Fotografías y textos de estudiantes de tercer grado de secundaria (paula giovana)
1. Textos de estudiantes de tercer grado de secundaria, Módulo de educación ambiental
“Ecosistema de manglar y tortugas marinas”. Todas las imágenes y textos fueron
elaborados en el contexto de la práctica de campo al Parque Nacional Lagunas de
Chacahua. Oaxaca, realizada en el mes de abril del año 2013
Diana Paula Araujo Mora, grupo 3º. C
Cocodrilos, ¿Qué piensas cuando escuchas esa palabra? Yo, inmediatamente pienso en
un animal grande y feroz, capaz de morder y desgarrar a su presa con una gran facilidad;
aunque, a pesar de eso, también me viene a la mente que somos su depredador que ellos
temen de nosotros, los humanos.
Observarlos fue muy interesante, además de que aprendimos mucho de ellos pero el
poder tocar a un animal como el cocodrilo, te produce una sensación diferente, al principio
te sientes con miedo y también un poco vulnerable, pero el animal estaba atado y te
percatas de que produce un sonido muy peculiar, en realidad este animal estaba
llorando, llamaba a su madre, indefenso el cocodrilo se sacudía con todas sus fuerzas
para librarse de nosotros, sentimos vergüenza por que el animal sufría debido a que
nosotros debíamos de estudiarlo, nosotros acabamos lo más rápido posible con el trabajo
así el animal fue desatado y pudo regresar con su vida cotidiana .
Alimentamos después a cocodrilos ya más grandes que se veían en óptimas condiciones
como para tirar la delgada reja que nos separaba de ellos, aparece un gran respeto al
animal, pero tenerlos frente a ti y haber tenido el privilegio de tocarlo te produce la gran
satisfacción de decir “yo he tocado un cocodrilo”.
2. Giovanna Luna Arzani Burgueño, grupo 3º. B
Cocodrilos
Al llegar al cocodrilario del Parque Nacional Lagunas de Chacahua, la mayoría de
nosotros estaban cansados e indispuestos. Hacía mucho calor y ya era nuestra tercera
noche sin dormir bien.
Caminamos alrededor del cocodrilario aprendiendo un poco sobre las tres especies en
México de cocodrilos: moreletti, caimán y acutus. Aprendimos a diferenciarlos. Vimos
muchos cocodrilos y después nos dieron unos cocodrilos de un año aproximadamente, un
acutus y un moreletti.
Después, el guía voluntario del cocodrilario nos preguntó que si queríamos manejar un
cocodrilo y yo brinqué: eso sonaba emocionante. Fuimos a una jaula con cocodrilos
pequeños, de metro y medio aproximadamente. Primero nos enseñaron como hacerlo.
Tres voluntarios del cocodrilario tomaron al cocodrilo, lo amarraron enseñándonos cómo
hacerlo paso a paso. Preguntaron que quien quería descubrir si era macho o hembra. Me
dije a mi misma que si quería la experiencia, la quería completa. Así que ahí me tienen
metiendo mi dedo enguantado a la cloaca de un cocodrilo. Fue horrible. Era como
suavecito esponjosito raro y asqueroso. Sentí un bulto y me di cuenta de que era macho.
Metieron al cocodrilo de vuelta a la jaula y dijeron que era nuestro turno para manejar y
manear un cocodrilo. Acepté junto con otros dos chicos. Yo debía subirme en el cocodrilo
y tomarlo de la mandíbula para que no la abriera, fue divertido. Además, el cocodrilo como
que gruñía. Lo regresamos y nos fuimos del cocodrilario.
La noche del mismo día, fuimos al manglar a la zona de los cocodrilos. Lo único que se
podía ver de éstos eran sus ojos, rojos con la luz de las lámparas apuntándoles
directamente. Vimos como treinta. Tres de los lancheros de las otras lanchas atraparon
pequeños cocodrilos como de un año.