1. Cultura preventiva reactiva o proactiva
Cuando la política preventiva de una empresa tiende a limitarse al mero cumplimiento de las obligaciones
legales en materia de prevención, a través de la adopción de actuaciones preventivas individuales y aisladas,
indica que la empresa está gestionando la prevención desarrollando una cultura preventiva de carácter
reactivo.
Este tipo de cultura preventiva concibe la prevención de riesgos laborales comoun gasto, entendido como
obligatorio e innecesario en la mayoría de los casos, lo cual no favorece la implicación de los empresarios ni
los trabajadores en la gestión de la prevención en la empresa.
Para que la prevención de riesgos laborales deje de ser un coste y se convierta en una inversión y, por
tanto, genere un valor añadido al sistema de gestión empresarial, es necesario que la empresa adquiera una
cultura preventivaproactiva. Para conseguirlo, la empresa debe reestructurar su modelo organizativo en
materia de prevención de riesgos laborales mediante actuaciones dirigidas a promocionar y promover la
prevención como, por ejemplo: establecimiento de objetivos relativos a la prevención, fomento de la
participación de los trabajadores en materia preventiva, etc. (Ver esquema 1).
Beneficios de una cultura preventiva proactiva
Estudios elaborados referentes a los beneficios de la prevención[2], han puesto de manifiesto que “en los
últimos años se está otorgando un destacado papel a la cultura de seguridad o cultura de la prevención como
una vía para erradicar o reducir la siniestralidad en las empresas”.
Una adecuada distribución de recursos hacia la prevención de riesgos laborales genera, además de la
reducción de la siniestralidad, otros tipos de beneficios para las empresas como mejorar el rendimiento, la
eficiencia y la competitividad,en concreto a través de:
La mejora de la salud de los trabajadores, el ambiente de trabajo y su grado de satisfacción.
El aumento de la imagen positiva de la empresa, incremento de la satisfacción en los clientes y su
fidelización.
La mejora de la calidad del trabajo a todos los niveles jerárquicos.
Con el objetivo de facilitar herramientas que ayuden, a las empresas, a implantar sistemas eficaces de gestión
preventiva, la Asociación de Empresarios, Comerciantes y Autónomo de Colmenar Viejo (ASEYACOVI), como
cada año, va a desarrollar una acción gratuita financiada por la Fundación de Prevención de Riesgos
Laborales, para contribuir a la mejora de los aspectos relacionados con la gestión empresarial y reducir la
siniestralidad laboral.

2. En este sentido, a lo largo del presente año se va a realizar un estudio “Motivación para la inversión en
Prevención del Riesgos Laborales. Análisis en el tejido empresarial de Colmenar Viejo” que recogerá la
percepción de los empresarios respecto a los aspectos que se ven favorecidos en las empresas derivados de
una adecuada inversión en prevención, información relevante sobre lo que mueve a las empresas a invertir en
prevención y recomendaciones que pueden implantarse para favorecer criterios de inversión más eficientes.
Los resultados de este estudio se darán a conocer a los empresarios de esta localidad madrileña a través de la
página web de ASEYACOVI.
Por otro lado y como complemento, se llevará a cabo, durante un mes, un gabinete de asesoramiento en el
que un técnico en prevención de riesgos laborales estará a disposición de las empresas y trabajadores para
atender cualquier consulta en materia de prevención de riesgos laborales.
Aunque podamos ver la prevención de riesgos laborales como un gasto, o como una simple
obligación burocrática, la implantación de la misma a nuestra actividad económica puede
conllevar muchosbeneficios. Entre ellos podemos destacar los siguientes:
Implantándola desde el inicio de nuestra empresa nos puede ayudar a instaurar unos
protocolos de trabajo con los que ganar en eficacia, productividad y seguridad.
Favorece la eliminación de riesgos y situaciones de peligro a nuestros trabajadores. Con
ello, tendremos menos bajas por accidentes, y por lo tanto menos ausencias en el
puesto de trabajo por lo que podremos alcanzar nuestros objetivos empresariales.
Supone una retribución emocional para el empleado, pues “el empresario se preocupa
por mi”.
