2. Para subrayar un texto …
1. Lee el texto por completo para hacerte una idea de
qué trata.
2. Utiliza dos colores:
◦ A = Ideas principales.
◦ B = Ideas secundarias.
3. Subraya palabras sueltas o sintagmas, nunca
fragmentos enteros.
4. La mayoría de palabras subrayadas deben ser
sustantivos (80%), verbos y adjetivos.
5. Una vez subrayado, revisa el texto para añadir o
quitar palabras.
Veamos un ejemplo:
3.
4. ¿Pero cómo encuentro las
palabras clave de un texto?
Aprendamos con una sola oración.
◦ Subraya el sustantivo clave de la
siguiente oración:
«Los argumentos pueden clasificarse
según tres criterios fundamentales»
«Los argumentos pueden clasificarse
según tres criterios fundamentales»
5. ¿Qué tal si probamos con todo un
párrafo? Busca sustantivos - o sintagmas
- clave en cada una de las siguientes
oraciones. Si lo consideras necesario
puedes señalar también algún adjetivo o
verbo:
«Entre las novelas del llamado boom
hispanoamiricano se encuentran algunas de las
principales obras del siglo xx escritas en español. Se
trata de títulos como La ciudad y los perros, de Mario
Vargas Llosa; Rayuela de Julio Cortázar; El túnel, de
Ernesto Sábato; o Pedro Páramo de Juan Rulfo. Sin
embargo, tal vez la obra de mayor éxito crítico y
popular fuera la novela Cien años de soledad, de
Gabriel García Márquez, que está considerada como
una de las obras maestras del siglo xx».
6. «Entre las novelas del llamado boom
hispanoamericano se encuentran algunas
de las principales obras del siglo xx
escritas en español. Se trata de títulos
como La ciudad y los perros, de Mario
Vargas Llosa; Rayuela de Julio Cortázar;
El túnel, de Ernesto Sábato; o Pedro
Páramo de Juan Rulfo. Sin embargo, tal
vez la obra de mayor éxito crítico y
popular fuera la novela Cien años de
soledad, de Gabriel García Márquez, que
está considerada como una de las obras
maestras del siglo xx».
7. Y ahora, probemos con un texto.
Subraya de cada oración entre tres y cuatro
sustantivos; y un máximo de dos verbos y
dos adjetivos.
El hombre se ha movido siempre por dos
aspiraciones irremediables e
irremediablemente vagas: la felicidad y la
justicia. Ambas están unidas por parentescos
casi olvidados. Hans Kelsen, uno de los
grandes juristas del pasado siglo, los
describió con claridad: «La búsqueda de la
justicia es la eterna búsqueda de la felicidad
humana. Es una finalidad que el hombre no
puede buscar por sí mismo, y por ello la
busca en la sociedad. La justicia es la
felicidad social, garantizada por un orden
social». La felicidad política es una condición
imprescindible para la felicidad personal.
8. El hombre se ha movido siempre por dos
aspiraciones irremediables e
irremediablemente vagas: la felicidad y la
justicia. Ambas están unidas por parentescos
casi olvidados. Hans Kelsen, uno de los
grandes juristas del pasado siglo, los
describió con claridad: «La búsqueda de la
justicia es la eterna búsqueda de la felicidad
humana. Es una finalidad que el hombre no
puede encontrar por sí mismo, y por ello la
busca en la sociedad. La justicia es la
felicidad social, garantizada por un orden
social». La felicidad política es una condición
imprescindible para la felicidad personal.
9. ¿Y qué gano yo subrayando?
Desarrollo mi capacidad de análisis y
observación.
Mejoro la comprensión y la estructuración
de ideas.
Me planteo qué es lo principal y qué es lo
secundario.
Hago una lectura más activa; me obliga a
fijar más la atención.
Me resulta más fácil repasar y releer de
forma rápida el texto.
Soy capaz de hacer un buen resumen.
10. Errores que podemos
cometer:
Subrayar antes de haber realizado una
lectura completa. Suele conllevar un
subrayado en el que no se aprecie la
diferenciación de ideas principales y
secundarias.
Subrayar en exceso, no solamente las
palabras clave. Esto no nos ayuda, puesto
que a la hora de hacer una síntesis tenemos
nuevamente que leer todo lo subrayado y
hacer entonces el análisis que no hicimos
anteriormente. Por tanto, no es conveniente
abusar del subrayado; debemos limitarnos a
las palabras clave o, como mucho, frases
clave.