1. Doblemente víctima: Este es el título de una carta de un lector de un medio zonal,
que leía hace instantes y se refería al caso Angeles Rawson. Relataba su indignación
(como la tuvimos todos) que le provocó la pericia efectuada por el psiquiatra de la
defensa, Adolfo Mendez, al concluir que las lesiones de Angeles también podían estar
vinculadas a prácticas sadomasoquistas, por lo que asimiló esas lesiones con dicha
actividad perversa y no con un ataque sexual. No es nuestra intención analizar el caso
Rawson en esta página, ni las sospechas, ni la renuncia de este señor, ni la de Pierri,
ni la denuncia que promovió Ríos contra este psiquiatra, debido a que no es el
objetivo de la misma. Pero la carta agrega…”Lo que me pregunto es hasta qué punto
algunos profesionales, sean abogados o de otras áreas, están dispuestos a
abandonar la más mínima ética… ¿No hay un límite? ¿A tales extremos puede llevar
el dinero, pues no se trata de otra cosa? Creo que no alcanza con que haya
renunciado, debería pedir disculpas, por lo menos, a los padres de la víctima y en
buena medida al resto de la sociedad, concluye” Y este es el punto de relación con el
caso que sí nos ocupa, que es el jury al Dr. Alejandro Javier Panizzi. Nosotros también
opinamos que esto se trató de dinero, y no vamos a explayarnos tampoco sobre eso,
tema abordado ya, en reiteradas oportunidades, a lo largo de esta página. Todos los
términos de la denuncia incoada hacia el Ministro fueron infantiles, desacertados,
ajenos al derecho, y si se quiere, ni levemente cercanos a ninguna causal de mal
desempeño. Esto todos lo sabían. No lo ignoraban ni los Ministros denunciantes, ni el
poder político que los apoyó, ni la Legislatura cuando seguía avanzando, de modo
intencional, con toda esta farsa. Increíblemente asistíamos día a día al progreso de
esta acción. Cuando incrédulamente pensábamos, esto es una locura que no podrá
pasar de la Comisión Investigadora, pasó. Cuando, a posteriori, el proceso arriba a la
Sala de Acusar, continuamos en el pensamiento coherente y nos expresamos en el
sentido de que en ese momento, analizarían las pavadas constitutivas de la denuncia
promovida y se archivaría. Pero no!! Tampoco éramos ingenuos, conocíamos la
intencionalidad y los objetivos pero dudábamos, debemos confesar, del modo de
llevarlo a cabo. Nos parecía, aún así,imposible de lograr. Pero el caso, llegó
finalmente a la Sala de Juzgar. Su desarrollo fue una vergüenza absoluta, han
sometido a un Juez honesto y a su familia a los peores momentos, lo han suspendido
previamente de su cargo, imponiéndole a un hombre inocente sobre su cabeza, el
peor dolor de ser una víctima de una grave injusticia mientras, a su vez, debía pensar,
lógicamente, como él mismo ha manifestado en varios medios, que debería buscar un
nuevo trabajo para sostener a su familia. No hace falta ser muy imaginativo para saber
cómo debe haberse sentido este hombre, que en su intento de transparentar el poder
judicial, de manejarse conforme a sus íntimas convicciones y de luchar por ello y para
ello, siendo consecuente entre sus actos y sus ideas, ese día estaba sentado en el
banquillo de los acusados con un futuro incierto y por cierto poco favorable. También
obligadamente, es nuestro deber ubicarnos en el lugar de su esposa, sus hijos, sus
hermanos, que debieron asistir a un público bochorno sin sentido e innecesario de su
intimidad, y quienes también han sido víctimas de los denunciantes, de los testigos
apalabrados que casi, casi y por el tiempo transcurrido, podrían hasta haber rozado la
infancia del Ministro, y por supuesto y lo más grave, el testimonio de una mujer
despechada y desequilibrada que buscó el peor lugar para inocular su veneno. El final
feliz de esta historia sólo fue posible gracias a las almas de esos Señores Diputados
que se negaron a colaborar con semejante aberración, que fueron presionados antes
y después del día final y que sin embargo mantuvieron su integridad. Sólo por eso,
porque de otra forma, hubieran logrado el objetivo impuesto por el poder.
DEMASIADA GRAVEDAD CORRIO POR ESTAS VIDAS, han cometido graves
injusticias no sólo contra estas personas sino también contra nosotros. Contra
nosotros, porque somos parte de una sociedad involucrada, contra nosotros, los que
2. sentimos tal y como sentía el Che Guevara cuando decía: "No creo que seamos
parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de temblar de indignación cada vez
que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más
importante." Entonces, creo que somos nosotros quienes no debemos permitir este
silencio, quienes debemos colaborar para que estos hechos no se repitan y quienes
somos los responsables, de seguir pidiendo justicia. Hay dos ministros que no deben
ocupar ese lugar y una Directora de la OM que tampoco debe continuar en ese cargo,
ya que como bien había advertido el Dr. Panizzi, no era apta para ese puesto y quedó
cabalmente demostrado durante el proceso. Nadie le ha pedido perdón siquiera, ni al
Funcionario ni al hombre, mucho menos a su familia. Es por ello, que me siento en la
obligación, desde este humilde lugar, de pedirles vuestra colaboración, a todos
aquellos que nos han acompañado en esta lucha, para continuar en ese pedido de
justicia. Que no se olviden, que envíen mails a las Asociaciones correspondientes, que
peticionen, que reclamen, que denucien, cómo puedan o desde el lugar que ocupen.
Pero hagamos algo, esto tiende a taparse, todo quiere silenciarse y eso no podemos
permitirlo, ni como humanos, ni como sociedad. Debemos crear lazos humanos más
fieles para impedir que el Ministro, injustamente enjuiciado, sea una doble víctima, del
silencio y de la impunidad de sus pares. Si decidimos el silencio, debemos saber que
somos cómplices, y nosotros no somos cómplices de ninguna injusticia, ni aquí, ni el
mundo entero. La Justicia no tiene fronteras. Gracias por la atención y por el
acompañamiento.