2. Arthur Schopenhauer (1788-1860), filósofo alemán,
famoso por su doctrina del pesimismo.
Nació el 22 de febrero de 1788 en Danzig (actual
Gdańsk, Polonia), y estudió en las universidades
de Gotinga, Berlín y Jena. Se instaló en Frankfurt
del Main, donde llevó una vida solitaria y se volcó
en el estudio de los sistemas filosóficos del
budismo e hinduismo y del misticismo.
3. En su obra
principal, El mundo
como voluntad y
representación (1819),
proponía los
elementos éticos y
metafísicos
dominantes en su
filosofía atea y
pesimista.
4. En desacuerdo con la escuela
del idealismo, se opuso con
dureza a las ideas de George
Wilhelm Friedrich Hegel, que
creía en la naturaleza
espiritual de toda realidad. En
su lugar, aceptaba, con
algunas reservas, la teoría de
Immanuel Kant según la cual
los fenómenos existen sólo en
la medida en que la mente los
percibe como
representaciones.
5. Sin embargo, no estaba de
acuerdo con éste en que la
“cosa-en-sí” (Ding an sich),
o realidad última, exista
más allá de la experiencia.
La identificaba por su
parte con la voluntad
experimentada. No
obstante, la voluntad no
está limitada a una acción
voluntaria previsible, sino
que toda la actividad
experimentada por la
personalidad es voluntad,
incluidas las funciones
fisiológicas inconscientes.
6. Schopenhauer llegó a
la conclusión de que la
realidad innata de
todas las apariencias
materiales es la
voluntad, y que la
realidad última es una
voluntad universal.
7. Para Schopenhauer, la
voluntad lleva a la persona al
dolor, remedio al sufrimiento
y a la muerte; a un ciclo sin fin
de nacimiento, muerte y
renacimiento, y la actividad de
la voluntad sólo puede ser
llevada a un fin a través de
una actitud de renuncia, en la
que la razón gobierne la
voluntad hasta el punto que
cese de esforzarse.
8. Schopenhauer concebía la existencia en este
mundo como un hecho arraigado en la miseria,
el dolor y una lucha sin fin. Un pesimismo
general rodea la idea de que todo fin y
propósito de la vida son ilusorios. Opuesto al
pesimismo está el optimismo, que da por
bueno el mundo como es y contiene el
sentimiento genérico de la esperanza.
9. El pensador alemán concebía un principio activo
básico, la voluntad, que actúa como fuerza conductora
en todas las formas de existencia y que causa en los
individuos una inevitable insatisfacción y sufrimiento,
sentimientos que sólo pueden ser contrarrestados a
través de la resignación.