En la época moderna, las mujeres tenían funciones en el espacio público y privado. En el hogar, cuidaban de la familia y trabajaban, aunque recibían poca educación formal. Los humanistas defendían la igualdad entre los géneros, pero otros como Erasmo y Vives promovían la sumisión femenina y limitaban su educación y participación social. Las mujeres nobles y de la burguesía aprendían en casa, aunque su cultura debía servir a la virtud y al matrimonio.
21. En la época moderna lo masculino
dominaba el espacio público, pero las
mujeres tenían también allí sus
propias funciones, algunas en la
sombra, que hay que descubrir y
reivindicar. Sin embargo, era en el
ámbito doméstico donde podemos
encontrar sobre todo a las mujeres,
cuidando de la casa y de la familia,
trabajando, pero también disfrutando
de momentos de intimidad y de
sociabilidad.
22. los llamados humanistas defendieron la igualdad de hombres y de
mujeres, seguían destacando por el contrario la existente división de
géneros en la sociedad y en la familia; así, Erasmo y Luis Vives y otros
aconsejaban “educar” a las mujeres para ser única y exclusivamente
hijas y esposas sumisas y buenas madres de familia; por tanto, tenían
que hablar poco, someterse a las decisiones del marido, salir a la calle
lo menos posible y abstenerse de amistades femeninas. También
existían otros condicionantes por los cuales se creaban grandes
diferencias incluso entre ellas mismas como eran la cuna y la fortuna
(en otras fuentes consideran también la dote).
Las más afortunadas, aún a pesar de no recibir una educación
exquisita, eran las amas de casa nobles las cuales custodiaban e
inspeccionaban la “educación” de sus hijos además de coordinar y
dirigir a sus sirvientes; las menos afortunadas, las mujeres campesinas
llevaban a cabo todo tipo de trabajos en el hogar, los realizaban no en
labor de supervisión sino en un papel de 1ª persona, una labor directa:
limpiar, preparar alimentos, cuidar animales, curar y tejer el cáñamo o
el lino e incluso existían amas de casa no privilegiadas de las ciudades
compaginaban el trabajo doméstico y el del taller.
23. Las mujeres con recursos, las mujeres nobles y
de la burguesía aprendían doctrina cristiana, a
leer y escribir, costura y, a veces, música en su
casa, con profesores particulares o con sus
madres, también en internados femeninos o en
conventos. Algunos humanistas partidarios de la
educación femenina se enfrentan a los que
opinan que esto es inútil. Con las publicaciones
de Erasmo de Rotterdam o Luis Vives se inicia
un cambio cualitativo protagonizado por la idea
humanista de fomentar la educación personal.
No obstante, la función de la cultura en las
mujeres era preferentemente la búsqueda de la
virtud. El poder de las mujeres residía en su
atractivo, si a ese poder se le añadía el de la
cultura podía ser catastrófico. La mujer debía
ser educada para el matrimonio o para el
convento.
Fue excepcional el caso de Beatriz Galindo, apodada “la latina”,
que por su dominio de esta lengua no ingresó en un convento,
como era su destino, y se convirtió en preceptora de los hijos
de los Reyes Católicos
24.
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26.
27.
28. Auto de fe presidido por Santo Domingo de
Guzmán de Berruguete.
36. Portulano del océano Atlántico Nororiental. Carta náutica de Joan Martines (siglo XVI).
37.
38. Miniatura que representa a una indígena escanciando el chocolate amargo, realizada
por un tlacuilo (el que escribe pintando) indígena, con anotaciones de un misionero en
castellano (siglo XVI).
39. Grabado que ilustra el trabajo de los indígenas en las minas de la América española del
siglo XVI.