Este documento describe un concierto que tendrá lugar el 16 de mayo de 2015 en la Iglesia de San Andrés en Almoradí. El concierto presentará música sacra y profana de compositores españoles del siglo XVI como Victoria, Guerrero y Lasso, interpretada por la Capilla de San Miguel y los Ministriles de San Miguel. La música fue compuesta en la época de Santa Teresa de Ávila y recrea el tipo de música que ella pudo haber escuchado durante su vida.
1. Música en tiempos de Santa Teresa
Capilla y ministriles de San Miguel
16 de mayo de 2015, 19:30
Iglesia de San Andrés, Almoradí
Capilla de San Miguel
Rocío Ruiz, soprano
Felicia Ríos, alto
Andrés Miravete, tenor
José Solano, tenor
Ignacio Nicolás, bajo
Ministriles de San Miguel
Miguel Ángel Férez, corneta
Francisco Victoria, flauta y bajoncillo soprano
Laura Martínez, traverso renacentista
María Martínez, bajoncillo alto
José Luis Sánchez, viola de gamba
Juan González, sacabuche tenor
Eduardo Martínez, bajón
Ignacio Portillo, guitarra barroca
José Gabriel Martínez, percusión
2. PROGRAMA
Misa.
Introito: Mille Regretz a 6.
Nicolás Gombert (Lille 1495 - Tournai 1560).
Kyrie ex Missa Salve a 8.
Tomás Luis de Victoria (Ávila 1548, Madrid 1611).
Ofertorio: Vidi Angelum a 7.
Ambrosio Cotes (Villena 1550 - Sevilla 1603).
Sanctus ex Missa Salve a 8.
Tomás Luis de Victoria.
Agnus Dei ex Missa Salve a 8.
Tomás Luis de Victoria.
Veni Dilecte Mi a 8.
Sebastián de Vivanco (Ávila 1551 - Salamanca 1622).
Credo quod Redemptor a 7.
Sebastián Raval (Cartagena 1550 - Palermo 1604).
Recital
Pavana con su glosa a 4.
Antonio de Cabezón (Castrillo Matajudíos 1510 - Madrid 1566).
Ay Luna que reluzes a 4.
Anónimo (Cancionero de Uppsala).
Rodrigo Martínez a 3.
Anónimo (Cancionero de Palacio).
Si de vos, mi bien, me aparto a 5.
Anónimo (Cancionero de Uppsala).
Gracias al Cielo doy a 5.
Juan Vásquez (Badajoz 1500 - Sevilla 1560).
Siendo de amor Susana requerida a 5.
Orlando de Lasso (Mons 1532 - Múnich 1594).
Susane un jour a 5.
Hernando de Cabezón (Madrid 1541 - Valladolid 1602).
Si tus penas no pruebo a 3.
Francisco Guerrero (Sevilla 1528 - 1599).
Recuerde el alma dormida a 6.
Juan Navarro (Marchena 1530 - Palencia 1580).
3. NOTAS
Este año 2015 se multiplican por toda la geografía española los actos conmemorativos
del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Ávila. Sin duda, Santa Teresa es una
figura clave para entender la España del siglo XVI. Al hilo del centenario se vuelve a
admirar su producción literaria, poética y espiritual, reflejo de una fuerza vital que nos
resulta sorprendente. Nosotros recorremos hoy otro camino para aproximarnos a su
vida: la recreación de las músicas que la Santa andariega pudo escuchar en los múltiples
lugares de la geografía hispana por los que transitó, desde su Ávila natal hasta las
numerosísimas ciudades y pueblos en los que fundó sus “palomarcicos”.
Recurrimos a la habitual división de las obras que vamos a interpretar en músicas sacras
y músicas profanas. Santa Teresa pudo haber escuchado algunas de las primeras al
asistir a solemnidades en catedrales como las de Ávila, Toledo, Salamanca o Sevilla; se
trata de composiciones de los mejores polifonistas españoles del Siglo de Oro. Las piezas
profanas, entre las cuales se encuentran obras anónimas recogidas en cancioneros, pudo
escucharlas en los polvorientos caminos de Castilla; otras, más refinadas, quizás en los
salones del Palacio Ducal de Pastrana, propiedad de doña Ana de Mendoza y de la Cerda,
princesa de Éboli.
