l
.da es la vida misma de la Tierra. Si como c:l~d~-
ley Pde su vida' atraído al fin de siembra, germ.maclOIj
~Ianose siente las épocas por la actividad polItlca,
será en defensa de sus tierras o de sus m.ercados o.
I
ticulado al principio e· indudablemente mezclado con del trabajo de sus hijos. Para el campeslr;o el co-
y l~~ga con frec~e~cia a. ser móvil principal de la teoría especulativa. S.u~,virtudes so.n l~. honradez ~
} aCCIOnoEn .1~s ultImas tIempos, se procl~m~ clar~- nacimiento nacidoprevlslOn y l~ pacIencIa, .el esfu:J-
temor. Luego se va expresando con más claridad, la frugalidad, la de la experiencia vale mas que la
mente la mISIón de Roma con la mayor mSIstencla zo la tenacidad y el valor, la mdependencIa, la se:I-
en el momento mismo en que su realización había ~iÚez y la humildad frente a todo lo que es mas
cobrado expresión visible y con el mayor entusia~m? Docleroso.
P?r gentes ql~e no eran. de .~epa romar:~. Al prmCl- . Éstas son también las virtudes del ~oldado. Tam-
¡',pIO, ste sentIdo de dedlcacIOn se mamflesta en for-
e b' 'n él ha de conocer el valor de la rutma, que forma
mas h~mildes, en el hogar y. en la fami.lia; s~ am~lía ~erte de la disciplina, ya que tiene que respün.cler
a. la cIUdad·estado y culmma en la Idea Impenal.
'11 ~ si instintivamente a cualquier llamada rcpentma.
Emplea diferentes cat~gorías ,de pens~miento y diver- ~:be bastarse a sí mismo. El vigor y la tellacid~~l
sas formas de expreSIón segun los tIempos, pero su el 1 campesino son necesarios al soldado; su habllI-
esenc,ia es, siempre reli~ios~, ya que signific.a.';In sal- d:d práctica contribuye a ha::~r de él lo que. el. sal-
to mas alla de la expenenCIa. Lograda la IíllsIOn,sus dado romano debe ser: albaml, zapadar, abndOl de
bases cam?ian. ., caminos y constructor d.e.bal~~es. Ha. de traza!', un
He aqm la clave para el estudIO del caracter ro- campamento o una fortlflcacIOn, medIr U~l. teneno
mano y de la historia de Roma. o tender un sistema de drenaje. Puede VIVIrel: el
La mentalidad romana es la mentalidad del cam- campo porque eso es lo que ha hecho tod~ su v:da.
pesino y del soldado; no la del campesino ni la del El soldado también sabe de ese elemento Imprev.Isto
soldado por separado, si~o la del soldad,o-camP7sino, capaz de trastornar el mejor de los. pl~ne~,; tle~:.
y, en general, esto es aSI hasta en las epocas poste- conciencia de fuerzas invisi?les Y ,atnbuye suett;
a un general victorioso a qUien algun poder ---el des-
3. LOS ROMANOS· 15
14 LOS ROMANOS , mente romano, nacido de la experienci3; r~mana. Sig-
, tino o la fortuna- utiliza como instrumento. Es nifica, por una parte, el se~t~do de dignIdad de la
leal con las personas, los lugares y los amigos. • personalidad propia, peculians:IIl;a y que se debe. cu~-
Si asume una actitud política violenta será con el ,1 tivar y desarrollar hasta el maXlmo. Po:: otra, SIgl1l-
fin de conseguir, cuando las guerras terminen, tierra fica el reconocimiento de la personalIdad de lo~
para labrar y una casa donde vivir, y con una lealtad demás y de su derecho a cultivarla: y est~ r~cono~I'
aún mayor recompensa al general que defiende su miento implica transigencia, domimo de SI, ~;¡mpatla
causa. Ha visto muchos hombres y mucl10s lugares, y consideración. " .
