1. Comentario teológico 2: ¿Por qué María?
Jaime Zuluaga E
Grupo mariano Nuestra Señora de la Estrella, parroquia San Juan Bautista de la Salle Bogotá
www.elrosarioylossalmos.net
El cuidado permanente de Dios por el hombre y la familiaridad con que lo trata, está
testimoniada por la Biblia. Lo invitamos a releer y meditar los diálogos con los primeros
hombres (Gén cap 3 y 4), la historia de Abraham que no duda en sacrificar a su hijo,
con la naturalidad de su fe plena en Dios (Gén cap12; 15; 17; 22), la forma como
Moisés habla cara a cara con Él (Ex3,7-16; 32,7-14 y cap 33; Númer cap 11 y 14), y a David,
y sus salmos. Esta constante preocupación de Dios por el hombre, su creatura
predilecta, lo lleva a lo increíble: hacerse hombre y participar plenamente la azarosa
vida a que el hombre se condenó después de pretender ser igual a Dios (Gen cap 3).
Jesús, Dios y hombre, enseña el camino (Jn 14,6) que el hombre debe seguir para
retornar no ya al paraíso perdido, sino obtener lo que pretendía: ser igual a Dios. Estos
sucesos, narrados en forma sintética en los evangelios, vividos por Jesús, por María y
por el pueblo de Dios, los meditamos en los misterios del rosario donde los gozosos
corresponden a la niñez en que actuamos por instinto natural bajo el cuidado de
alguien que nos ama. Los luminosos, cuando descubrimos que somos hijos de Dios y
tomamos la responsabilidad de obrar como tales. Los dolorosos cuando sobrellevamos
las consecuencias de la soberbia y de las concupiscencias nuestras y del mundo
incompatibles con la pureza e integridad de Dios de donde procedemos. La meditación
de estos misterios nos sirven para hallar la verdad y exultar con ella tal como lo hace el
akathistos, un himno mariano de extraordinaria belleza del siglo V donde se celebra
con un rosario de breves y exultantes invocaciones salidas del corazón, las cualidades
con que Dios adornó a María, y adorna a su Iglesia y a todos los hombres llamados sin
excepción, a pertenecer a Ella, para que sean gloria suya. (Para leerlo utilice este link
http://www.obracultural.org/textospdf/EL%20CAMINO%20DEL%20ROSARIO.pdf , pag.7 ) Estas cualidades que
recibiremos están sintetizadas en los cuatro dogmas marianos: 1. Madre de Dios,
2.Inmaculada, 3. Virgen y 4. Asunta al cielo. 1) Se dice Madre de Dios, no tanto el que
lo engendra carnalmente, aunque engendrar un niño es don y gran milagro de Dios,
sino el que comparte con Él y lo conoce, ahora en fe, luego cara a cara, milagros
mucho mayores (Mt 12,49 ¿quiénes son mi madre sino éstos que hacen la voluntad de mi Padre?). 2)
Inmaculada: Dios, no puede pecar, ni quien al conocerlo, se hace igual a Él. Por eso
María por ser llena de Gracia: llena de Dios y Madre de Dios, es Inmaculada. Dirá
alguno, ¿por qué María no podía pecar? ¿Acaso no era libre? El que peca, no es libre
porque se hace esclavo del pecado (Juan 8,34: os aseguro que todo el que comete pecado, es esclavo del
pecado). Por lo tanto ni Dios, ni Jesús, ni María, ni los ángeles, ni los santos que
actualmente ven a Dios, pueden pecar. Es un estado al que llegaremos todos: ¡Qué
alegría¡ 3) Virgen: ni está contaminada ni se puede contaminar por el pecado. Para ser
Virgen dentro de un mundo contaminado, se necesita una gran capacidad de sacrificio.
En la Escritura la Virginidad se simboliza con el Cordero degollado y la tórtola (Apoca cap 5,
Luc 2,22). Aunque sus cuerpos sean macerados, aunque pisen serpientes y escorpiones, y
beban veneno, nada les hará daño, Mrcos 16,18. El mundo los tienta poniéndolos a
prueba (Sabid. 2,12 condenésmole a una muerte afrentosa pues según él, Dios le
asistirá).Pero en esos momentos extremos descritos en los salmos 22, 31 y 69: Dios mío ¿Por
qué me has abandonado? se manifiesta la presencia de Dios cuyo amor inunda su creación al
perdonar su pecado por atroz que sea (1Cor cap 13 himno al amor). La negación de sí mismo
2. hasta el extremo descrita en este hermoso himno, nos explica por qué Dios no se
contamina con el pecado de su obra pues la acompaña sufriendo en los abismos más
oscuros (sal 22 y sal 69) esperando su retorno. Pero ¿por qué el sacrificio? Dios es
perfecto y su creación también lo es. Dios no puede ser origen del pecado (Santiag 1,13:
nadie diga que Dios lo tienta). ¿Por qué pecó su creación? El hombre pretendió ser dios ( Gen
cap 3, seréis como dioses, conocedores del bien y del mal ). Pero sin Dios nada puede existir, y el
amor de Dios espera a que su creación que corre hacia la nada sin Él, vuelva con fe
profunda en Él, aceptando el sacrificio de la muerte a la que ella misma se condenó.
El hombre renace con la nueva Carne y Sangre de Cristo que nos identifica como
creación y nos libera del temor a la muerte y a la nada por la cual pasamos todos. Jesús
nos invita a no temer y a estar alegres y a estar firmes en la fe en momentos de
suprema angustia que sufrimos junto a Jesús y María. Lc 12,4-7 Jn15,11; 16,20 y 24.
