MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
Principio marzo 2018 llamado
1. 1
LLAMADO
Principio Marzo 2018
Año del Renuevo Generacional
Versículo a Memorizar
Isaías 6:8 Y oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces
respondí: Heme aquí; envíame a mí.
El vocablo hebreo usado para llamado es “quara” que significa llamar o llamado y es interesante
porque en varios contextos denota la idea de confrontar. Dios llama (Quara) a nuestras
generaciones una a una, y si no se atiende al llamado de Dios, habrá un encuentro (quara) hostil
con Dios, quien llama a la generación para bendecirla, y para eso, ésta debe descifrar su designio
profético.
El versículo a memorizar hace parte del llamamiento de Isaías,
cuando un ángel le toca los labios con carbón encendido en señal de
perdón de sus pecados y entonces puede decir: “heme aquí;
envíame a mí”.
La Palabra enseña que muchos son los llamados y pocos los que son
elegidos. Entre todo lo que nos puede enseñar este pasaje, podemos
rescatar para este principio, que en el corazón y planes de Dios
encontramos un gran deseo de contar con nosotros para sus
propósitos. Y es que Él nos llama con lazos de amor (Oseas 11:4) y
nos anhela con amor eterno, y la mayor prueba de ello fue entregar
a su Unigénito a morir por nuestros pecados y maldad, pero esa
historia de amor no termina allí, sino que nos llama para conocerle,
adorarle y servirle, y muy sin embargo, muchas veces el hombre no atiende su invitación hechas
con lazos de amor y dulzura, sino que esperamos el tiempo difícil o el día de calamidad para
entonces doblegarnos ante el orgullo y clamar al Padre Celestial pidiendo ayuda y consuelo.
No es el deseo de Dios que lleguemos a experimentar el día de conflicto, pero sin duda él puede
usarlo, para acercarnos por su gracia, ante su presencia.
Mateo fue llamado mientras se dedicaba a sus oficios de cobrador de impuestos (Cuando Jesús se
fue de allí, vio a un hombre llamado Mateo, sentado en la oficina de los tributos, y le
dijo: ¡Sígueme! Y levantándose, le siguió. Mateo 9:9) y tal como dice el versículo, sin reparos siguió
a Jesús. Podríamos decir que este es un llamado aceptado sin conflictos y sin necesidad de día
malo o de tener grandes problemas para entonces decirle al Señor: “heme aquí”. Pero no todos los
llamados son así de fáciles o sencillos. Algunos de los grandes personajes de la Biblia son llamados
en medio de confrontaciones, excusas y temores, tal es el caso de Moisés. Estudiemos un poco su
llamado.
Moisés, llamado desde la zarza (Éxodo 3). Analicemos varios aspectos importantes del llamado de
este gran hombre de Dios que podemos aplicar a nuestros días y vidas.
Cuando Moisés es llamado se encontraba pastoreando las ovejas de su suegro (versículo 1), es
decir, estaba ocupado en un trabajo, al igual que lo estaba Mateo (con los impuestos), y lo estaba
2. 2
Pedro con la pesca, Saulo con la persecución, Samuel con el servicio al sacerdocio, y tú con tus
tareas, por lo que podríamos establecer una primera premisa, y es que Dios llama a gente
ocupada.
Moisés se encontraba pastoreando las ovejas de su suegro, y
éste era sacerdote de Madián (versículo 1), es decir, servía a
los dioses o ídolos de ese pueblo y según las leyes de
sacrificio de ellos. De igual forma, sobre Moisés se
encontraba la muerte de un egipcio, que es el motivo real por
el que huye de Egipto, pues prefirió la gloria de Dios que la
gloria de vivir en el palacio de Faraón. Que quiero decirte con
esto, pues que es mentira que podemos limpiarnos por
nuestra cuenta o arreglar nuestras vidas para luego poder
decirle si al Señor. Algunas personas suelen excusarse para
decirle no al llamado de Dios diciendo que les cuesta mucho
dejar tal pecado o tal mala actitud, y que cuando lo logren,
entonces le podrán aceptar la invitación.
En el versículo 2 el ángel de Dios se revela a través de una
zarza encendida que no se consume, tal como el fuego y
amor de Dios, que nunca dejan de ser. De la misma forma, el Señor usa algo para llamar nuestra
atención, nos atrae a su presencia y podemos ver manifestaciones de su gloria, poder y carácter.