Misa
El primer bloque de obras que les proponemos están estructuradas para ser
interpretadas durante una celebración litúrgica. La pieza que inicia esta parte, a modo
de introducción musical a la celebración, es la canción “Mille Regretz”, compuesta por
Nicolás Gombert (Lille 1495 – Tournai 1560). Gombert fue maestro de la “Capilla
Flamenca” en tiempos de Carlos V. El término “capilla” se empleaba para denominar a un
grupo de cantantes. En concreto, la “Capilla Flamenca” estaba formada exclusivamente
por cantantes de los Países Bajos (niños y adultos) que intervenían en las ceremonias de
la corte de los primeros Habsburgo. La canción “Mille Regretz”, tan del gusto de Carlos V
que se denominó en su época la “canción del emperador”, formaba parte del repertorio
habitualmente empleado por un segundo grupo de músicos cuya participación era
habitual en las colegiatas y catedrales: los “ministriles”. Inicialmente tocaban
instrumentos de viento, aunque con el tiempo fueron incorporándose también a estos
grupos instrumentos de cuerda.
El ordinario de la misa que les proponemos, integrado por el Kyrie, Sanctus y Agnus Dei,
fue publicado en 1590 y 1600 por Tomás Luis de Victoria (Ávila 1548, Madrid 1611)
bajo la denominación de misa “Salve”. Los musicólogos consideran que Victoria es uno
de los mejores compositores españoles de todos los tiempos. Robert Stevenson afirma
que algunas de sus obras más importantes trasladan fielmente a la música las
características típicas del misticismo teresiano. La misa “Salve” es una misa a ocho voces
con escritura policoral, es decir, las voces e instrumentos se dividen en dos coros de
cuatro voces cada uno. El empleo de dos coros, iniciado en Venecia, se extendió pronto
por toda Europa, y fue especialmente apreciado en España. Permite que un compositor
muestre su destreza combinando el canto alternado de ambos coros con la intervención
completa de las ocho partes, logrando una majestuosidad que puede ser especialmente
impactante si el templo reúne las condiciones acústicas adecuadas. La misa “Salve”
recibe este nombre porque está basada en algunos temas del canto llano (gregoriano) de
la antífona mariana “Salve Regina”.
4. La misa se completa con tres motetes que se interpretan en el ofertorio, la comunión y la
conclusión de la ceremonia. El primero es “Vidi Angelum”, un motete a siete voces
compuesto por Ambrosio Cotes (Villena 1550 - Sevilla 1603) para la fiesta de San
Vicente Ferrer. Cotes fue maestro de capilla de tres grandes catedrales españolas:
Granada, Valencia y Sevilla. Como medida del aprecio que sus contemporáneos sentían
por su música, baste indicar que Lope de Vega lo alabó en el “Auto del Hijo Pródigo”
como uno de los tres grandes compositores de su tiempo, junto a Alonso Lobo y Juan de
Riscos.
En la comunión interpretamos “Veni Dilecte Mi”, motete compuesto por un segundo
compositor abulense del tiempo de la Santa, Sebastián de Vivanco (Ávila 1551 -
Salamanca 1622). Se trata de una obra a ocho voces, también dividida en dos coros, pero
en este caso con un estilo muy distinto al de la misa “Salve” de Victoria. Vivanco, maestro
en Salamanca, fue apreciado en su tiempo como un gran músico teórico y práctico. En
este motete, con texto del Cantar de los Cantares, podemos apreciar un especial interés
del compositor por hacer juegos rítmicos, frecuentemente sincopados, que serán del
gusto de los compositores españoles durante los siglos XVI y XVII. Como dato curioso,
cuando se celebró el tercer centenario de la muerte de Santa Teresa en 1882, los
ciudadanos de Ávila erigieron una estatua en su memoria en cuyo pedestal se
inscribieron nombres de abulenses que habían brillado en la santidad, las letras y las
artes. Vivanco fue el único músico elegido. De tener que hacer el monumento hoy,
posiblemente Victoria ocuparía este lugar.
