1. Patente de corso
Idiomas, exilios y cócteles
molotov
Arturo Pérez-Reverte
«Arturín, aprende francés, que es muy
Me inquieta el número de jóvenes triste ir al exilio sin hablar idiomas». Le
que en los últimos tiempos piden hice caso, y hablo un francés de puta
consejo. Qué debo hacer, qué libro debo madre. También, a menudo, uso
leer, qué estudiar o qué caminos sombrero. Pero entre viajes y libros se
abandonar, cómo puedo conciliar lo que echaron los años encima. Ahora ya me
sueño con el paisaje desolado en que da igual irme o quedarme. Estoy
ustedes, los mayores, me han convertido cansado. Soy demasiado mayor, y hay
el horizonte. Cuando preguntan cosas días en los que sólo me levanto con
así, intento abrir camino a la esperanza. ganas de morir matando.
Lee esto, prueba con aquello, viaja a tal
sitio. Traza tu camino con sentido España fue, durante siglos, muchas
común y con decencia. Pero hay días en cosas buenas y malas. Hoy es algo
que ese discurso no me sale. Soy de la parecido a intentar introducir una
generación que ha colaborado en armar especie de barra o varilla por una serie
esta trampa infame, la ratonera donde de piezas hechas con agujeros
viven atrapados tantos jóvenes desiguales: cada uno de un diámetro
dolorosamente lúcidos. No siempre diferente, hechos de materiales distintos
puede transmitir esperanza quien a y situados en diferentes posiciones. No
veces no la tiene. Hace unos días, hay pulso que enhebre el invento, ni
durante uno de los breves contactos que posibilidad de que nadie alinee aquello
mantengo con lectores y amigos a través y funcione la maquinaria. Sin embargo,
de la red social Twitter, me encontré
dando a uno de ellos, que preguntaba No hay pulso que
qué leer con veintisiete años y en paro,
una respuesta inquietante para mí enhebre el invento, ni
mismo: «Un libro para aprender posibilidad de que
idiomas y largarse, o uno donde
aprender a fabricar cócteles molotov». nadie alinee aquello y
Lo de la coctelería era broma, hasta
funcione la
cierto punto. Pero la primera parte del maquinaria. Sin
consejo me salió sincera. A veces creo embargo, me resisto a
que esto no tiene solución. Que este país
irresponsable, históricamente enfermo, creer que nada pueda
está condenado a repetirse a sí mismo hacerse.
hasta la traca final. Y en cada ocasión
recuerdo lo que, de niño, oía a mi
me resisto a creer que nada pueda
abuelo paterno, que era lúcido, culto,
hacerse. No escribiría estos artículos, en
republicano, y usaba sombrero, sobre
tal caso. Sigue habiendo, pese a todo,
todo para quitárselo ante las señoras:
gente que lucha y se arriesga,
2. empresarios dignos, funcionarios camareros. Que, a este paso, serán
decentes, jóvenes solidarios y valerosos quienes nos den de comer.
capaces de levantarse y trabajar cada Algún retorcido consuelo queda de
mañana. De pelear, si hace falta. todo esto: a los principales culpables
Amigos en quienes esperar y confiar. los hemos parido y votado los padres de
Por eso duele más. Por eso ulcera el esos jóvenes. Salen de nuestra entraña
alma verlos maltratados por estas desde hace cuatro décadas. Los
diecisiete Españas injustificadas, engordamos a nuestra costa, tarados por
egoístas y ladronas, donde las ratas y los una dictadura anterior que nos hizo
chacales depredan a su aire, acríticos e ignorantes. El mayor
envidiándose y odiándose a partes homenaje a nuestra imbecilidad
iguales, desmontando cuanto hace nacional tuvo lugar en el Senado hace
posible el respeto y la convivencia. Esa unas semanas, el primer día que allí se
gentuza iletrada, infame, que ha hecho utilizaron las diversas lenguas oficiales
de la política su forma de vida y de con traducción simultánea y pinganillo.
nosotros su negocio, desvalija el país y Ésa es la España que los días de cabreo
se lleva por delante las instituciones en extremo, cuando aconsejo, como mi
su ávida carrera por el dinero y el poder. abuelo, tener idiomas y una maleta por
Destroza el futuro. La impunidad de si hay que largarse, quisiera ahorrar a
esos golfos la garantizan millones de los jóvenes más lúcidos: un andaluz
ciudadanos apáticos sentados ante el medio analfabeto, presidente
televisor, viendo el fútbol y a Belén autonómico, hablaba con torpeza en
Esteban mientras aceptamos, catalán mientras otro andaluz casi tan
aborregados, que nos conviertan en un analfabeto como él, vicepresidente
país miserable, cutre, exclusivo para tercero del Gobierno, escuchaba
turistas baratos de cerveza y vomitona. mediante un auricular la disparatada
Un lugar sin industria ni recursos traducción a una lengua, el castellano,
propios, sin clase media, hecho de que ambos conocían –decir dominaban
buscavidas y mendigos, de es excesivo– casi perfectamente. Y
subvenciones mientras las haya, de mientras, en sus bancos, encantados de
putas y camareros. Dicho sea con todo estar allí, los cómplices de esos dos
el respeto para las putas y los sujetos aplaudían. XLSemanal 1.184