El documento describe cómo el lenguaje corporal transmite mensajes emocionales en las asesorías jurídicas. Observa dos casos de familias buscando asesoría para personas imputadas, donde la madre, abuela y hermano muestran signos corporales de angustia, desesperación y preocupación. La asesora logra calmarlos y ofrecer esperanza a través de un lenguaje corporal cálido y comprensivo.
1. EL CUERPO COMO ELEMENTO TRANSMISOR DE
MENSAJES EN ESPACIOS JURÍDICOS.
DANIEL ARTURO QUINTERO MIRA (Danny-arthu@hotmail.com)
Los espacios jurídicos son espacios de un sin fin de emociones y situaciones de
gran trascendencia para las personas que están en estos espacios, sin importar el
papel que estén desarrollando en tal situación. Nuestro cuerpo en si es un
elemento comunicativo que envía gran cantidad de mensajes y sobre todo en
situaciones de gran ex tres y tención para las personas, Son estos dos elementos
factor común en los espacios jurídicos, tales como las asesorías jurídicas de tipo
penal.
En las asesorías, que ofrece la facultad de derecho con la ayuda de los
estudiantes de los últimos semestres de derecho, nosotros fuimos testigos de
varias situaciones, donde el lenguaje de los asesores y las personas que van en
búsqueda de la ayuda está movido por un sin fin de motivaciones y
emociones.Como asistimos un día viernes, todas las accesorias son de tipo
penal, estas asesorías de tipo penal están marcadas por ser situaciones donde los
casos que llegan son de mayor dificultad y donde el destino jurídico de personas
está en juego, por lo cual los canales comunicativos corporales están dirigidos a
emociones fuertes de tristeza e incluso de desesperación.
Los casos se caracterizan por la ausencia de las personas imputadas, los casos
que pudimos observar tuvieron un factor común que fue la imputación por el delito
de porte ilegal de armas, personas que estaban en la parte final de proceso,
prácticamente condenada o incluso condenada, pero en búsqueda de mejoras en
la pena. De otra parte están quienes van a las asesorías que por lo general son
2. familiares de las personas imputadas, de estos la gran mayoría son las madres y
abuelas, en menor número están los hermanos y otras figuras familiares.
Las personas que asisten en búsqueda de ayuda a estas accesorias son en su
mayoría de estratos medio bajo, incluso la universidad exigen como requisito un
recibo de pago de los servicios públicos donde se verifique el estrato económico
de la vivienda de quienes van en búsqueda de la asesorías.
Una de las historias que más nos cautivó fue la de una madre y una abuela
quienes llegaron de forma afectuosa y quienes con toda la amabilidad posible
accedieron a dejarnos estar presente en la asesoría, saludaron de forma cordial a
la joven encargada de realizar la accesoria y por supuesto a los observadores
presentes. La madretenía aproximadamente entre 40 o 50 años y la abuela entre
65 y 70 años, por su relato su hijo era un joven de 20 años.
La madre comenzó a relatar la historia de los sucedido, claro está su relato era
evidentemente para nada objetivo -Algo de lo cual no es posible ni nada razonable
culparla- sus manos temblaban, sobre todo llegaba a la parte final de su relato,
su voz se interrumpía casi al punto de llegar al llanto, tras la mirada desolada de la
abuela del imputado, que con rabia recordaba que según ella las malas decisiones
del abogado, era este el gran y único responsable de que su nieto esté a punto
de pagar casi siete años de cárcel.
No era muy anormal esperar que las intromisiones de la abuela estuvieran
marcadas para ratificar la inocencia de su nieto y la negligencia del abogado,
puesto que por la forma de hablar- marcada por un acento muy paisa-, vestida de
forma elegante, con un cristo de cadena y aretes de oro, un peinado corto muy
común de las señores de edad que son bastante vanidosas, vestida de forma
como si el futuro de su nieto dependiese de tal. Sus gestos faciales y corporales
3. son una sinfonía de severidad, dureza y firmeza digna de envidiar de cualquier
discurso político.
La madre es el polo opuesto de la abuela, su ropa casual de tipo deportiva, su la
forma en que llevaba el pelo – recogido- muestra que tal vez no le importabala
etiqueta o que tal vez ya no veía muchas posibilidades de mejorar las condiciones
de una muy posible condena en contra de su hijo. La forma en que habla era de
una persona angustiada, sus gestos mostraban el cansancio de un proceso
judicial que fue muy duro y arduo que ya la tenían desgastada, pero que de igual
no se rendía a ver a su hijo tras las celdas y sobre todo que según ella su hijo era
inocente.