Es un ahorro de costes para la sociedad en general, y ya no hablamos sólo de costes
económicos, el coste de una vida es incalculable. Un accidente de trabajo o una
enfermedad profesional que ocasione el fallecimiento de un empleado o una prestación
por incapacidad o invalidez tiene múltiples consecuencias, para su familia y amigos, en
prestaciones de la seguridad social, seguros de vida, sanciones y recargo de
prestaciones a cargo de las empresas…
Moralmente es inaceptable permitir la existencia de cualquier riesgo laboral que pueda
ocasionar un peligro a un empleado.
Así pues, a la hora de realizar nuestro proyecto empresarial, debemos incluir un apartado que
comprenda la implementación de la prevención de riesgos laborales, pues a parte de
serlegalmente exigible, nos puede ayudar a desarrollar nuestra actividad de manera más
eficaz, nos ahorrará costes debidos a rectificaciones posteriores, los trabajadores sabrán que

3. la prevención de riesgos laborales forma parte de su tarea, y finalmente, porque ética y
moralmente tenemos la obligación de evitar cualquier daño a nuestros trabajadores
GESTIÓN DE LA PREVENCIÓN
Prevención de Riesgos Laborales: La
Inversión más rentable. Guía para
una planificación económica de su
implantación
¿Cuál es el precio de una vida humana?, ¿cuánto estaría dispuesto a invertir para que mi plantilla
siempre estuviese sana?, ¿qué potencial adquiere un colectivo en un entorno seguro de trabajo?,
¿pueden convivir la ética en los negocios con la falta de preocupación por las personas que los
llevan a cabo? Éstas son algunas de las cuestiones que surgen en torno a un tema que ocupa las
preocupaciones del sector.
SILVIA NEBOT GARCÍA
Gestión Práctica de Riesgos Laborales, N.º 85, Septiembre 2011, Editorial WOLTERS KLUWER ESPAÑA
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La ecuación inversión vs beneficio siempre está presente en los modelos empresariales, y es un indicador que revela muchos
comportamientos de una organización. De alguna manera, tanto directa como indirectamente, todos somos responsables de
nuestra salud laboral. Por este motivo, se debe aplicar la RSC de acuerdo a unos criterios justos evitando que los proyectos, e
iniciativas se queden en un mero espejismo. En este sentido, ocurre lo mismo, en prevención de riesgos laborales, las buenas
intenciones se deben concretar sobre el papel para que sus resultados se materialicen. La inversión en prevención es inversión
en personas, y no existe ninguna organización más importante que un trabajador. Cuidando la salud de las personas velaremos
por el valor productivo de la empresa, y se podrá erradicar la siniestralidad laboral, acabando con el lastre de la productividad
el absentismo. De nuestra mano, se encuentra la llave que abre esa puerta hacia la cultura preventiva, no se puede negar que el
camino es largo, aunque es cierto que los primeros frutos no se hacen esperar mucho. Si se echan cuentas, la inversión en
prevención es una apuesta rentable, en la que a medio largo plazo, los cálculos cuadran y nos mostrarán que, de esta manera,
los números pueden ser redondos.
Google pone el mundo en nuestras manos en cuestión de 0,20 segundos. En ese tiempo es capaz de identificar 188
millones de referencias para el término ROI (del inglés ReturnonInvestmen) Retorno de la Inversión.

4. Las escuelas de negocios enfocan este ratio como la comparación del beneficio, o la utilidad obtenida, en relación a la
inversión realizada. La ecuación inversión Vs beneficio , siempre presente en los modelos empresariales, en los
estudios de inversión o en los cuadros de mandos más complejos, salta por los aires ante el valor de la seguridad, de
preservar la vida humana, de ser corresponsable con la sociedad que acoge tu iniciativa empresarial, o simplemente
con el lógico interés por tener un equipo de trabajo sano y motivado.
Planificar la inversión en prevención es invertir directamente en las personas y con ellas en su presente y futuro
personal, y así en su rendimiento de hoy y mañana.
La sociedad de nuestro tiempo no puede convivir con el drama de la siniestralidad laboral. Por eso, empresarios,
actores sociales de todo tipo, medios de comunicación y cada trabajador en su puesto, somos responsables de nuestra
salud laboral y del comportamiento seguro de aquellos que trabajan con nosotros.
La inversión en prevención supone, en sí misma, un posicionamiento que habla de la Responsabilidad Corporativa, del
Compromiso Social, de la Empresa y del Empresario. El reconocimiento social de esta apuesta inversora, de esta
actitud empresarial, no queda en exclusiva para la memoria corporativa de las grandes empresas.