Para finalizar la misa, interpretamos en la salida el motete “Credo quod Redemptor” a
siete voces, publicado en Roma por Sebastián Raval (Cartagena 1550 - Palermo 1604).
Raval fue soldado de la armada española en Flandes y Sicilia antes de tomar los hábitos.
Sirvió como músico en diversas cortes cardenalicias de Roma, y fue maestro de capilla
de los virreyes españoles en Palermo. Su espíritu combativo no terminó tras dejar su
puesto en la armada, ya que fue protagonista de numerosos duelos musicales frente a
diversos músicos italianos, saliendo pocas veces vencedor. No podemos descartar que
los tribunales no actuasen con total justicia, tratándose de un músico extranjero que no
ocultaba su arrojo. Su obra musical está pendiente de ser estudiada adecuadamente,
pero creemos que este motete del oficio de difuntos puede ser ejemplo de la gran calidad
de su música, y un último homenaje sacro a Santa Teresa, mujer también de armas
tomar.
Recital
Comenzamos el recital con una obra de Antonio de Cabezón (Castrillo Matajudíos 1510 -
Madrid 1566), insigne organista ciego que sirvió en la corte de Carlos V y de Felipe II. Se
trata de la “Pavana con su glosa”. Una “pavana” es una danza elegante que fue común en
las cortes de toda Europa durante el siglo XVI. Probablemente su origen sea italiano y
esté relacionado con la ciudad de Padua (Padova, y de ahí padovana). La “glosa”, a la que
hace mención el título, se refiere a una suerte de variación o improvisación que sigue a
la exposición del tema musical de la pavana. En España se desarrolló notablemente el
arte de improvisar a partir de cualquier melodía conocida, y algunas de las invenciones
del genial Cabezón fueron transcritas por otros músicos como su hijo, Hernando de
Cabezón, del que también tendremos ocasión de escuchar una de sus composiciones.
El siglo XVI todavía mantiene la producción de piezas populares de autores
desconocidos que, con texto castellano, elaboran temas amorosos, navideños, populares
5. o pastoriles. Estas obras se conocen genéricamente como villancicos. Una de las más
importantes recopilaciones de estas piezas es el llamado “Cancionero del Duque de
Calabria”, compendiado en Valencia y publicado en 1556. De dicho cancionero
extraemos dos obras: “Ay Luna que reluzes”, una bella evocación de una noche de luna
que acompaña a una enamorada, y “Si de vos, mi bien, me aparto”, que interpretaremos
sólo con instrumentos. Otra recopilación de romances es el “Cancionero de Palacio”, un
manuscrito elaborado entre el último tercio del XV y el principio del XVI en la corte de
los Reyes Católicos. Seleccionamos de este cancionero la obra “Rodrigo Martínez”, una
graciosa chanza sobre un tipo que torpemente pastorea gansos como si fuesen vacas.
Abandonamos el carácter popular de las tres obras anteriores para adentrarnos en
músicas que, muy posiblemente, estaban destinadas a cortes con un gusto muy
elaborado. Comenzamos con una canción titulada “Gracias al cielo doy”, sobre el texto de
un soneto de Garcilaso de la Vega, compuesta por Juan Vásquez (Badajoz 1500 - Sevilla
1560). Vásquez fue músico al servicio de diversas casas nobles de la ciudad de Sevilla
desde el año 1551 hasta su muerte, incluyendo posiblemente la de los duques de
Medina-Sidonia. Sin duda la música y el texto de esta canción son dignas de tan grande y
distinguida nobleza. No menos delicada y hermosa es la canción de Orlando di Lasso
(Mons 1532 – Múnich 1594) titulada originalmente “Susanne un jour”, y en nuestra
lengua “Siendo de amor Susana requerida”. Se trata de uno de los más importantes
éxitos musicales del siglo XVI. El texto está basado en la historia bíblica de Susana y los
ancianos, que es parte del libro de Daniel. El éxito de la música escrita por Lasso fue tal
que se divulgó por toda Europa, e incluso se tradujo para ser cantada en otros idiomas.
