El documento enfatiza que todos podemos hacer el bien para los demás a pesar de nuestras limitaciones, ya que hay personas con discapacidades más graves que desearían poder hablar, caminar o tener fe como nosotros. Nos anima a compartir nuestros dones y riquezas con amor y palabras de cariño para ayudar a los demás.
1. No digas que no puedes hacer el bien por los demás.
¡Cuántos mudos pagarían una fortuna por poder hablar
como tú!
¡Cuántos paralíticos quisieran dar los pasos que tú das!
¡Cuántos millonarios te entregarían sus riquezas por
tener la décima parte de tu fe!
¡No digas que no puedes hacer nada!
Comparte los bienes que Dios te dio, con actitudes de
amor y palabras de cariño.