El documento habla sobre la producción agrícola. Explica que los agricultores dependen de recursos naturales como el suelo y el agua, y deben usar prácticas sostenibles para conservarlos. También describe el sistema de cultivo usado por los taínos llamado conucos. Finalmente, argumenta que la agricultura necesita más inversiones, políticas públicas y transparencia para satisfacer la creciente demanda de alimentos mundial en los próximos años de manera sostenible.
3. Produccion agrícola
•
Para que los agricultores puedan producir alimentos hacen uso de dos recursos naturales
importantes:
• el suelo y el agua. Esta labor a menudo la realizan, en áreas donde la topografía es montañosa con
altas pendientes donde se requieren prácticas para el manejo de la escorrentía y control de
erosión. El suelo y el agua son también recursos vitales para toda actividad humana. Por tal razón
el agricultor debe conocer las prácticas recomendadas para el uso efectivo y la conservación de
éstos recursos esenciales.
•
La tarea del manejo eficiente de la tierra y del agua clasifica al agricultor como un mayordomo o
administrador de los recursos naturales. La mayordomía comienza con una auto-evaluación de la
finca para identificar las posibles fuentes de contaminación y sus posibles efectos en áreas
circundantes. Algunos ejemlos de indicadores de prácticas ineficientes que pueden afectar
grandemente la caldiad del agua pueden ser:
• el sobre pastoreo,
• la aplicación excesiva y el manejo del estiércol,
• el libre acceso al ganado a los cuerpos de agua (quebradas, charcas, humedales o pantanos),
• y permitir la erosión.
5. Produccion agrícola
• Los taínos basaron su producción agrícola en
el sistema de conucos, o áreas para cultivación,
el cual fue heredado de los ostionoides y
perfeccionado por ellos, permitiéndoles
desarrollar una producción de gran escala y
calidad.
Los conucos consistieron en montones que
podían medir hasta tres metros y medio de
diámetro. Los montones estaban hechos de
una mezcla de capa vegetal y de desperdicios;
en su base se sembraban las matas de yuca y
en algunas ocasiones el maíz.
El sistema de quemar los árboles cortados y
aprovechar la ceniza como abono, tanto como
el uso de canales de irrigación, permitió, entre
otros avances, el cultivo de tabaco y maní y
una gran variedad de frutas.
7. La agricultura necesita medidas
políticas, inversiones y transparencia
• La subida del precio de los cereales a raíz de la sequía en los Estados Unidos recuerda de nuevo que la seguridad
alimentaria es un envite muy real. Si una región agrícola sufre problemas ahora, es motivo de preocupación para
el mundo entero. Seguir con gran vigilancia la evolución de la situación en cada crisis climática o sanitaria se ha
convertido en una responsabilidad política y social de toda la sociedad en todos los continentes.
• Desde hace unos años suele agravar esta preocupación el espejo deformador de los centros financieros. Un
análisis de la situación de las cosechas y de las reservas permite en general relativizar el problema, aunque el del
reparto planetario de esas reservas es muy real. Es innegable que producir más y mejor es una necesidad absoluta
en el mundo.
• La demanda de alimentos aumentará en un 70% de aquí a 2050. La necesidad de alimentarse no se puede aplazar,
como se puede hacer con otras necesidades ligadas al desarrollo económico progresivo de una sociedad. Esa
necesidad de alimentos es ineludible, tanto en las regiones en guerra como en las que están en paz, en las ricas
como en las pobres, en los años lluviosos como en los de sequía.
• Por supuesto, el esfuerzo necesario no es el mismo si se vive en un país del norte o en otro del sur, pero esta
constatación exige medidas enérgicas. Para aumentar la producción sin destruir irremediablemente los recursos
naturales y haciendo frente al mismo tiempo al gran reto del cambio climático, la agricultura mundial precisa
inversiones, políticas públicas y previsibilidad.
• Europa dispone de unos conocimientos técnicos que puede compartir
• ¿Cómo explicar entonces que la ayuda internacional a los proyectos de desarrollo agrícola haya disminuido casi el
50% estos 30 últimos años? ¿Cómo explicar que no se deje de señalar con el dedo a los presupuestos destinados a
la agricultura pese a que distan de ser excesivos?
• La agricultura debe volver a ser una prioridad política, y no solo en declaraciones de buenas intenciones ni cuando
se produce una crisis, sino con verdaderos márgenes de maniobra para los poderes públicos, en torno a los tres
temas de la seguridad alimentaria, la sostenibilidad y el desarrollo de los territorios rurales.