La versión que aquí interpretamos está recogida en un manuscrito de la biblioteca de
Medinaceli. Acompaña a esta hermosa canción las glosas que compuso Hernando de
Cabezón, y que publicó en 1578 junto con otras compuestas por su padre.
Finalizamos este recital con dos obras que nos devuelven a un espíritu más
contemplativo y, por ello, más adecuado para celebrar a Santa Teresa, si bien con dos
compositores andaluces que marcan cierta diferencia con el estilo castellano. La primera
de ellas es la villanesca espiritual “Si tus penas no pruebo” de Francisco Guerrero
(Sevilla 1528 - 1599), sobre texto de Lope de Vega. Francisco Guerrero es, junto con
Tomás Luis de Victoria, el polifonista español más importante de este tiempo. Su vida
transcurrió fundamentalmente en Sevilla, llegando a ser maestro de capilla de la
Catedral. Guerrero encarna un espíritu distinto al de Victoria, menos riguroso que el del
castellano, dejando pasar algo más de la humana sensibilidad por el tamiz de la
contemplación tan característico de la religiosidad andaluza. En una espiritualidad
similar se encuentra el romance “Recuerde el alma dormida” de Juan Navarro
(Marchena 1530 - Palencia 1580), sobre el texto de Jorge Manrique. Si bien no es un
texto estrictamente religioso, el tratamiento del mismo que hace Juan Navarro es de una
enorme profundidad. Sirva esta última obra para que ustedes recapaciten sobre qué
cosas dignas de haber sido conservadas ha borrado el tiempo de aquella España en la
que fue posible el nacimiento de una figura tan sobresaliente como Santa Teresa.
6. Textos de la misa.
Mille Regretz a 6. Nicolás Gombert (Lille 1495 - Tournai 1560).
Instrumental.
Kyrie ex Missa Salve a 8. Tomás Luis de Victoria (Ávila 1548, Madrid 1611).
Kyrieeleison.
Christeeleison.
Kyrieeleison
Señor,ten piedad.
Cristo,ten piedad.
Señor,ten piedad.
Vidi Angelum a 7. Ambrosio Cotes (Villena 1550 - Sevilla 1603).
VidiAngelumhabentemEvangelium,
aeternumdicentemmagnavoce:
TimeteDeumet dateilli honorem
quiavenit horaiudicii eius.
Alleluia.
Vi a un ÁngelquesosteníaunEvangelio,
diciendo sin cesarcon poderosavoz:
TemedaDios y dadlehonor
porquellegala horadesu juicio.
Aleluya.
Sanctus ex Missa Salve a 8. Tomás Luis de Victoria.
Sanctus, Sanctus,Sanctus,
DominusDeus,Sabaoth.
Pleni suntcoeli et terra gloriatua.
Hosannainexcelsis.
Benedictusquivenit in nomineDomini
Hosannainexcelsis.
Santo,Santo, Santo es el Señor,
Dios delUniverso.
Llenos estánelcielo y la tierra detu gloria.
Hosannaenel cielo.
Bendito el quevieneen nombredelSeñor.
Hosannaenel cielo.
Agnus Dei ex Missa Salve a 8. Tomás Luis de Victoria.
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,
misererenobis.
AgnusDei qui tollis peccata mundi, miserere
nobis.
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, dona
nobispacem.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo,ten piedaddenosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo,ten piedaddenosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo,danos lapaz
Veni Dilecte Mi a 8. Sebastián de Vivanco (Ávila 1551 - Salamanca 1622).
Veni dilecte mi, egrediamur in agrum,
commoremur in villis. Mane surgamus ad
vineas.Videamussifloruitvinea,si flores
fructus parturiunt, si floruerunt mala
punica. Ibi dabo tibi ubera mea.