Todo lo contrario, para un mismo valor, para un resultado comparable en términos de cuidado de la salud y de
protección de la vida, una pequeña empresa tiene, posiblemente, más alternativas y más económicas que una gran
compañía.
Y sí, la prevención supone una inversión. En muchas ocasiones, leemos aquello de que las políticas de
Responsabilidad Social de las empresas no son mucho más que un maquillaje a la medida de las necesidades de sus
propietarios o accionistas. Siempre se le argumenta a las grandes corporaciones empresariales que podrían hacer
mucho más, invertir mucho más, transformar mucho más. No caigamos en lo mismo. No hagamos maquillaje con la
prevención, por que hoy estamos en condiciones de asegurar que su valor es mucho alto que su precio.
Invierte en Prevención, invierte en sus consecuencias
A veces nos cuesta entender que el dinero se vaya en algo más que en papel, en montañas de documentos. Cambiemos
la mirada y con ella la forma de ver lo que hacemos. Cambiemos la mirada y con ella el sentido de todo aquello que
queremos conseguir con la Prevención.
La prevención es una inversión en personas, y ninguna organización es mejor que sus personas. Cualquiera de nosotros
está en condiciones de compartir que cuidando la salud de nuestra gente, cuidando su seguridad, protegiendo su valor
más importante, su propia vida, catapultamos el valor productivo de nuestros equipos.
Erradicando la siniestralidad laboral atacamos de raíz a uno de los problemas más acuciantes de nuestra economía, al
gran lastre de nuestra productividad, el absentismo. Una prevención eficaz lleva a mínimos las bajas laborales
ocurridas con ocasión del trabajo y con ellas la consiguiente pérdida de jornadas trabajadas.
Reducir el absentismo tiene un efecto concreto, directo y real sobre la cuenta de Pérdidas y Ganancias de las empresas.
En la medida, en que nuestros procesos productivos sean más intensivos en mano de obra, el coste de la misma se
convierte en la principal línea de gasto. Reducciones significativas del absentismo implican reducciones exponenciales
de las pérdidas vinculadas al mismo.
Hacer o dejar de hacer
En muchas ocasiones nos cuesta llegar hasta el final en el detalle de las consecuencias de lo que hacemos, o de lo que
dejamos de hacer. Tenemos la opción de elegir y la capacidad de decisión, ése es significado del concepto libertad.
Podemos invertir o no, invertir o maquillar, invertir o comprar papel firmado y también podemos apostar por las
personas o no hacerlo. Y tras esa decisión sobre personas, otros individuos decidirán respecto a nosotros. Decidirán si
su comportamiento productivo representa un compromiso leal con la empresa, si se sienten, a su vez, responsables de

5. la salud y del comportamiento seguro de sus compañeros. En fin, decidirán explícitamente si el entorno laboral es
amable o insufrible y si en él tiene cabida una interacción cordial con la organización.
Hacer, invertir, prevenir, son acciones que van más allá de asegurar una barandilla o poner un extintor. Son pasos de
un camino que siempre arranca a corto plazo y que en el largo se convierte en un modelo de cultura de empresa, un
modelo de cultura de empresa segura, competitiva, responsable y humana.
Entrando en detalle
Un ejercicio de responsabilidad empresarial básica nos lleva a estudiar en detalle las necesidades preventivas que
debemos abordar y con ellas las partidas presupuestarias que tenemos que destinar. Por eso, consideramos adecuado
recordar las principales necesidades y requerimientos normativos preventivos y ofrecer una orientación genérica sobre
su planificación económica, orientación que, obviamente, variará en cada empresa en función de sus características
particulares, número de trabajadores, actividad desarrollada, etc.
Modalidad Organizativa de la Prevención:
Las Grandes Empresas, las de más de 500 trabajadores o de entre 250 a 499, que desarrollen actividades incluidas en el
Anexo I del Reglamento de los Servicios de Prevención Así, se ven ante el requerimiento legal de constituir un
Servicio de Prevención Propio que deberá disponer, al menos, de dos disciplinas de las cuatro existentes, en aquellas
empresas.
