Robert Alonzi nació en 1953 en Bélgica de padres inmigrantes italianos. Se convirtió en uno de los artistas más conocidos y cotizados de Bélgica a pesar de ser autodidacta. Pinta gente de todas las clases sociales y niños, usando su arte para expresar sus miedos y angustias a través de ellos. Sus obras evolucionaron de ser muy oscuras a transmitir dulzura, serenidad y calma.