Mandragorae dederunt odorem suum, in
portis nostris omnia poma, nova et vetera,
dilecte mi,servavitibi.
Ven, amado mío, salgamos al campo y
moremos en las granjas. Levantémonos de
mañana a las viñas. Veamos si florece la vid,
si se descubre la menuda uva, si brotan los
granos. Allí te daré mis amores. Las
mandrágoras dan olor, y en nuestras
puertas todos los frutos, nuevos y viejos, los
guardaréparati.
Credo quod Redemptor a 7. Sebastián Raval (Cartagena 1550 - Palermo 1604).
Credo quod Redemptor meus vivit, et in
novissimo die de terra surrecturus sum, et
in carne mea videbo Deum salvatorem
meum.
Creo que mi Redentor vive, y que me
resucitará de la tierra el último día, y que
en mi propiacarneveré a Dios,miSalvador.
7. Textos del recital.
Pavana con su glosa a 4. Antonio de Cabezón (Castrillo Matajudíos 1510-Madrid 1566).
Instrumental.
Ay Luna que reluzes a 4. Anónimo (Cancionero de Uppsala).
¡Ay lunaque reluzes,todalanoche m’alumbres!
¡Ay lunatan bella,alúmbresmeala sierra!
¡Por do vayay venga,todala noche m’alumbres!
Rodrigo Martínez a 3. Anónimo (Cancionero de Palacio).
Rodrigo Martínez,a lasánsares,¡ahe!
pensando qu'eranvacas,silvávalas,¡he!
Rodrigo Martínez,ahtangarrido,
lostus ansarinosllévaloselrío ¡ahe!
Pensando qu'eranvacas,silvávalas,¡he!
Rodrigo Martínez,ahtanlozano,
lostus ansarinosllévaloselvado ¡ahe!
Pensando qu'eranvacas,silvávalas,¡He!
Si de vos, mi bien, me aparto a 5. Anónimo (Cancionero de Uppsala).
Instrumental.
Gracias al Cielo doy a 5. Juan Vásquez (Badajoz 1500 - Sevilla 1560).
Graciasal cielo doyqueya delcuello
del todo elgraveyugo he sacudido,
y quedel viento el marembravecido
verédesdelo alto sin temello;
verécolgadade un sutilcabello
la vidadel amanteembebecido
en suerror y engaño adormecido,
sordo alas vocesquele avisandello.
Alegrarameelmalde losmortales,
y no esmi coraçóntan inhumano
en aquesteplazercomo parece,
Porqueyo huelgo como huelga el sano,
no dever a losotrosenlos males,
sino en el verque dellosélcarece.
Siendo de amor Susana requerida a 5. Orlando di Lasso (Mons 1532 - Múnich 1594).
Siendo de amorSusanarequerida,
porcodiciar dosviejossubeldad,
fue todaen sí muytriste y afligida,
porno perdersu honorycastidad.
Y dijo ensí: si pordeslealtad,
consiento envuestravil concupiscencia,
perdidasoy;sihago resistencia,
porfalsedadyo perderéel honor;
8. mases mejormorircon inocencia,
quecon pecar ofenderal Señor.
Susane un jour a 5. Hernando de Cabezón (Madrid 1541 - Valladolid 1602).
Instrumental.
Si tus penas no pruebo a 3. Francisco Guerrero (Sevilla 1528 - 1599).
Si tus penasno pruebo,ohJesús mío,
vivo triste y penado.
Hiéreme,puesel almaya te hedado.
Y si estedon mehicieres,
mi Dios,claro veré quebienme quieres.
Recuerde el alma dormida a 6. Juan Navarro (Marchena 1530 - Palencia 1580).
Recuerdeel almadormida,
aviveel seso y despiertecontemplando
cómo se pasala vida,
cómo se vienela muertetan callando,
cuán presto seva el placer,
cómo,despuésdeacordado,dadolor;
cómo,a nuestro parecer,
cualquieratiempo pasado fuemejor.