El documento habla sobre la atención a personas con discapacidad. Explica que la empatía y la asertividad son fundamentales para atender correctamente a estas personas. Además, destaca que las personas con discapacidad no son diferentes, sólo tienen capacidades limitadas, y requieren una atención individualizada para lograr los mismos objetivos que el resto de la población. Por último, propone algunas pautas generales de conducta aplicables a muchos casos de discapacidad.
1. Centro de Educación de Personas Adultas “Lucas Aguirre” de Cuenca
DEPARTAMENTO DE ORIENTACIÓN
ATENCIÓN A LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD
ATENCIÓN A LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD
Atender correctamente a las personas con discapacidad es una cuestión de
educación, voluntad y respeto.
EMPATÍA es la palabra que define el mecanismo que hay que poner en marcha para
atender a personas con discapacidad, en definitiva para atender a todas las personas.
Si ese mecanismo se completa con ASERTIVIDAD, la correcta atención ésta
garantizada.
Las personas con discapacidad no son diferentes del resto de la población, sólo tienen
una o varias capacidades distorsionadas, afectadas o limitadas.
Las personas con discapacidad requieren una atención diferencial, en tanto en cuanto
se salen de la norma. Se trata de individualizar la atención prestada, de poner empeño
en que reciban atención adecuada y se logren los mismos objetivos que con el resto;
es decir, que queden satisfechas.
La persona con discapacidad necesita que se tenga presente que en ocasiones
requiere de ayuda diferente y decimos la persona y no las personas porque cada una
necesitará una ayuda diferente para lograr la misma participación social.
Antes mencionamos situaciones de discapacidad que se pueden dar de manera
temporal y que requieren de quien nos atiende un interés diferencial. Hablamos con
naturalidad de que, cuando optamos a empleos, relacionados con el turismo, las
personas que se decantan por ellos dominen el idioma de los clientes que
potencialmente pueden atender, ya que dichos clientes en nuestro país están
discapacitados para la comunicación.
Si bien no es razonable pretender que todos los ciudadanos que podrán atender
apersonas con discapacidad tuviesen una formación específica en este tema, sí
parece razonable que todos desarrollen la sensibilidad e interés necesario para
favorecer la participación de este colectivo.
No existen fórmulas magistrales a poner en marcha, pero sí pueden considerarse unas
pautas generales de conducta, aplicables a un número importante de casos que se
pueden tener en cuenta según el tipo de persona con discapacidad con el que
vayamos a tratar y que será más o menos relevante en función de la actividad en la
que se participe.
Téngase en cuenta que se trata de generalidades aplicables a un número importante
de casos, pero innecesario en otros.
FUENTE:
Guía abreviada de atención a personas con
discapacidad
2ª edición actualizada
FUNDOSA SOCIAL CONSULTING