2. TABLA DE CONTENIDO
Justificación
Marco teórico
Buylling
Buylling en el colegio
Matoneo por redes sociales
Testimonios
Matoneo fuera del colegio
Causas
Prevención
Wedgrafia
3. Este trabajo lo realizamos para que la gente se concientice de como hay
personas que pueden hacer daño a los demás de forma psicológica, física,
moral y como estas personas afectadas llegan a quitarse la vida par el maltrato
que sufren.
4. “Bullying”. El primer autor que definió este fenómeno fue Olweus, Es una
palabra inglesa que significa agresión. La cual esta de moda hoy en día, debido
a los numerosos casos de persecución y agresiones que se están detectando
en los colegios, y que están llevando a muchos escolares a vivir situaciones
verdaderamente aterradoras. Implica golpear o dar patadas a otros
compañeros de clase, hacer burlas, etc. Pero estas situaciones resultan
bastantes comunes en los centros educativos y pueden llegar a ser muy
dañinas para quienes las sufren, generalmente en silencio y en soledad, su
duración puede ser de semanas, meses e incluso años y puede derivar en
consecuencias devastadoras como el suicidio, el bullying no distingue
condición social y sexo.
Datos estadísticos.
- Sondeo: La encuesta fue aplicada el año pasado a nivel nacional a alumnos de
séptimo básico a Cuarto Medio.
- Mayor riesgo: El grupo donde el problema de la violencia escolar se presenta
con mayor frecuencia es entre los menores de entre 12 y 13 años.
5. ¿ Cuáles son las características del acoso escolar o Bullying?
- Suele incluir conductas de diversa naturaleza (burlas, amenazas, agresiones
físicas, aislamiento sistemático, etc.).
- Tiende a originar problemas que se repiten y prolongan durante cierto tiempo.
- Suele estar provocado por un alumno, apoyado por un grupo, contra una víctima
que se encuentra indefensa.
- Se mantiene debido a la ignorancia o pasividad de las personas que rodean a
los agresores y a las víctimas sin intervenir directamente.
- La víctima desarrolla miedo y rechazo al contexto en el que sufre la violencia;
pérdida de confianza en sí mismo y en los demás y disminución del rendimiento
escolar.
- Disminuye la capacidad de comprensión moral y de empatía del agresor,
mientras que se produce un refuerzo de un estilo violento de interacción.
- En las personas que observan la violencia sin hacer nada para evitarla, se
produce falta de sensibilidad, apatía e insolidaridad.- Se reduce la calidad de
vida del entorno en el que se produce: dificultad para lograr objetivos y
aumento de los problemas y tensiones.
6. El acoso escolar (también conocido como
hostigamiento escolar, matoneo escolar, o por su
término inglés bullying) es cualquier forma de maltrato
psicológico, verbal o físico producido entre escolares
de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.
Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el
emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio
de los centros escolares. Los protagonistas de los
casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en
proceso de entrada en la adolescencia (12-13 años),
siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el
perfil de víctimas.
El acoso escolar es una forma característica y extrema
de violencia escolar.
El acoso escolar es una especie de tortura, metódica y
sistemática, en la que el agresor maltrata a la víctima, a
menudo con el silencio, la indiferencia o la complicidad
de otros compañeros.
7. Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración
encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de
poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta
fortaleza real o percibida subjetivamente) que aquella. El sujeto maltratado
queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador,
generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas (aunque
estas no formen parte del diagnóstico) es común que el acosado viva
aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso,
triste y solitario en su vida cotidiana.
En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos
sobre el suicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del
hostigamiento hacia las personas sin limitación de edad.
Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan excluir de la participación al
niño acosado. El “tú no”, es el centro de estas conductas con las que el grupo
que acosa segrega socialmente al niño. Al ningunearlo, tratarlo como si no
existiera, aislarlo, impedir su expresión, impedir su participación en juegos, se
produce el vacío social en su entorno.
8.
Empleamos el término Bullying en la escuela para connotar un
comportamiento agresivo o el acto intencional de hacer daño a
algún/a otro/a, que se lleva a cabo de forma constante durante un
período de tiempo y en el cual existe una relación interpersonal
caracterizada por una asimetría de poder.
Por tanto, para que un acto de agresión sea una expresión de
bullying se requiere que la agresión se sostenga en el tiempo y que
entre los involucrados (víctima/agresor) haya una diferencia de
poder. Un acto eventual y único, por muy brutal que sea -como el
reciente caso de la profesora del colegio Pierre Teilhard de
Chardin, acuchillada por uno de sus estudiantes- no es bullying.
Tampoco lo es por cierto, una pelea entre compañeros de igual
fuerza y poder o una escaramuza entre pandillas o grupos.
El hostigamiento tiene que ser permanente en el tiempo y como tal
puede utilizar diversos soportes para ejercerse, los cuales, en la
mayoría de los casos, suelen entremezclarse:
soporte físico (golpes, empujones, robos);
soporte verbal (insultos, amenazas);
soporte relacional o indirecto (exclusión social, rumores) y,
el soporte digital (agresiones vía web, celulares, etc.).
