Los volcanes pudieron haber originado la vida en la Tierra al proporcionar los componentes necesarios para la formación de aminoácidos, según un experimento histórico de 1953 que simuló la atmósfera primitiva y demostró la formación de 13 de los 21 aminoácidos esenciales, y una revisión reciente del experimento concluye que dichos componentes pudieron surgir específicamente de las erupciones volcánicas.