y con la debida cautela imitará lo que le parezca Pero la frase m~s_concreta--y comun para de~m1fI
útil; pero para él su hogar y sus campos nativos for- la civilización es "la paz romana". Con est3; I~ea I
man "el rincón más risueño de la Tierra", y no de- comprendió el mundo el caracter, la expenencla y ~li! -
seará verlos cambiar. . to de la misión que máS f,ácilmente el c~mp~Imlen-1/
El estudio de la nistoria romana es, en primer
lugar, el estudio del proceso por el que Roma, siem- poder romanosconciencia Y que grad?almente. al delI· ¡
alto nivel de habían llevado habla cumplIdo ma~
pre consciente de su misión, se convirtió penosa- beradamente.
mente, de la ciudad-estado sobre las. Siete Colinas, En los primeros tiempos, el caudillo del pueblo
en la dueña del mundo; en segundo lugar, el estudio romano, para descubrir si el acto que el Estado ~e
de los medios por los cuales adquirió y mantuvo su proponía realizar coincidía con la voluntad"de lo~ ~1~
ses que regían el mundo, toma)~ los aUSpICl?S
+) dominio. Estos medios fueron su singular capacidad fijándose en los signos revelados ntualmente. Clce-
I mente en romanos, enemigossiguieran siendoeventual-
de convertir a los aunque en amigos, y españo- rón al enumerar los principios fundamentales sobre
les, galos o africanos. De ella derivaron su romani- los' que descansa el Estado, .c<;m~~de l pr~mer :~ga~ ~
e
tas, su "romanidad". Romanitas es una palabra a "la religión y a los auspICIOS y por ausplclOS
,
apropiada que el cristiano Tertuliano empleó para entiende esa ininterrumpida sucesión de hombres,
dar a entender todo lo que un romano da por su- desde Rómulo en adelante, a quienes se les asignó el
puesto, el punto de vista y la manera de pensar de deber de descubrir la voluntad de los dioses. Los
los romanos. Este vocablo es análogo a "civilización "auspicios" y los colegios sagrados, las vest.alei y lo
romana" si se toma la palabra "civilización" en un demás, aparecen en las cartas de Síma~o, naci~o el
sentido estricto. Civilización es lo que los hombres año 340 d. <;., uno de los IIl;ás.eI?pecmados le~~s
piensan, sienten y hacen, así como los valores que de la oposición pagana al ,cnstlams~o, l~ rehglOn
asignan a lo que piensan, sienten y hacen. Es cierto
que sus ideas creaC:oras y sus criterios afectivos y origen del poder de Roma~~u desarrollo y su c~:>l1ser·
"oficial" del Imperio. Es CIcerón qUIen dIce que ell .
valorados dan por resultado actos que afectan pro-
fundamente el empleo de las cosas materiales; pero vaciónque la sumisión a los dlOses dIO alHoracIO de- '
clara se debían a la rehgIó~ roma?a; Ton:ano s~
la civilización "material" es el aspecto menos im- imperio. Cuatro siglos más ta~de, San AguStIJ?' dedI-
portante de la civilización, que en realidad reside en ca la primera parte del más VIgoroso de sus lIbros a
la mentalidad de los hombres. Como dijo Tácito combatir la creencia de que la grandeza de Roma
(refiriéndose a los britanos), sólo el ignorante piensa se debía a los dioses paganos, Y que sólo en ellos se
que l<;sedificios .s~tuo.S?S y las ;o~odidades y lujos hallaría la salvación del desastre que la amenazaba.
constltuyen la ClVIlIzaCIOn. termmo latino huma·
El Puede muy bien decirse, con palabras del grie.go.Po-
nitás empleado en esta ocasión, era palabra favorita libio (205-123 a. c.), que por lo demás era esceptlco:
de Cicerón, y el concepto que encerraba peculiar-
4. 16 LAS VIEJAS COSTUMBRES LAS VlEJ AS COSTUMBRES 17
"Lo que distingue al Estad0 romaFlOy lo que le coloca en los fenómenos concretos, se definía lo que era
sobre todos los otros es su actitud hacia los dioses. vago, y, por: decido así, se encauzaba su energía ha.
