La delegación vasca que visitó Irlanda del Norte aprendió lecciones sobre la perspectiva positiva y proactiva hacia la paz que tienen allí, a pesar de los desafíos pendientes. Reconocen a todas las víctimas por igual sin distinciones políticas, y se enfocan en construir puentes entre comunidades. Aunque tienen problemas similares a los del País Vasco, han avanzado en la reconciliación centrándose en las similitudes humanas por encima de las diferencias.
Estudio de opinión a nivel nacional (16.04.24) Publicación.pdf
Aprendizajes de Irlanda del Norte sobre víctimas y construcción de paz
1. U
na delegación de la po-
nencia de víctimas del
Parlamento vasco he-
mos visitado reciente-
mente Irlanda del Norte, con el ob-
jetivo de conocer la política de víc-
timas que se está desarrollando en
ese país. Sin duda, el viaje prome-
tía, no tanto por las políticas con-
cretas de reconocimiento y de re-
paración, sino so-
bre todo para co-
nocer el enfoque
y la perspectiva
con la que se
afronta esa cues-
tiónenunasitua-
ción de post-vio-
lencia. Conocer y
aprender cómo
afronta una so-
ciedad que ha su-
frido tanto el re-
conocimientodel
daño causado ha
sido una expe-
riencia muy en-
riquecedora, de la
que espero que
todas y todos ha-
yamos aprendi-
do.
En muy pocos
días hemos esta-
do con mucha gente, diversa y plu-
ral: responsables institucionales de
víctimas; miembros de la Comisión
de víctimas que asesoran al Gobier-
no; asociaciones de apoyo a las víc-
timas y supervivientes; víctimas
que muchas veces son a su vez vic-
timarios, ex militantes lealistas y
del IRA… Y hemos constatado que
siguen teniendo muchas cuestio-
nes pendientes. La ley de víctimas
es de 2006, muy posterior a los
Acuerdos de Stormont; están in-
tentando reorganizar toda la polí-
tica de víctimas que hasta ahora se
había desarrollado en exceso a tra-
vés de las asociaciones; la repara-
ción económica no fue propuesta
hasta 2009 y todavía sigue siendo
motivo de discusión (12.000 libras
por muerte); no hay un acuerdo
unánime en relación a la definición
de víctimas que recoge la ley; tam-
poco hay un listado oficial compar-
tido de víctimas…
A primera vista, un observador
vasco podría decir que están «mu-
cho más ‘retrasados’» que nosotros
en materia de víctimas. Sin embar-
go, más allá de programas concre-
tos de atención a las víctimas, en
esta visita hemos podido constatar
que como sociedad han avanzado,
y mucho, en el objetivo comparti-
do de construir la paz y reconocer
a todas las víctimas. En ese senti-
do, destacaría tres conclusiones de
las que, en mi opinión, todavía nos
queda mucho por aprender.
1. La perspectiva proactiva, po-
sitiva frente a los problemas y las
dificultades. En las reuniones en
las que hemos podido estar simul-
táneamente con representantes de
partidos o grupos de ex presos de
los dos extremos, hemos podido
constatar que es posible construir
la paz, incluso partiendo de las si-
tuaciones más extremas.A pesar de
ser personas que han estado enfren-
tadas, que en algunos casos se han
matado unos a otros, hemos senti-
do su firme determinación de cons-
truir la paz. Se respira una atmós-
fera positiva, proactiva, como si tras
el proceso de paz se les hubiera
abierto el cielo y no tuvieran nin-
guna intención
de volver al agu-
jero negro que
fue la violencia.
Y por ello se cen-
tran sobre todo
en el futuro, en
cómo recons-
truir puentes
para el futuro.