Así como una llamada al celular es identificada por el sonido, la vibración o la luz del aparato, así
también una persona siente el llamado, pero al igual que con una llamada al celular, de nosotros
depende si contestamos, rechazamos o dejamos que siga sonando.
En el versículo siguiente Moisés hace algo que garantizaba el éxito de este llamado, y es que él se
dice a sí mismo que no puede dejar pasar por alto aquella manifestación y que debe acercarse
para ver más de cerca lo que ocurre. Ningún estudiante del BIS podrá decir que no ha visto algo
del poder y amor de Dios, pues en ministraciones, eventos, Semanas del Espíritu, año tras año
somos espectadores de su gracia, más no solo nos quiere Dios que veamos desde las gradas o
sillas, sino que anhela nos acerquemos confiadamente más hacia él.
Cuando Moisés decide acercarse más una voz le dice: “no te acerques; quita tu calzado de tus pies,
porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.”, y es allí donde empezamos a ver la obra
santificadora de Dios a través de la guía por su Palabra, vamos día a día siendo transformados
según el modelo de Jesús. Cuando se lo permitimos, absolutamente todo, puede ser transformado
en Cristo.
Luego que Moisés se quita el calzado escuchamos a Dios hablándole (Versículos 6 al 10) y
manifestándole el propósito de todo ello, pero Moisés es confrontado por la naturaleza misma de
Dios y siente temor (Versículo 6), por lo que se cubre el rostro. Si haz experimentado la presencia
de Dios, sabes que de alguna forma su magnificencia y la perfección de su santidad logra no solo
enamorarnos y llevarnos de deleite en deleite, sino que también llegamos a considerar una
enorme dependencia de su gracia para poder permanecer allí, porque no somos dignos de recibir
tal revelación (el Dios Creador de todo cuanto existe nos toca y se manifiesta a nosotros en
nuestro terreno y en nuestro lenguaje, y eso es de por sí, un gran milagro).
3. 3
Pero todo ello parece volvernos más humildes al reconocer cuanto necesitamos de Dios y cuán
frágiles somos por sí solos. Este momento entonces se vuelve propicio para recibir otro nivel en el
llamado: el del servicio al prójimo, es decir, poner nuestros talentos y dones al servicio de los
demás y esto no se hace solamente dentro del culto o templo, sino que también debe ser dado en
el hogar, la familia, el vecindario, el salón de clases. Dios le dice que la señal de que es enviado por
Él es que le servirá: “Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo
te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.” É odo
3:12.
En versículos siguientes, y ante la inquietud de Moisés, sobre quién era Dios y como tendrían
credibilidad sus palabras ante sus hermanos hebreos, Dios se revela como el Gran Yo Soy y en
varias oportunidades como el Dios Generacional, pues se menciona como el Dios de sus padres,
Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, y esto en referencia a nuestro año del Renuevo
Generacional.
Seguimos leyendo y vemos una conversación fluida y profunda sobre el llamado, los riesgos que
enfrentaría, el respaldo sobrenatural que recibiría e incluso sobre qué saldrían de Egipto no
derrotados y pobres, sino con oro de los egipcios, como una especie de indemnización por tantos
años de aflicción. Moisés se encuentra con un reto grande, algo más grande de lo que antes había
enfrentado y saca de excusas sus temores y problemas del habla, pero cada excusa es derribada
por el poder contúndete de Dios, quien entre varas que se convierten en serpientes y manos que
salen leprosas del pecho (como quien se examina en su interior y ve la lepra que permanece oculta
allí, y sólo puede ser limpiada por la gracia divina); y por último, el recurso de Dios es muy práctico
e interesante, porque el Señor no decide hacer un milagro en el habla de Moisés, sino que le
coloca a su hermano Aarón para ser su auto parlante vivo. ¿No es maravilloso nuestro Dios? Hay
cosas de ti que Dios no cambiará porque sencillamente no son pecados, pero sí te ayudará
dándote los recursos que necesitas para cumplir con eso que te pide hacer.
¿Acaso el Dios que creo todo no podía darle una oratoria fluida a Moisés? Pero no lo quiso así, y
eso es sencillamente hermoso. Dios te usará así como eres, no tienes que parecerte a nadie en
particular, solamente ser cada día más parecido a Jesús en su carácter.