Me parece que 10 que COrIstitbIye reproche para
un tia el fin deseado. Y así como las actividades del
0tras comunidades es precisamente lo que mantiene campesino y de su familia, ocupados en labrar el
consolidado -al Estado romano -me refiero a su re· campo, en tejer y cocinar y en criar a los hijos, eran
verente temor a los dioses", y emplea las mismas muchas, a.sí la acciÓN de' esta fuerza se dividí? en
palabras de San Pablo en la Colina de Marte en Ate- innumerables poderes nominados, que comunicpban
nas. Polibio no llegó a ver el día en que, cuando los energía a los actos de la vida familiar. Todas las
bárbaros invadier0n el Imperio Romano, la idea de operaciones diversas de la naturaleza y del hombre
la grandeza y la eternidad de Roma fue a su vez la ~la vida multiforme de los campos, las habituales
/ que mantuvo la creencia en los, dioses. tareas del labrador, ~l diario trajín de su mujer, la
crianza y el cuidado de los hijos- se realizaban en
, b) LAS VIEJAS COScTUMBRES presencia y por la energía de estas vagas potencias
'"
transformadas ah0ra en deidades carentes de forma.
La religión romana fue primero la religi6n de la fá· I Acompañab,an al acto de "denominar", es decir,
milia y, luego, de su extensión, el Estado. La fami· , I de invocar, oraciones y ofrendas de alimentos, de le-
lia estaba consagrada y, por tanto, también el Estado. I che y de vino y, en ocasiones, sacrificios rle animales.
Las sencillas creencias de las familias y los ritos I El paterjamilias, que era el sacerdote, conocía las
practicados por ellas se modificaron y ampliaron, en palabras y los ritos apropiados. Palabras y ritual que
parte por nuevas concepciones debidas a nuevas neo fueron pasando de padres a hijos hasta que se fijaron
cesidades, y en parte por el contacto con otras razas inmutablemente. La más mínima alteración en la
y culturas, al unirse las familias para constituir al· invocación o en la ceremonia podía impedir que el
deas y, p@róltimo, la ciudad de Roma. numen interviniera eID. l acto que el individuo o
e
Los antropólog0s han dado el nombre de "animis· la familia se propolilía emprender, sobreviniendo en-
m0" a la etapa de la religión primitiva en la que se tonces el fracaso. Los nombres de muchos de estos
supone que en todas las cosas reside una "fuerza"" dioses domésticos han pasado a las lenguas europeas:
un "espíritu" o una "voluntad". Para el romano de Vesta, el espíritu del fuego del hogar; 10S Penates,
los primer0s tiempos, el numen, fuerza o voluntad, preservadores de la despensa; los Lares, guardianes
residía en todas partes o, mejor dicho, se manif~s· de la casa; pero había otros muchos. Las oraciones
taba en todo lugar por medio de una acción.. Lo úni· eran diarias; la comida de la familia una ceremonia
co que se sabe de esta fuer.za es que es capaz de religiosa en la que ofrendaban incienso y libaciones.
obrar, pero su manera de actuar es inQeterminada. Ciertos festivales se relacionaban con los difuntos, los
En el reino del espíritu, cuya característica es la cuales se consideraban a veces como espíritus hosti-
acción, el hombre es un intruso. ¿ Cómo podrá mi: les y que había que expulsar, .por lo tanto, de la casa
tigar el pavor que siente y cómo conseguirá que el por medÍo de ritos, otras como espíritus. benévolos.
numen realice el acto requerido, logrando para sí "la que se asociaban íntimamente a todas las fiestas y
paz de los dioses"? conmemoraciones de la familia.
Lo más urgente es "fijar" esta fuerza vaga de
una manera aceptable para ella, limitando o diri· ,.' nidad, el culto y se unierondeparafamilia fQrmaron la
Cuando éstas
el ritual la
formar una comu·
giendo 'Su acción a algún fin vital del hombre. Se base del culto del Estado. Al principio, el rey era el
pensaba que al dar un nomh-r:e a su manÍfestación sacerdote y, cuando desapareció la monarquía, pero
5. 18 LAS VIEJAS OSTUMBRES
C 19
duró el [Í(ulo de "rey de las cosas sagradas". Para LAs VIEJAS OSTUMBRES
C
ayudar al "rey" había "colegios" de sacerdotes, hom- turgia yexpresada pueblo tomara. parte en Í~ompren-
bres cualesquiera, no de una casta especial, colegas sible, que el en un idioma para él os, cuyo
para dirigir el culto y las fiestas. El principal colegio sentido apenas captaba y que, sm e!1?'bargo,tema,nun
.