La constitución del Servicio de Prevención Propio (SPP), trae consigo la designación o incorporación a la empresa de
las personas que tienen que protagonizar una parte sustancial de la actividad preventiva y de los medios que precisan
para hacerlo.
Consideraremos como inversión productiva el salario y la seguridad social de los técnicos de prevención que
requiramos. Contemplaremos los gastos de adquisición, alquiler o mantenimiento del local/es destinados al servicio de
prevención.
En concreto, si optamos por un Servicio de Prevención Propio debemos tener en cuenta los siguientes criterios de
estructura organizativa mínima:
• Inversión en recursos humanos: una interpretación ajustada del art.15 del Reglamento de los
Servicios de Prevención (RSP), modificado por el Real Decreto 337/2010, nos indica como
necesario un Técnico Superior de Prevención por cada una de las especialidades preventivas
asumidas.
Estimación de salario de un Técnico Superior de prevención de riesgos: (*)
- Sueldo: 2.000 € brutos/mes x 14 pagas= 28.000€
- Cotizaciones Sociales: aproximadamente 35% = 9.800
Total= 28.000 + 9.800 = 37.800 € anuales/por Técnico Superior
(*) Estimación efectuada en base al precio medio de mercado
• Contratación externa de la especialidad de Medicina del Trabajo(Vigilancia de la Salud) .
Recordemos que el art. 37 RSP establece que los servicios de prevención que desarrollen
funciones de vigilancia y control de salud de los trabajadores, deberán de contar con un médico
especialista en Medicina del Trabajo o diplomado en medicina de empresa y un ATS/DUE de
empresa, sin perjuicio de la participación de otros profesionales sanitarios con competencia
técnica, formación y capacidad acreditada. Cada vez más, las grandes empresas asumen como
favorable a su interés la contratación externa del servicio en éste ámbito.

6. • Inversión en instalaciones y medios. Hoy en día casi nadie cree en lo que no ve. Queremos
transformar la cultura de la empresa y la misma empresa. Necesitamos que los trabajadores
vean tangible la inversión, necesitamos que sepan que hay un lugar, un espacio, unos medios
destinados a su seguridad. No es tanto que lo diga una Ley, que es así, es una cuestión de
convencimiento y de mensaje organizativo.
Englobamos aquí la inversión en locales, en zonas de trabajo exclusivas o instalaciones
adecuadas para el desarrollo de sus funciones. En ese sentido cabe destacar que, si los servicios
de Vigilancia de la Salud se prestan en la empresa (situación poco frecuente), los locales y
equipos de trabajo deberán adaptarse a la normativa respectiva de cada Comunidad Autónoma,
teniendo en cuenta que los requisitos a cumplir son cada vez más rigurosos.
A la hora de presupuestar la inversión en los locales tendremos que valorar la posible compra,
alquiler o adaptación, sin olvidar el mantenimiento, cuya partida económica se suele obviar en
muchos presupuestos.
• Inversión en equipos, instrumental y documentación. Los equipamientos sanitarios para el
desarrollo de la Vigilancia de la salud suponen una inversión y un mantenimiento, que sin
merma del servicio y flexibilizando opciones, lleva a muchas empresas a optar por
externalización responsable de dicho servicio.
El abanico de los precios de compra de los equipos e instrumentos técnicos es muy amplio, y en
la mayoría de los casos corre en función de la calidad y prestaciones de los mismos. Sirva como
ejemplo que el coste de un luxómetro puede oscilar entre los 40 y los 3.000 euros.
Además, creemos importante destacar que hay empresas especializadas que alquilan equipos
técnicos (sonómetro, luxómetros...), y se encargan de realizar las calibraciones periódicas de
dichos equipos, operación exigida por la normativa técnica. Todo ello puede implicar un
importante ahorro en adquisiciones, por lo que sólo habrá que consignar el coste de alquiler.
Asimismo, existen determinadas mediciones (vapores, nieblas, cromatografías, etc.) que sólo se
pueden realizar con garantías en laboratorios especializados que disponen de los soportes y
equipos necesarios, resultando el precio de estos análisis bastante elevados.
• La Auditoria de la Prevención: la empresa que haya constituido Servicio de Prevención Propio
deberá someter su sistema de prevención al control de una auditoria o evaluación externa, que
se repetirá cada 2 o 4 años (art. 29.2 RSP).
