opinión de lilly soto vásquez sobre el fallo de la corte internacional de justicia con sede en la Haya sobre el conflicto con colombia

1. UNIDAD NACIONAL, FALLO DE LA HAYA EN EL LITIGIO CON COLOMBIA Y
PROSPECTIVA DE UN PLAN DE NACIÓN.
LILLY SOTO VÁSQUEZ
La decisión de la Corte Internacional de Justicia sobre el litigio con
Colombia fue difícil. Discusiones interminables y tratar de dar respuesta a
cada uno de los Estados permite ver como el razonamiento y la metodología
jurídica se impusieron en este alto tribunal.
En lenguaje sencillo y llano, los cayos para Colombia y el mar para
Nicaragua. La Corte Internacional de Justicia de La Haya concedió este lunes
a Colombia la soberanía de siete cayos del archipiélago de San Andrés, pero
quitó una franja de mar tanto al norte como al sur del archipiélago de San
Andrés y Providencia, que serán explotadas por Nicaragua. La resolución es
clara e inapelable. No todo es, ni fue color de rosa. ¿Contentos?. SÍ, pero
debemos analizar a profundidad. Contentos porque se resuelve un problema
fronterizo, pero analíticos porque debemos mantener y mejorar las
relaciones con Colombia para llevarnos mejor como vecinos en el mar y en
los cayos y si es posible elaborar proyectos conjuntos en el marco de la
integración latinoamericana.
¿Triunfalistas? No. Nada que supone la solución a un conflicto generado
desde el siglo pasado puede ser motivo de regocijo fanático y mucho
menos, partidista. La decisión nos obliga a reflexionar. Sólo la Unidad
Nacional permite ver con claridad. Unidad nacional en cada uno de las tareas
que se impone cualquier gobierno debe ser la premisa. El trabajo tesonero
del Dr. Carlos Arguello y de las comisiones formadas por Relaciones
Exteriores a través del tiempo desde que se inició el conflicto son motivo de
reconocimiento. No es una sin la otra. Son todas. Desde el 2001 se
profundizó el estudio y se tomaron las decisiones correspondientes.
Cuando estamos unidos avanzamos, cuando nos desunimos perdemos
territorio. La historia nos lo dice y debemos aprender de ella. Guanacaste, el
territorio en litigio con Honduras y ahora, los cayos y el mar.
Se impone un diálogo nacional que nos obligue a revisar lo actuado y a
prevenir futuros inciertos. Ir generando la prospectiva de unos 20 a 30 años
en consenso, en comunidad, como corresponde y reforzar la
institucionalidad para ganar batallas y no para destruirnos. Nicaragua lo
demanda y lo requiere. Es necesario un PLAN DE NACIÓN de largo alcance
para que todos los factores del poder: económico, político, militar, psico-
social y los factores transversales el tecnológico y el ambiental vayan en

2. constante crecimiento para que Nicaragua pueda cumplir con todas las
metas: las metas del milenio, las metas de educación 2021, las metas para
crear una sociedad del conocimiento y que el desarrollo humano sostenible
y sustentable sean una realidad.
Guatemala de la Asunción, 19 de noviembre de 2012