era 1 de los pontífices, que conservaba el saber acu- significado. Procesiones y días de fIesta, dIverSIOnes
mulado, dictaba reglas, registraba las fiestas y los
principales acontecimientos de significación religiosa to del Estado. Más tarde ve~emos co.mo el .~lud de
para el Estado. Los pontífices produjeron un Dere- ideas religiosas griegas y OrIentales IrrumplO sobre
cho sagrado (ius divinum). Los colegios menores les Roma y cómo se adoptar,on los .mitos y las el CUl-f
y sacrificios, imprimían en la mente yopularleyenda~
ayudaban; así las vírgenes Vestales cuidaban del para proporcionar el caracter pIntor~sco del que ca
fuego del hogar del Estado, los augures interpretaban recia la religión nativa. Pues, espeCIalmente en los
los presagios que veían en el vuelo de los pájaros o siglos IVy III a C., se introdujeron nuevos cultos en.
en las entrañas de un animal sacrificado; pues se la práctica religiosa del Estado,. aunque e.n 10 que
? suponía que los dioses imprimían en los órganos
delicados de un animal consagrado signos de apro-
toca al mito y al ritual quedaron mconfund~blemen~e
marcados con el sello romano. Pero l~ mfluencIa
bación o desaprobación. Se concedía importancia na- de esas ideas nunca llegó hasta el corazon de la an-
cional a los festivales agrícolas de los labradores: la. tigua religión romana, inmutable en .su n,aturaleza
recolección, la seguridad de los linderos, la perse- esencial. Con el aumento de los testImoDlos de la
cución de los lobos.para ahuyentarlos de los campos, literatura y de las inscripciones se ve claram~n~~
se convirtieron en asuntos importantes de la ciudad. que, tanto en la ciudad como en el campo, pe~sl~tlO
Fueron adaptándose nuevas festiviqades que se anota- la antigua religión. Los ho~bre.~ cultos d~~ UltlI~O
ban en un calendario del cual tenemos constancia. En siglo a. c" versados en la fd{)s~,f¡.a, la cntIca gne-
y
I un l1lrincipie,.l1arte fue un dios de los campos; los gas, quizás considerasen esta r-ehglOncomo una "mera
.. campesinos-soldados, organizados para la guerra, lo
} forma; pero estos mismos hombres des,empenaban
I convirtieron en el dios de las batallas. A medida cargos en los colegios sagrados y fOI?~ntaban su
que el horizonte de los r,omanos se ensanchaba, nue- práctica en el Estado, y has~a.en la famlha. ~ugusto;
vos dioses atrajeron su atención, e incluyeron en el el primer emperador, no edIfIcaba en el vaclO cuan-
Calendario deidades de las ciudades etruscas y de las do se propuso salvar del colapso al Estado re~tau-
ciudades griegas de Italia. Júpiter, Ju,"o y Minerva randa la antigua religión romana y la morahdad
'vinieron de Etruria; el griego Hefaistos me equipa- inherente a ella. .
rado a Vulcano, que los romanos habían adoptado Esta religión fría y un poco informe sostenía una
de sus vecinos, etruscos. También había muchas dei- rígida moral, y la mitología, no impedía el desarrol.lo
dades ~'itálicas", porque -si bien para simplmcar de esta moral. Hornero habla plasmado pa~a los grIe-
hemos hablado de "romanos"- Roma misma estaba gos leyendas sobre los dioses en. versos 1I~~ortales
constituida por una fusión de tribus itálica s con -hasta que en una época postenor los, cntIcos .ob-
cultos propios, que indudablemente tendrían cierto jetaron que estos dioses eran menos morales que los.
aire de familia. hombres-o Los romanos, aparte de las fórmulas de las '1
Los colegios se encargaban de establecer, regis-
trar y trasmitir, sin alterarlas, las fórmulas de in- no había Ininguna ,moralidad mítica que destrui~. Lo' -
que le inter;esaba al individuo era establecer rel.aclOnes,
vocación y de oración. En siglos posteriores, podía
darse el caso de que un sacerdote utilizase una Jie oraciones no teníandioses, no especlllar acerca tanto, t
adecuadás con los escrituras sagradas y, por de su,.
naturaleza. :