Este documento resume las posiciones filosóficas del voluntarismo de Agustín de Hipona y Lutero, y del intelectualismo de Tomás de Aquino sobre la libertad, la voluntad y la razón humanas. Según el voluntarismo, la libertad reside en la voluntad más que en la razón, y requiere la gracia divina para hacer el bien. El intelectualismo de Tomás de Aquino sostiene que los seres humanos buscan la felicidad siguiendo su naturaleza racional y una ley moral natural.
7. VOLUNTARISMO: AGUSTIN
DE HIPONA (354-430),
LUTERO (1483 -1546)
Se trata de ordenar la conducta de acuerdo con los mandatos y las leyes divinas.
Tendencia neoplatónica.
La libertad es algo propio de la voluntad y no de la razón. La razón puede conocer el bien y la voluntad rechazarlo.
Abandonados al libre albedrio, nos alejamos del autentico camino y terminamos perdidos en los vicios y errores.
El amor que aspira a lo eterno no puede hallar satisfacción en lo pasajero. El hombre debe optar entre lo pasajero y lo
definitivo.
Solo podemos salir de esta situación con la ayuda de Dios, mediante la gracia espiritual. Para hacer el bien se requieren
dos condiciones: un don de Dios, consiste en la gracia, y un libre arbitrio. La libertad consiste en usar bien le libre albedrio.
Para Lutero nuestros errores, pecados y equivocaciones morales significan muy poco. Solo cuanta nuestra fe y confianza
en la misericordia divina.
8. INTELECTUALISMO:
THOMAS DE AQUINO (1225 -
1274)
Tendencia Aristotélica. Todo ser cumple un fin según su naturaleza.
Las personas son seres dotados de razón y de voluntad libre, son
dueñas de su actividad moral.
El fin propio de los humanos consiste en la búsqueda de la felicidad.
Esto es así porque existe una ley moral natural, que es universal,
mutable y evidente que nos indica lo bueno y lo malo, lo que se debe
hacer y lo que se debe evitar.