El precio variará en función del tipo de actividad de la empresa, del nº de trabajadores y de la
dispersión territorial de los centros, pudiendo oscilar entre los 4.000 a 20.000 €.
Tenemos que considerar, también, el tiempo de dedicación exclusiva de los distintos efectivos
de la empresa (técnicos de prevención propios, gerente o persona en que éste delegue,
delegados de prevención, etc.) para responder a los requerimientos del auditor, considerando
que el período mínimo de presencia en la empresa nunca suele ser inferior al mes.
Si bien el Servicio de Prevención Propio constituye el paso más avanzado de organización
preventiva, se erige al tiempo en la modalidad organizativa más compleja, con mayor necesidad
de recursos y cierta dificultad de gestión. La praxis cotidiana nos demuestra que existen
alternativas de servicio que garantizan los mismos niveles de calidad y representan el mismo
grado de compromiso.
La empresa, entonces, inicia la búsqueda de un socio que comparta con ella los valores y la
cultura que quiere implantar. El Servicio de Prevención Ajeno.

7. Contar con un Servicio de Prevención Ajeno de garantías puede oscilar en torno a 40-45€ /hora
por técnico de prevención y aproximadamente alrededor de 45 a 60€ por trabajador para la
modalidad de Vigilancia de la Salud, sensiblemente inferior al esfuerzo que le supone a la
empresa el abono de los sueldo/s de los técnicos de prevención y/o componentes del Servicio
Médico.
Adaptación de las Instalaciones:
De las respectivas evaluaciones de riesgos tanto de puestos de trabajo como de dependencias / instalaciones, suele
derivarse la necesidad de llevar a cabo adecuaciones de las instalaciones a la normativa, siendo éste uno de los
esfuerzos más importantes a los que se debe enfrentar el empresario. Esta situación toma especial relevancia en el
inicio de la actividad preventiva, ya que, obviamente, con el paso del tiempo las dependencias estarán actualizadas y la
inversión en adaptación se transformarán en mantenimiento, suponiendo una partida sensiblemente menor.
La inversión en adecuación y adaptación de las instalaciones es de las más complejas de cuantificar y normalmente
suele crecer cuanto más antiguos son los edificios e instalaciones objeto de actuación.
La casuística puede ser muy diversa e ir desde medidas simples como la colocación de señalización, a otras que pueden
implicar importantes inversiones como la instalación de puertas y escaleras de emergencia, el cambio de instalaciones
eléctricas o, por supuesto, el establecimiento de todo tipo de equipos de protección colectiva (aislamiento acústico,
extracciones localizadas, sectorización de instalaciones contra incendios, etc.).
Es esencial contar con el asesoramiento de los técnicos del Servicio de Prevención Ajeno (SPA) para poder hacer una
previsión sobre las inversiones a realizar así como, en función del riesgo, priorizar su implantación.
Mantenimiento de dependencias/instalaciones/equipos de trabajo/vehículos:
En este apartado existen discusiones doctrinales y científicas acerca de si el mantenimiento de una dependencia o
instalación debe considerarse o no un coste imputable al capítulo preventivo.
Para evitar que, al final todos los costes de mantenimiento se atribuyan al presupuesto asignado a prevención, un
posible criterio a considerar es que únicamente se consideren gastos preventivos aquellos que se deriven de un informe
técnico.
Por otra parte, existen equipos en los que las revisiones son obligatorias por normativa legal como pueden ser los
medios de extinción de incendios, los ascensores o las torres de refrigeración cuyo importe necesariamente debemos
tener en cuenta, mientras que en otros casos las revisiones son meramente recomendables.
De cualquier modo, y aún en el caso de que no exista una obligación de mantenimiento, es del todo trascendente dotar
una partida económica destinada al mismo, pues siempre nos va a resultar más económico mantener que reparar, aparte
de que cualquier medio de trabajo que no esté en condiciones incumplirá la normativa sobre prevención de riesgos
laborales.
Exámenes de salud
Partiendo del supuesto más habitual, tener contratado el servicio con una entidad externa especializada,
identificaremos el número de trabajadores de la plantilla fija que estén interesados en realizarse las pruebas de
vigilancia de la salud anual.
Por otro lado, haremos una estimación del posible personal temporal con el que vamos a contar durante el ejercicio
económico, para concretar con acierto el alcance de esta partida presupuestaria.