Quizás la reu-
nión más impac-
tante fue la que
tuvimos en el
Norte de Belfast
(una de las zonas
más castigadas
por la violencia)
con ex paramili-
tares lealistas y
ex combatientes
del IRA: todos
ellos habían pa-
sado más de 15
años en la cárcel, pero ahora eran
militantes de la paz. Nos presenta-
ron un programa de ‘construcción
de puentes’ (Bridge of Hope) entre
las dos comunidades. Reconocen el
daño causado, pero no se centran
en el debate del arrepentimiento
y, por supuesto, nadie renuncia a
sus ideas. Simplemente, han asu-
mido que a partir del proceso de paz
defenderán sus ideas a través de
la palabra. Pero no sólo eso, han in-
teriorizado la importancia que tie-
ne conocerse unos a otros, huma-
nizar al ‘enemigo’ para que no vuel-
va a pasar. Y por eso trabajan aho-
ra construyendo puentes entre las
dos comunidades, mirando al futu-
ro y en positivo.
2. Uno de los debates más vivos
en estos momentos es precisamen-
te la definición de víctima. Los
unionistas quieren introducir una
matización en la definición de víc-
tima actualmente en vigor. Pero en
la ley se tomó una decisión audaz
yacertada,paranodejaranadiefue-
ra: se optó por la definición más am-
plia e incluyente. Y creo que en esta
cuestión tenemos que aprender de
ellos.Aquí se ha parcelado a las víc-
timas de una manera artificial: por
un lado, las víctimas del terroris-
moestánreconocidasporley,mien-
tras que otras víctimas por motiva-
ciones políticas siguen sin tener el
mismo reconocimiento. En Irlan-
da es víctima todo aquel que haya
muerto a causa del conflicto, tam-
bién las víctimas de las fuerzas po-
liciales.Algo que sinceramente creo
que responde mejor a la realidad de
las víctimas, evitando su clasifica-
ción y sobre todo, evitando dejar a
nadie fuera.
3. Es destacable también el men-
saje de los que trabajan para supe-
rar el trauma que han supuesto tan-
tos años de violencia: la víctima tie-
ne que superar la victimización, el
odio, y reconstruir su vida. Que el
rol de víctima no sea su rol princi-
pal. En esta perspectiva también
creo que tenemos mucho que
aprender, sobre todo algunas aso-
ciacionesqueponensuempeñojus-
to en lo contrario.
No se trata de hacer comparacio-
nes, sino de extraer conclusiones
que nos pueden servir. Seguimos
teniendo muchos problemas: no
estamos en una situación de post-
violencia, no están las víctimas de
todas las violencias reconocidas, el
Gobierno socialista no ha pedido
perdón a las víctimas de los GAL…
Pero los problemas no pueden ser
excusas para parar el camino inicia-
do de reconocimiento y reparación
de todas las víctimas.Tenemos que
seguir abriendo la mirada, no ce-
rrándola. Y para ello se requieren
personas que en su fuero interno
han hecho el ejercicio de intentar
ponerse en la piel del otro/a, con
habilidades sociales de empatía de-
sarrolladas. Desde Irlanda volví con
un mayor convencimiento de que
no nos queda otra más que seguir
poniendo el foco en nuestras simi-
litudes y cercanías humanas, por
encima de nuestras diferencias po-
líticas, y avanzar hacia la compren-
sión del sufrimiento del otro/a que
nos permita poner los cimientos de
una paz duradera.
ANTÓN
Categorías políticas
El14dejulio,ladirectoradeDe-
rechosHumanosdelGobierno
vasco, en el artículo ‘Recono-
cer a las víctimas sin paralelis-
mosniequiparaciones’,afirma-
ba que «Amnistía Internacio-
nal (AI) reserva la calificación
‘de motivación política’ a las
víctimas de dictaduras y regí-
menestotalitariosquenocum-
plen los presupuestos básicos
de un Estado de Derecho. En
los que sí lo son, como España,
desde que entró en vigor la
Constitución de 1978, sus in-
formes incluyen estos supues-
tos en el apartado de abusos o
extralimitacionesdelpoderpor
el Estado y sus agentes».
Amnistía Internacional de-
sea aclarar que, por sus princi-
pios de imparcialidad y objeti-
vidad,noempleacategoríaspo-
líticas y se ciñe sólo a la obliga-
cionesdelosEstadosenbaseal
derechointernacionalalahora
depronunciarsesobrelosdere-
chos de las víctimas de abusos
contra sus derechos humanos.
