El secreto del dominio propio: ser llenos del Espíritu Santo
1. “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que
cree todo le es posible” (Marcos
9:23)
2.
3. Salomón dijo: “Mejor es el que tarda en airarse
que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu,
que el que toma una ciudad” (Proverbios 16.32).
Dios dice que el verdadero logro de una
persona es tener dominio de su propio
espíritu.
Se necesita ser una mejor persona para
controlar el espíritu propio que para
conquistar una ciudad.
Salomón también escribió: “Como ciudad
derribada y sin muro es el hombre cuyo
espíritu no tiene rienda” (Proverbios 25.28).
4. “Sanson”
¡Sí que estaba en lo cierto Salomón cuando
dijo, que es más difícil para un hombre
controlar su espíritu que gobernar una
ciudad!
Santiago 1:13. Cuando alguno es tentado, no diga que es
tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado
por el mal, ni él tienta a nadie; 14. sino que cada uno es
tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y
seducido. 15. Entonces la concupiscencia, después que ha
concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo
consumado, da a luz la muerte.
5. ¿Cuantas veces aparece la palabra
Templanza en la Biblia?
RALE “Una de las cuatro virtudes cardinales,
que consiste en moderar los apetitos y el uso
excesivo de los sentidos, sujetándolos a la razón.”
Por tanto encontramos que la templanza
es el elemento regulador entre nuestros
impulsos negativos y la razón, o más bien
la que nos ayuda a controlar esos
impulsos.
6. Por otro lado, el vocablo griego del cual se
traduce es “enkráteia” que de acuerdo al
diccionario Strong significa dominio propio y
continencia además de templanza.
Ira 346 Amor 238
Enojo 65 Sabiduría 262
Furor 115 Paciencia 49
Total 526 Total 549
el Señor se preocupo por mantener el equilibrio
entre los detonadores de sentimientos y
reacciones, con tal de que en nosotros existiera
7. La templanza o el dominio propio no es algo
que simplemente desarrollamos nosotros
mismos; es un don del Espíritu Santo
cuando éste está en control de nuestras
vidas. Galatas 5:16-23
Una persona puede ser
controlada por la carne
y llevar a cabo los
deseos u obras de la
carne, o puede andar
en el Espíritu, ser
conducido por el
Espíritu, y dar el fruto
Esto fue lo que
dijo: “Mas el fruto
del Espíritu es amor,
gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad,
fe mansedumbre,
templanza;…”
8. ¿Significará esto que no tenemos dominio
sobre el dominio propio?
¿Residirá todo en lo que Dios haga y nada
en lo que nosotros hagamos?
¡Por supuesto que no!
Hechos 24:25 Pero al disertar Pablo acerca de la
justicia, del DOMINIO PROPIO y del juicio
venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora vete; pero
cuando tenga oportunidad te llamaré.
9. Si él no hubiera sido responsable de su
falta de dominio propio, no habría sido
necesario que se espantara o que se
preocupara por su destino.
10. es igual a ponerse uno en el peligro de
recaer de la fe en Dios.
Si uno cede el control de su vida al Espíritu,
permite que el Espíritu le guíe, y anda en el
camino del Espíritu, él tal desarrollará el
dominio propio —junto con los demás
componentes del fruto del Espíritu.
La palabra raíz de la cual se
traduce la frase “dominio propio” es
la palabra “fortaleza”.
11. 2 Pedro 1:5-10. vosotros también, poniendo toda
diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe
virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento,
dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la
paciencia, piedad; . a la piedad, afecto fraternal; y
al afecto fraternal, amor. . Porque si estas cosas
están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar
ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de
nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene
estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego,
habiendo olvidado la purificación de sus antiguos
pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más
procurad hacer firme vuestra vocación y elección;
porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.
El no tener esta gracia es igual a estar
ciego;
12. 1 Corintios 9.25–27: Todo aquel que lucha, de
todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir
una corona corruptible, pero nosotros, una
incorruptible. Así que, yo de esta manera peleo, no
como quien golpea el aire, sino que golpeo mi
cuerpo, y los pongo en servidumbre, no sea que
habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga
a ser eliminado.
13. El hecho de que el dominio propio se
mencione como una de las cualidades
necesarias para ser un anciano dentro de la
iglesia, demuestra el nivel de madurez que
se necesita para tener tal dominio. El que
carece de dominio propio carece de
madurez y de fortaleza espiritual
Tito 1.8 “dueño de sí mismo”
1 Timoteo 3.2 “sobrio”
14. Una forma de verificarlo es nuestra habilidad para
refrenar la lengua.
Santiago 1.26 dice: “Si alguno se cree religioso entre
vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su
corazón, la religión del tal es vana”.
Santiago 3.2 leemos lo siguiente: “Porque todos
ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra,
éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el
cuerpo”.
Santiago 3:7-8 continuó diciendo: “Porque toda
naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del
mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana;
pero ningún hombre puede dominar la lengua, que es un
mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal”
15. Jesús dijo: “Más yo os digo que de toda palabra
ociosa que hablen ? los hombres, de ella darán
cuenta en el día del juicio” (Mateo 12.36).
La mayor parte del tiempo, no es intención de
las personas el hacer un mal uso de la lengua.
• la Verdad será superior a la mentira,
• la Bondad será mejor que la maldad, y
• la Utilidad estará sobre la inutilidad de
las
cosas o eventos del diario vivir.
16. El secreto del dominio propio
En Efesios 5:18 el apóstol contrasta la
embriaguez con ser lleno del Espíritu: “No
os embriaguéis con vino, en lo cual hay
disolución; antes bien sed llenos del
Espíritu.”
Romanos 8:5-9 Porque los que son de la carne
piensan en las cosas de la carne; pero los que son del
Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la
carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y
paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad
contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni
tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden
agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino
según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en