Si nuestra plantilla no es homogénea en cuanto a puestos de trabajo y contamos con diversos oficios o profesiones,
tendremos en cuenta que determinadas revisiones son más caras que otras, atendiendo, por ejemplo, a su analítica.

8. Como ejemplo, el análisis de sangre de un puesto de un jardinero que maneja productos fitosanitarios alcanza un
precio más elevado, normalmente, que el de un auxiliar administrativo. No olvidaremos a los trabajadores expuestos a
ruido, silicosis, radiaciones, etc., cuya vigilancia de la salud está sujeta a exámenes y protocolos obligatorios con una
periodicidad muy concreta.
Emergencias:
En este apartado, como en todos los anteriores, el presupuesto se dotará en función de las características de la empresa,
de sus instalaciones y del grado de peligrosidad de las funciones que se realicen.
Sin ánimo de ser exhaustivos traemos a nuestro estudio algunos de los elementos que hay que tener en cuenta a la hora
de efectuar las previsiones económicas:
• Medios de extinción / detección: Extintores, bocas de incendio equipadas, columnas secas,
alarmas, detectores y otros medios de extinción/detección: hay que hacer un inventario riguroso
de estos equipos y presupuestar el mantenimiento anual que llevará su conservación o
recambio. En grandes empresas no es un tema sencillo pues, por ejemplo, recordemos que no
supone lo mismo la revisión periódica de extintores que su re-timbrado o su sustitución total en
función de los años que tengan.
En empresas que realizan actividades peligrosas, el esfuerzo inversor en medidas de
emergencia se incrementa notablemente, pues en ocasiones suelen ser necesarios equipos de
segunda intervención que manejan material más costoso como pueden ser los equipos de
respiración autónoma, o similares.
• Confección de planes de autoprotección: Hemos de consultar si los planes son obligatorios (o
aconsejables) y, en el caso de que no contemos con personal técnico que los pueda desarrollar,
pediremos su realización a un servicio técnico especializado. Este tipo de estudio es laborioso
de realizar (suele incluir el trazado de planos), por lo que hay que estudiar, si tenemos personal
capacitado para ello, o si nos sale mas económico encargarlo a una empresa externa o realizarlo
con personal propio.
• Formación en emergencias: aparte de la partida normal, debemos tener en cuenta la posibilidad
de incluir para esta formación tan específica, una consignación especial, pues si se necesita o se
estima conveniente hacer cursos especializados de emergencias (por ejemplo extinción con
fuego real), habitualmente habrá que acudir a empresas y profesionales especializados con el
correspondiente coste económico.
Formación:
Con independencia de que, en la contratación del Servicio de Prevención se especifique el plan de formación de los
trabajadores (una vez más partimos del hecho habitual de que optamos por recurrir a un SPA), suele darse el caso de
que determinados cursos específicos no están incluidos en el contrato y que su realización requiera un importe
adicional.
Sirva de ejemplo la formación de los delegados de prevención, la formación como recurso preventivo de determinados
trabajadores, cursos específicos del sector de la construcción o del metal y otros muy diversos que están en función de
la actividad que se realice en cada empresa, como podrían ser los de manejo de carretillas elevadoras, manipulador de
productos fitosanitarios y un largo etcétera.
Todas estas particularidades deberán ser tenidas en consideración a la hora de efectuar una previsión económica.
Adquisición de equipos de protección individual (Epis):

9. Con independencia de la implantación prioritaria de medios de protección colectiva, a los cuales ya hemos hecho
mención, habrá que tener en cuenta, tras las preceptivas evaluaciones de riesgos, los Epis a entregar a cada trabajador.
Con carácter general la ropa de trabajo no es un EPI (salvo excepciones), por lo que, en puridad, no será correcto
presupuestar su adquisición junto con la de los Epis.
Para efectuar una buena previsión tendremos que tener en cuenta, además de la plantilla fija, las posibles
incorporaciones temporales. Respecto a los trabajadores fijos deberemos considerar las fechas de caducidad de sus
Epis y las posibles reposiciones por desgaste o rotura para cambiarlos y, respecto a los trabajadores temporales su
entrega, si es necesaria, aunque vayan a prestar servicio un solo día de trabajo.
La variedad de los Epis depende de cada puesto de trabajo y puede ir desde un guante elemental de trabajo a valiosos
trajes ignífugos o equipos de respiración autónoma.