Ninguno de estos actos de forma individual y exclusiva puede
considerarse bullying, a no ser que uno o más de ellos se presenten
consistentemente en el tiempo.
9. Redes sociales como Facebook o MySpace son la nueva arma para el
“matoneo” o acoso en los colegios.
Grupos de Delitos Informáticos Internacionales reconocen que el tema es tan
preocupante que durante el primer semestre del año, las denuncias crecieron
un 300 por ciento con respecto al mismo período de 2008; además de golpes,
burlas, chantajes y discriminación, los niños y jóvenes son víctimas del maltrato
por compañeros del colegio, ahora tienen que soportar un arma terrible sin
control: la Internet.
Al conocido matoneo en los salones de clase y en la ruta escolar —entre otros
escenarios— se le sumó el acoso a través de redes sociales como Facebook o
MySpace, donde los jóvenes son víctimas de burlas, injuria y calumnia por
parte de sus compañeros.
Enrique Chauz, doctor en Educación de la Universidad de Harvard y experto en
violencia escolar, asegura que este tipo de agresión tiene varios agravantes:
“Antes, cuando un joven era intimidado en el colegio, al menos descansaba
mientras no estaba en él, pero ahora el acoso es de 24 horas”, dice el
especialista al referirse a la Internet como una extensión del matoneo. Esto se
propaga rápidamente a través de la red sin ningún control, sobre todo porque
en la mayoría de los casos se utilizan seudónimos que no permiten identificar al
atacante.
10. Grupos creados para atacar a un compañero, calumnias, fotos, chismes,
comentarios ridiculizan tés e insultos vía celular son algunas de las formas
de matoneo virtual y las consecuencias de esta forma de intimidación
pueden llegar a ser más graves que una golpiza, pues el mensaje es
contundente, llega más rápido y a más personas y el daño es mucho más
doloroso y difícil de reparar.
Ni los padres de familia ni los profesores suelen enterarse del acoso a
través de redes sociales, primero, porque los jóvenes no lo comentan, y
segundo, por desconocimiento: los adultos no saben cómo monitorear lo
que ellos hacen en la red.
No crea que el mundo de los niños y jóvenes sea sano, es muy posible que
sus hijos ya no sólo enfrenten acoso físico en el colegio, sino a través de la
Internet. Yo lo invito a que esté muy pendiente de sus amistades, tanto de
las buenas como de las malas, porque posiblemente ellas están
soportando una situación
11. Hola! soy nueva en el foro y he leído los testimonios y me
siento bastante identificada. Mis padres me cambiaron de
colegio en 4º de primaria y la verdad que me costó
integrarme. Era un colegio pequeño, de barrio y no
encontraba un grupo afín. En 6º decidieron las chicas de mi
clase que yo era tonta y bueno, fueron a buscarme a mi casa
todos a decirme que era lo peor, riéndose de mí...y así me
pasé 3 semanas sola jugando en el patio y llorando, hasta que
quisieron hablarme. Se podría decir que vale, son cosas de
niños. Mi problema empezó en 1º de bachillerato. Yo era muy
buena estudiante, la típica que le gusta sacar buenas notas
porque quería hacer medicina, pero al mismo tiempo también
me gustaba salir los fines de semana, o sea que tampoco me
consideraba un bicho raro ni nada parecido. Este grupo,
supuestamente los "geniales" pues sí, aprobaban pero me
consideraban igual, una tonta que sólo quería estudiar. De
repente, empezaron a quedar y no me llamaban, me enteraba
más tarde y eso me hacía sufrir infinitamente. Supuestamente
estaban enfadados conmigo y me hicieron ir y decirles: a ver,
qué os pasa conmigo? en vez de decírmelo ellos a la cara.
12. Ese día me dijeron de todo, que era tonta, que era como otro grupo de empollonas, que
era la pieza del puzle que no encajaba, que me podía ir con ellos en el instituto pero
fuera no...Me dejaron echa polvo. Cada día llegaba llorando a casa por algo que me
decían, porque se reían de mí, porque otros me decían que les habían oído criticarme a
las espaldas (decían que era anoréxica, porque soy delgada)...y yo me seguía yendo
con ellos, era incapaz de hacerles frente. Jamás les dije nada. Al contrario, que querían
algo de apuntes, yo se los dejaba. No sé, creo que pensaba que si les hacía favores,
terminarían aceptándome. Qué triste y qué humillante. También hacían que me llamaba
una de ellas pero el resto estaba escuchando de fondo y oía las risas...cosas de ese
tipo. Si hablaba, se reían, así que llegué a hablar tan bajo que ni se escuchaba. Y por
descontado, que no salía ya nunca y veía cómo todo el mundo tenía amigos y yo
no...Pensé en suicidarme porque día tras día era una lucha, y cuando cuentas esto, la
gente te mira como que estás loca, pero hay que pasarlo. Se lo conté a mis padres, pero
me dijeron que nada, que me enfrentase a ellos, que eran tonterías, que no me
cambiaban de instituto porque a ver si en 2º lo iba a arruinar...En 2º por lo menos dejé
de irme con ellos pero arruiné mi vida por la depresión tan grande que tenía y no
alcancé la nota para medicina, lo que me hundió mas. Lo peor de todo es que me ha
marcado y soy incapaz de tener amigas porque siempre pienso que se ríen de mí, que
hago tonterías, que soy torpe...Una vez le conté a una psicóloga que cada vez que los
veo por la calle, me pongo nerviosa, a temblar y siento las risas, cómo me miran...
