La privatización implica transferir actividades empresariales del sector público al privado. Un rasgo del neoliberalismo es promover las privatizaciones sin considerar sus consecuencias sociales. Algunos argumentan que las privatizaciones podrían generar ingresos fiscales e impulsar el desarrollo, pero otros sostienen que también podrían aumentar la dependencia económica y la desigualdad.
PROTOCOLO DE RESPUESTA PARA LLAMADAS DE EMERGENCIA AL 911.docx
La privatización como camino hacia el neoliberalismo
1. La privatización es un proceso jurídico-económico mediante el cual las
actividades empresariales son transferidas del sector público al sector privado,
es decir, traspasadas o tomadas ya sea desde el Estado o la comunidad (ver
Bien público y propiedad comunitaria) hacia agentes económicos privados.
Uno de los rasgos de la ideología neoliberal es el dogma de las privatizaciones.
Las privatizaciones como imperativo absoluto, sin discusión, sin reflexión, sin
discriminaciones, sin discernimiento acerca de qué bienes colectivos que
conviene por su peculiar índole, por su peculiar funcionamiento, por el peculiar
ámbito de la economía en que se encuentra- transferir a la actividad privada.
Privatizaciones, sin más, a cualquier precio, de cualquier modo, cualesquiera
sean las consecuencias, cualesquiera sean los efectos y costos sociales, y su
impacto sobre el bien común. La privatización le traerá a la nación importantes
ingresos, y por medio de la administración cancelaría ante todo la preocupante
deuda externa e interna, también el déficit fiscal, tomando en cuenta que la
privatización eliminaría en gran parte la enorme burocracia existente, producto
del exceso del personal, el cual sin duda haría bajar el presupuesto en un 50
por ciento o más, el ingreso fiscal se duplicaría. Ya que los nuevos propietarios
o accionistas de las empresas privadas si pagarían sus respectivos impuestos
a la nación, cuyo dinero podría ser invertido además en un gran plan de
infraestructura regional, vial, fronterizo y habitacional, para que en pocos años
la Administración Gubernamental (bien administrada y pensando en un bien de
país), pudiera acabar con la actual pobreza marginal que cada día aumenta
más y más en todo el territorio nacional.
Neoliberalismo
Movimiento de actualización del liberalismo, aparecido después de la Primera
Guerra Mundial, que limita la intervención del Estado en asuntos jurídicos y
económicos. Un gobierno verdaderamente nacionalista y revolucionario,
establecería una alianza estratégica con el empresariado nacional, en aras de
lograr el desarrollo industrial del petróleo, el aluminio y el hierro, por ser
materias primas con muchos derivados para el uso o utilización de la
humanidad; tal como se había discutido entre los sectores civiles y militares
que participaron de manera directa e indirecta, en los levantamientos del 4 de
febrero y el 27 de noviembre de 1992; ya que se consideraba que el
compromiso con la dependencia extranjera de las cúpulas de AD y COPEI, les
impedía llevar a cabo una propuesta de este tipo.
Como la práctica determina la verdad de un planteamiento, no se es anti-
neoliberal por los insultos que alguien haga al neoliberalismo o al socio
mayoritario de las trasnacionales, cuando endeuda de manera grosera e
2. injustificable al país con la banca mundial o principal instrumento del capital
internacional y su política (el neoliberalismo), ya que tenemos grandes ingresos
petroleros. Es un falso nacionalista el que implanta condiciones para aumentar
la dependencia de los productos importados en detrimento del empresariado
nacional, puesto que contribuye a la deformación del aparato productivo, con
secuelas como el desempleo. Siendo que la inversión extranjera, tendría que
reglamentarse en aras del desarrollo industrial, turístico y agropecuario. Es un
falso revolucionario quien oculta su fracaso en la generación de empleos
estables, seguridad, buenos servicios públicos o en el combate de la
corrupción, con supuestos planes de magnicidio o el llamado a una guerra
asimétrica en contra de un gobierno imperialista; siendo que su política
energética como la Plataforma Deltana o las "asocia-ciones estratégicas" para
la extracción del petróleo y el gas, nos limitan ha seguir siendo una nación
dependiente a las trasnacionales (principalmente norteamericanas) y la
comercialización de los derivados que extraen de esta riqueza natural.