15. Se trataba de dos amigos no demasiado inteligentes. Habían decidido hacer una marcha y dormir en un establo.
16. Caminaron durante toda la jornada. Al anochecer se alojaron, como tenían previsto, en un establo del que previamente tenían noticias.
17. Estaban muy cansados y durmieron profundamente; pero de madrugada, una pesadilla despertó a uno de los amigos. Zarandeó a su compañero, despertándolo, y le dijo:
18.
19.
20. Garabatos_2002 (a.s.b.) 2009 Cada trazo de una pluma puede enseñarnos algo sabio, si la mano que la dirige, piensa con ecuanimidad.