13. Aunque el acosador escolar no tiene por qué padecer ninguna enfermedad
mental o trastorno de la personalidad grave, presenta normalmente algún tipo
de psicopatología. Fundamentalmente, presenta ausencia de empatía y algún
tipo de distorsión cognitiva.
La carencia de empatía explica su incapacidad para ponerse en el lugar del
acosado y ser insensible al sufrimiento de este.
La presencia de distorsiones cognitivas tienen que ver con el hecho de que su
interpretación de la realidad suele eludir la evidencia de los hechos y suele
comportar una delegación de responsabilidades en otras personas. Así,
normalmente responsabiliza de su acción acosadora a la víctima, que le habría
molestado o desafiado previamente, con lo que no refleja ningún tipo de
remordimiento respecto de su conducta (los datos indican que,
aproximadamente, un 70% de los acosadores responden a este perfil).
14. La psicología actual, por otra parte, identifica en los acosadores escolares la
existencia probable de una educación familiar permisiva que les puede haber llevado a
no interiorizar suficientemente bien el principio de realidad: los derechos de uno deben
armonizarse con los de los demás. La consecuencia es la dificultad para ponerse en el
lugar del otro por una carencia de altruismo vinculada a un ego que crece a costa de
los demás, meros instrumentos a su servicio, y que tiene un umbral de frustración muy
bajo. Algunos autores denominan a este tipo de niño como niño tirano.
El niño mal educado en la familia probablemente reproducirá en la escuela los hábitos
adquiridos. Ni respetará, ni empatizará con los profesores, ni con sus compañeros.
Sus frustraciones quizá le lleven a elegir un cabeza de turco. A menudo será aquel
compañero que le haga patentes sus limitaciones y carencias, o que, simplemente, le
parezca vulnerable.
Se puede dar el caso de que la ausencia en clase (o, en general, en el centro
educativo) de un clima adecuado de convivencia pueda favorecer la aparición del
acoso escolar. La responsabilidad al respecto oscila entre la figura de unos profesores
que no han recibido una formación específica en cuestiones de intermediación en
situaciones escolares conflictiva, y la disminución de su perfil de autoridad dentro de la
sociedad actual.
El mensaje implícito de determinados programas televisivos de consumo frecuente
entre adolescentes que exponen un modelo de proyecto vital que busca la aspiración
a todo sin
15. Se estima que la intervención simultánea sobre factores individuales, familiares
y socioculturales, es la única vía posible de prevención del acoso escolar. La
prevención se puede realizar en distintos niveles.
Una prevención primaria sería responsabilidad de los padres (apuesta por una
educación democrática y no autoritaria), de la sociedad en conjunto y de los
medios de comunicación (en forma de autorregulación respecto de
determinados contenidos).
Una prevención secundaria sería las medidas concretas sobre la población de
riesgo, esto es, los adolescentes (fundamentalmente, promover un cambio de
mentalidad respecto a la necesidad de denuncia de los casos de acoso escolar
aunque no sean víctimas de ellos), y sobre la población directamente vinculada
a esta, el profesorado (en forma de formación en habilidades adecuadas para
la prevención y resolución de conflictos escolares).
16. Por último, una prevención terciaria serían las medidas de ayuda a los protagonistas
de los casos de acoso escolar.
Resolución de conflictos
Pese a que la figura del acoso en general atiende a un concepto de negación del
conflicto al tratarse de un maltrato soterrado (incluso para la víctima, pues a ella le
declaran la guerra en secreto, nunca abiertamente), tal vez podría hablarse
de conflicto para simplificar el acercamiento a la materia. Y es que el conflicto forma
parte de la vida y es un motor de progreso, pero en determinadas condiciones puede
conducir a la violencia. Para mejorar la convivencia educativa y prevenir la violencia,
es preciso enseñar a resolver conflictos de forma constructiva; es decir, pensando,
dialogando y negociando. Un posible método de resolución de conflictos se desarrolla
en los siguientes pasos:
Definir adecuadamente el conflicto.
Establecer cuáles son los objetivos y ordenarlos según su importancia.
Diseñar las posibles soluciones al conflicto.
Elegir la solución que se considere mejor y elaborar un plan para llevarla a cabo.
Llevar a la práctica la solución elegida.
Valorar los resultados obtenidos y, si no son los deseados, repetir todo el
procedimiento para tratar de mejorarlos.
17. PRESENTADO A:
CAROLINA OSPINA
PRESENTADO POR:
JEFERSON ACOSTA
MICHAEL CASTAÑEDA
CHIA CUNDINAMARCA DE 2012