Un campesino tenía un toro reproductor muy valioso que alquilaba a los hacendados locales. Cuando los hacendados quisieron comprar el toro, el campesino pidió un precio absurdo para conservarlo. El alcalde terminó comprando el toro con fondos públicos para beneficiar a toda la comunidad, pero el toro se negó a reproducirse, alegando que ahora era un funcionario público.