3. La Iglesia ocupó un lugar destacado en las instituciones de la Edad Media. Fue la guía espiritual
de la época. A pesar de su importancia, no pudo mantenerse al margen del sistema vigente:
ella también se “feudalízó, proceso que le originó diversos dificultades.
Sus altas jerarquías recibían feudos de manos de los señores nobles o del emperador. Esto
implicaba que debían rendir juramento de fidelidad y convertirse en vasallos de personas
ajenas a la Iglesia. Era corriente entonces que el emperador o los señores feudales
nombraran obispos y párrocos, y les otorgaran los bienes temporales tanto como los
espirituales. Esto originó una descentralización eclesiástica.
A estos problemas internos se sumó una serie de conflictos y controversias con el alto clero
de Bizancio. La Iglesia de Oriente tomó el nombre de Ortodoxa y desconoció fa autoridad del
Papa. Estos hechos sellaron la ruptura, es decir el Cisma de Oriente, la separación definitiva
de la Iglesia de Bizancio y la Iglesia romana.
Del seno de la Iglesia Católica surgió entonces un movimiento reformador que tuvo como
objetivos principales poner fin a la intromisión del poder laico en los asuntos religiosos y
mejorar el clima espiritual del momento.
Las reformas fueron impulsadas por el Papado y por el clero regular.
4. El vigor de las órdenes monásticas: En el siglo X surgieron con gran vigor nuevos órdenes monásticas, que
intentaron luchar contra los males que aquejaban a la Iglesia. Desde los monasterios se predicaba el
renunciamiento a las vanidades del mundo como una de las condiciones para salvar el alma.
La reforma de los conventos partió de Francia. El 11 de noviembre del año 910, el duque de Aquitania, conocido
como Guillermo el Piadoso, fundó un monasterio en la localidad de Cluny y lo puso bajo la protección directa del
Papa, sustrayéndola de la autoridad del obispo local. Se formó entonces una orden religiosa, la cluniacense, que
observaba con mucho cuidado a regla de de la intromisión estatal. Se debía terminar con la compraventa de
cargos eclesiásticos. Desde Cluny surgió entonces la idea de que el poder laico debía estar subordinado al poder
moral de los eclesiásticos.
La actividad que esta orden desarrolló rehabilito el espíritu religioso en la opinión pública. De esta orden
surgieron muchos clérigos notables, como Hlldebrando que luego se convirtió en el papa Gregorio VII.
5. Eclesiásticas de Gregorio Vll
En el siglo XI surgió otro movimiento reformista en Cister, bosque de Francia, en donde el abad
Roberto con algunos de sus religiosos se instalaron para fundar un monasterio. Aplicaron también
con respeto las reglas de San Benito. Desde allí se desarrollé una orden religiosa de tal magnitud que
no tardó en primordiales: la fe y la caridad, a través del ejemplo de una vida humilde, y con la
renuncia a las riquezas que le brindaba su familia. La orden franciscana fue muy popular y se
convirtió en una de las más fecundas instituciones del catolicismo.