ORACIÓN: Bendita seas VIRGEN porque como a Ti y a Jesús, nos llegará el día en que
nada nos contaminará ni nos hará daño (Mrcos 16,18, tomarán serpientes en la mano y beberán
veneno y no les hará daño). Virgen, Cordero inmaculado y sacrificado, dispuesta a renunciar a
cualquier bien inferior por el Bien superior, enséñanos a entregar lo que más
apreciemos y a perdonar a quien nos lo quitó, con generosidad y fe plena junto a Jesús
en el calvario. Mater Inmaculata, Madre sin mancha : libre de pecado. Como tu Hijo, ni
pecaste, ni podías pecar, ni eres origen del pecado. Si tu belleza engendra envidia, tú,
la donas a quien te envidió, como lo hizo Dios al participar al hombre su divinidad.
Madre sin Mancha, libre de la esclavitud del pecado, Tú por ser plena de gracia, llena
de Dios, y Tu Hijo por ser Dios. También nosotros llegaremos a tu estado de
impecabilidad y de renuncia de nosotros mismos para engendrar a Dios en los demás:
Iglesia Madre. ¡Salve!, te saludamos faro y estrella que anuncia nuestra liberación.
Madre de Dios, enséñanos a reconocer el rostro de Dios en el dolor y pobreza del
mundo que lo purifica de su soberbia. Mater intemerata, Madre sin temor, porque lo
acompañaste de Pie en el Calvario, engendrando a Dios en nosotros con el sacrificio
del perdón (1Cor 13). Sin temor: ¡Qué bien entendiste las palabras de tu Hijo ante el
sacrificio inminente!: No tengáis miedo, Estad Alegres Lc 12,4-7 Jn15,11; 16,20 y 24
Todo esto nos lo enseña la fe. FE es una certeza con que el Espíritu nos muestra a Dios
entre nosotros, a pesar de nuestro deplorable estado de pecado. El don de la fe: Dios
con nosotros, se opone a las tres concupiscencias: carne, dinero y poder. Si tú crees
más en Dios que en el dinero o en la ciencia, Dios está en ti. Si esclavo de una
apetencia, consecuencia del pecado en que naciste, ruegas a Dios te libere, Dios está
en ti. Jesús lleva nuestras angustias y dolores: medicina de nuestros errores, camino
hacia la verdad. (sal 89, llevo en mi seno todos los ultrajes de los pueblos; 68, ). En cada hombre, quien
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sufre, es Jesús (Mat 25,36: tuve hambre, enfermo, encarcelado, y me atendisteis). Gracias Padre por Jesús.
En Él comprendemos nuestros sufrimientos.
¿Es el dolor parte sustancial del Ser? En Dios el dolor es amor según texto de Pablo
1Cor 13,3: y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me
sirve. El dolor de Jesús, Dios y hombre, y de todos sus seguidores, es amor al Padre
cuya gloria está empañada por el pecado de su creación, por el vacío y la muerte que
son redimidos en la fe del perdón que da Dios muriendo en la cruz. (Ezeq cap 36,21 ss: pero
yo he tenido consideración a mi santo nombre por vosotros profanado. No hago esto por consideración a vosotros,
sino por mi santo nombre)
3. Maria Corredentora. Corredentores somos todos según el texto Col 1,24: y cumplo en
mi carne lo que falta de las tribulaciones del Cristo. Esta verdad es tan evidente que no
es necesario recalcarla con un dogma que proclame a María como Corredentora.
María, aceptó voluntariamente la muerte de su Hijo, su Dios y su Todo, con perdón, fe
y paz total. Por su fe, fe de Jesús, y fe de la Iglesia, en ese momento conoció, vivió y
participó la plenitud del Amor que restaura todo partiendo de las cenizas, de la nada, y
del perdón de ese sacrilegio y de cualquier desvarío de los hombres. También nosotros
estamos llamados a perdonarlo todo: lo que desatareis será desatado.
María, ¿depositaria de todas las Gracias o Medianera de todas las Gracias?. Algunos
quieren que se proclame el dogma de María como Medianera de todas las Gracias.
Comenzamos preguntando: ¿Será que hay virtudes que ni María ni ninguna creatura
podrán recibir? Jesús responde: Jn15,15 os llamo amigos, porque todo lo que he oído a
mi Padre os lo he dado a conocer. Las virtudes excelsas de cada santo, los glorifican,
glorifican a Dios como Origen de ellas y a María como Depositaria o Arca de Todas las
Gracias. Los santos ven en María como Madre y en Jesús como Origen, todas sus
virtudes. El Concepto de Madre no significa Origen sino instrumento sin el cual algo no
es posible. María conoce y vive Todo lo de Jesús, Jn15,15 ,en la forma más excelsa pues
contiene en sí todo lo que puede dar Dios a una creatura y por eso cobija y comprende
todas las almas cuyas virtudes en sí contiene. María mirándose a sí ve todas las
virtudes que puede dar Dios, Jesús mirándola ve su obra máxima imposible de
perfeccionar, idéntica a sí mismo, y se llena de gozo. Los santos se ven a sí mismos en
Ella, y a Jesús en Ella. ¿Quién es mi Madre y mis: hermanos sino éstos, Mt 12,49. Gozo
infinito de Jesús, Dios, hombre, al ver cómo ha logrado participar toda su divinidad a su
creatura: María y a nosotros su Iglesia. Todo lo conocéis Jn15,15. La humildad de tomar
una Creatura como Madre suya, María Depositaria de Toda Gracia, María Arca de
Todas las Gracias o María Medianera (Medida) de Todas las Gracias, revelan el camino
cómo Jesús logró hacer que todos fuéramos igual a Él: que sean Uno como Tú y Yo
Padre Jn17,21