Medios humanos adicionales:
En este cambio cultural que hemos emprendido, el Servicio de Prevención Ajeno es nuestro socio, nuestro facilitador,
nuestro soporte técnico y nuestra guía de acción. Pero no es el protagonista de nuestro cambio. No es el responsable de
nuestro éxito. No se trata, por tanto, de abandonarnos exclusivamente a su suerte o a su acierto. La labor del SPA
consiste, a grandes rasgos, en indicar los riesgos y proponer las medidas preventivas; su ejecución es competencia y
responsabilidad de la empresa. La Empresa es la Protagonista de su Futuro.
La integración preventiva requiere de la puesta en marcha de un buen número de medidas documentales y prácticas:
desde un posible proceso de coordinación de actividades empresariales, la entrega de la información a cada trabajador
o el control de inspecciones periódicas como en el caso de los medios de extinción de incendios, etcétera.
Es difícil dictaminar cuantas horas sería necesaria dedicar a las actividades de documentación y coordinación
preventiva y, obviamente, las mismas estarán en función de la empresa, características y número de trabajadores. Por
eso, a la hora de efectuar previsiones económicas, hemos considerar la inversión en horas de la persona/s de nuestra
empresa u organización que asumen estas labores.
El último aspecto a considerar a nuestro juicio, es el de las horas de dedicación que Delegados de Prevención emplean
en participar en el Comité de Seguridad y Salud u otras reuniones que la empresa convoque. Habrá empresas que
necesariamente deben sustituir en su ausencia a estas personas lo que requiere un mayor esfuerzo inversor.
EJEMPLO / SIMULACION RESUMEN DE PRESUPUESTO INTERNO DE PREVENCION.
— Empresa modelo: Sector Industrial
— Plantilla: 140 trabajadores
— Modalidad Preventiva: SPA
— Complejidad preventiva: media / alta
— No contempla el importe del contrato con el Servicio de Prevención Ajeno

11. El Espejo de mi Inversión
Cada partida, esfuerzo, e inversión enunciada al aire en negro sobre blanco, puede hacernos perder la perspectiva de
que en el numerador de nuestro cociente sustituimos el Beneficio tradicional por el valor de todo que aquello que
representa la Vida y otras muchas cosas que valen tanto como la propia Vida.
¿Pero, siendo fríos, pragmáticos, y aterrizando en mundo de los números... cuál es el coste para la empresa, el sistema,
la sociedad por cada trabajador que sufre un accidente y que hubiese podido evitar?
El Accidente de Trabajo, siempre generador de coste
Tomando como ejemplo una base de cotización de 1.500€/mes, la empresa soporta durante el primer un coste
aproximado de unos 4.346€, considerando tanto los costes directos (seguridad social, complementos de empresa ...)
como indirectos (el impacto económico medio del día del accidente, ralentización y desorganización que se produce en
la producción hasta que se logra sustituir al trabajador, etc) y por supuesto, el coste de la nómina del sustituto.
A partir del segundo mes, y mientras el trabajador esté de baja, el coste se sitúa en torno a los 2.346€
Fuente :umivale.
A los costes que asume el empresario hay que sumar todo el esfuerzo recuperador y paliativo que pone en marcha
nuestro sistema a través de la intervención directa de la Mutua. La Prestación económica, los gastos sanitarios, los
gastos farmacéuticos, etc...
Tomando decisiones
Con independencia de la obligación legal que tiene el empresario de optar por una u otra modalidad organizativa, para
que la prevención sea efectiva hay que “creérsela” y, por tanto, gestionarla dentro de las organizaciones, dotándola de
una infraestructura económica y humana de garantía.
Es cierto que la prevención supone y requiere una inversión en medios humanos, en medios técnicos y contar, en
muchas ocasiones, con especialistas externos. Pero no es menos cierto que, sus efectos son eficaces desde el primer

12. momento, sus resultados van siempre de menos a más, y en el medio plazo producen amplios beneficios – reducción
de la siniestralidad y el absentismo, mejora del clima laboral, ausencia de infracciones, sanciones y responsabilidades,
por nombrar algunos de ellos- que multiplican la productividad de la empresa y lo más fundamental, contribuyen a
proteger las vidas de las personas que la conforman