Otro caso es la asesora o monitora de la asesoría que aunque por lógica no tiene
mucha experiencia, se mostró impávida, tranquila e inmutable, puesto que aunque
llegó a las conclusiones a las cuales la madre y la abuela temían tanto, les dio una
luz de esperanza, la posibilidad de la asignación de casa por cárcel. Posibilidad a
la cual la abuela y a la madre estamos seguros que se aferraron de forma total,
solo cabe decir que sus ojos brillaban como las de un par de niñas y por un
momento la firmeza de la señora desapareció y dejó su lugar a la alegría de la
posibilidad de tener con ella de nuevo a su nieto. El lenguaje corporal de la
asesora fue muy cálido como si les quisiera mostrar en todo momento que está
exclusivamente para ayudarlas.
Una de las conclusiones a las que pudimos llegar en esa aseria fue que la
asesora fue muy inteligente, muy inteligente en el manejo del lenguaje verbal y
corporal para hacer llegar sus mensajes de la mejor manera a sus receptoras, Lo
hiso de tal forma que la pareja -madre y abuela- le pidieron que fuera ella
4. quien llevara esa situación y las asesorías que ellas pidieran. Lo que muestra que
supo expresarse de la manera más acertada para convencer.
Tuvimos la oportunidad también de ser observadores en un caso donde
prácticamente no había mucho por hacer, quien estaba allí para la asesoría era un
hermano de una persona condenada por porte ilegal de armas, igual que en la
asesoría anterior verifico su estrato económico.
Era un hombre de aproximadamente 30 años, con varios tatuajes en sus manos,
todos con frases religiosas o nombres de personas queridas, por la forma en que
estaba vestido no es muy difícil deducir que es de estrato medio bajo, la forma en
pausada e inconstante con la que habla de hacía gestos mostraba gran
preocupación y a veces un poco de distracción con lo que se le preguntaba.
En lo que especialmente enfatizó fue en tratar de llevar explícitamente lo que su
hermano estaba sintiendo, mostrando todo la desazón, el desconcierto y la
angustia por la cual estaba pasando. Esta situación afectaba mucho a su familia
que según el relato del hombre estaba destruida, los papás del joven estaban muy
afectados, no era muy difícil creerle a alguien que interrumpía su relato a cada
rato, puesto estaba al borde del llanto.
El hombre tenía una libreta en sus manos, en la cual tenía toda la información del
proceso de su hermano, pero cada vez que vacilaba al hablar tocaba la libreta con
fuerza, como si estuviera agarrando la mano a alguien, tal vez psicológicamente
intentaba darse fuerza para seguir con su narración.
5. Cuando la asesora se paraba para pedir indicaciones al maestro monitor que está
siempre allí para ayudar a estos asesores, se veía en aquel hombre la impaciencia
por saber que debía hacer para mejorar las condiciones de su hermano , puesto
que golpe incesantemente con un lapicero el escritorio.
La asesora se mostró de nuevo muy tranquila y aunque recurrió al profesor – más
veces que la pasada asesoría - siempre llegaba sonriente como para darle fuerza
y dar un ambiente más cálido y positivo, intentando cambiar el ambiente tenso y
sombrío – Ayudado por el día lluvioso- que se vivió al inicio de la sesión.
En esta asesoría por lo contario, la asesora llegó a la conclusión que esta
persona estaba esperando, la posibilidad de que su hermano pudiese salir con
libertad condicional o por lo menos tener casa por cárcel. Cualquiera de las
posibilidades regocijaron de alegría a este hombre serio y desolado que salió de
la habitación con una tímida sonrisa, pero sonrisa al fin y al cabo.
En los espacios jurídicos el manejo del lenguaje es un instrumento de gran
relevancia, sobre todo para aquellos quienes cumplen la función de direccionar, un
lenguaje que no solo es verbal si no también corporal, es en estos espacios donde
la credibilidad es base elemental para el desarrollo de cualquier actividad entonces
los asesores, abogados, jueces y cualquiera que cumpla un papel director debe
manejar de forma vivaz e inteligente para acercarse de manera más efectiva a sus
receptores.