No debate sobre la condición
democrática de un Estado, y
sólosecentraenloshechosque
pueden vulnerar los derechos
humanos, y sus responsabili-
dades internacionales.
Respecto a crímenes inter-
nacionales como: genocidio,
crímenes de lesa humanidad,
deguerra,tortura,desaparicio-
nes forzadas o ejecuciones ex-
trajudiciales, las motivaciones
políticas son irrelevantes para
Amnistía Internacional y para
el derecho internacional, en lo
que respecta a su persecución,
investigación,sanciónalosres-
ponsables y los derechos de las
víctimas.CuandounEstadoes-
tablece distinciones entre víc-
timas de estos crímenes atro-
ces, transmite un mensaje de
desigualdad sobre la dignidad
humanaydepermisividadala
continuidad de tales abusos.
ANA MARÍA REBOLLAR. DTORA.
ADJUNTA DE AMNISTÍA
INTERNACIONAL ESPAÑA
MADRID
Post debatem
¿Dónde vas, España? ¿Dónde
vas, triste de ti? Y ¿dónde va-
mostodoslosque,quierasono,
caminamosuncidosatuyugo?
Sumidaenelquepareceine-
xorable bipartidismo, el futu-
rodelEstadosepresentacomo
una espantosa disyuntiva. Por
un lado inepcia y mentira, por
el otro soberbia y corrupción.
¿Dónde vas, pobre España?
Qué lejos está la ilusionan-
teEuropadeJeanMonnetyRo-
bert Schuman, la Europa que
tantas esperanzas despertó y
vemos convertida en un dora-
do almacén para políticos
arrumbados.
¡Qué lejos el sueño de la Fe-
deración Europea!
JAVIER ALDAY CAREAGA. SAN
SEBASTIÁN
CARTAS
AL DIRECTOR
Hoy estamos atravesando la crisis que años antes se negaba
diciendo que no era crisis, sino desaceleración económica, o
que la crisis no nos iba a afectar y que pasaría de largo. Como
no se ha hecho nada en este tiempo, ahora vienen los proble-
mas para paliar los desajustes económicos porque, después de
haber estado en la inopia, no tienen mejor idea que la subi-
da de impuestos, recortes salariales o congelaciones como las
de las pensiones. Dirijo mi pregunta a las personas que ven
muy factible solucionar estos problemas económicos, así como
asegurar el empleo. ¿Cómo se pueden mantener las empre-
sas y sus puestos de trabajo si no les llegan pedidos? Estamos
viendo cómo los empresarios se han visto obligados a cerrar
pequeñas y medianas empresas, o hacer EREs no deseados.
Hay que tener presente que hasta hace bien poco se expor-
taba gran parte de lo que se producía y hoy vemos cómo los
países emergentes y receptores de nuestras exportaciones
producen ellos mismos o en colaboración con empresas de
aquí o de otros lugares; incluso las empresas se están asentan-
do en esos países donde los salarios y cargas sociales, si las hu-
biere, son muy inferiores a las nuestras, y de receptores se han
convertido en exportadores. Esto quiere decir que muchos de
nuestros productos no los necesitan a no ser que sean de gran
calidad y precios competitivos.
Para muestra de cómo estamos no hay más que ver las rui-
nas industriales de empresas que fueron boyantes y pujantes
sus productos para bien de nuestra economía, sin contar ade-
más con las empresas desaparecidas en cuyos solares se han
edificado viviendas. Ésta es la realidad que vivimos hoy y que
muchos no quieren ver. Con la que está cayendo, estamos
para recomendar a nuestros empresarios que vendan menos
en los mercados más cercanos. :: TOMÁS ARANAGA URKULLU.
BARAKALDO-VIZCAYA
Crisis económica
Víctimas, empatía y paz
AINTZANE EZENARRO
PORTAVOZ PARLAMENTARIA DE ARALAR
:: JESÚS FERRERO
Sábado 17.07.10
EL CORREO32 OPINIÓN