Y entonces sí, Moisés accede a ser ese instrumento de liberación para el pueblo hebreo no sin
antes valerle una “enojada” de Dios. “Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco
yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se
alegrará en su corazón.” É odo 4:14
4. 4
Recapitulemos entonces los puntos a tener en cuenta:
1. Dios llama al ocupado a seguirle y servirle, y no a los ociosos. No esperes entonces
quedarte sin ocupaciones o tareas para decirle un gran SI al Señor, pues él llama a gente
ocupada, así como tú.
2. No necesitas ser el más santo de todos ni ser 100% puro para aceptar el llamado de Dios.
De hecho, alguien dijo sobre el apóstol Pablo: “siendo Saulo de Tarso pensaba que debía
ser bueno para acercarse a Dios, más cuando fue Pablo entendió que solo acercándose a
Dios podría ser bueno por su gracia y favor). Así que no puedes usar tus malos hábitos ni
pecados para excusarte ante el llamado de Dios. Si practicas pecado y eres llamado debes
saber que Dios sabe terminar lo que inicia, así que puedes confiar que serás limpiado por
el poder de su amor y de su sangre.
3. Dios llamará nuestra atención de alguna manera. Se puede valer de una ministración, la
enfermedad de un familiar o cualquier otra forma.
4. Es importante que cuando seas llamado o veas la manifestación de Dios así como Moisés
vio una zarza que ardía y no se consumía, tu corazón se incline y pueda decir en humildad:
“necesito acercarme y conocer más”
5. Una vez cerca de Dios, puedes llegar a pensar que todo está listo, pero quizás la aventura
apenas inicia, y es que el Señor anhela no solo tenernos cerca, sino limpiarnos,
moldearnos, librarnos de malos hábitos. Este proceso en ocasiones asusta, pero puedes
confiar que en las manos de Dios no serás avergonzado, sino que él hará de sus maravillas
para hacer de ti todo lo que ha soñado.
6. Ese calzado que Moisés debió quitarse en nuestros días y vida practica puede representar
despojarnos de algo que le ofende, actitudes que copiamos del mundo, o renunciar a
amistades que nos hacen mal, por ejemplo. Debemos ser valientes y obedientes creyendo
que todo lo que no pide es por nuestro bien.
Versículos de Apoyo
Hechos 13:2
PARA REFLEXIONAR:
Decide ser diligente al buscar a Dios. Deja a un lado la pereza y la indiferencia por lo espiritual y
corre a tu propia zarza, allí encontrarás revelación divina.
Acercarse a Dios implica no sólo derechos sino también responsabilidades. Tendrás que ser
valiente para limpiar por su sangre y gracia tu vida cada día y crecer a la estatura de Cristo
sacrificándote en cuerpo, alma y mente.
Debes ser agradecido y humilde al escuchar el llamado y ser comisionado, pues es un privilegio.
Decide servir a Dios en la congregación donde estas, pero también sirve en el barrio, en la familia,
en la escuela. Pon tus habilidades y dones al servicio de los demás. Hacer parte de un grupo de
recolección de basura en la comunidad o escuela parecería no ser espiritual, pero es mentira, pues
es un acto muy valioso de servicio y amor al prójimo y a la creación de Dios, por darte un ejemplo.
Las excusas no le caen bien a Dios. Déjalas a un lado. Él mismos Dios que ayuda a preparar tus
tareas es el mismo que te invita a servirlo, y ni se contradice a sí mismo, ni es un loco sin sentido u
orden. Las tareas, la timidez, la distancia, el vehículo, entre muchas más no son excusas válidas
para Dios.
5. 5
Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo
para la obra a la que los he llamado.
Marcos 1:16
Mientras caminaba junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, hermano de Simón, echando
una red en el mar, porque eran pescadores.
Jeremías 1:5
Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes que nacieras, te consagré, te puse
por profeta a las naciones.
PROYECTO. Para entregar el lunes 19 o martes 20 de marzo que te corresponda
1. Realiza un estudio del llamado de Jeremías o de Isaías, según lo desees, así como el
estudio que acabas de leer sobre el llamado de Moisés (páginas 2 y 3)
2. ¿A qué crees que te ha llamado el Señor? Te presentamos algunas opciones: maestro de la
Palabra, líder juvenil, alabanza, misionero, predicador, pastor, servidor, consejero,
intercesor, entre otros.
3. ¿Cómo has respondido tú ante el llamado de Dios? Explica y reflexiona en media página.