La leyenda japonesa dice que quien haga 1,000 grullas de origami tendrá su deseo concedido. Sadako Sasaki, una niña japonesa enferma de radiación de la bomba de Hiroshima, decidió hacer grullas para curarse y desear la paz mundial. Aunque murió antes de terminar, sus amigos completaron las 1,000 grullas, convirtiéndolas en un símbolo de paz.
2. ¿Sabías que existe una antigua
leyenda en Japón, “Senbazuru”, que
dice que a cualquier persona que
haga 1.000 grullas de papel le será
concedido un deseo?
3.
4. Las mil grullas de origami (papiroflexia
en japonés) se convirtieron en un
símbolo de la paz a causa de la historia
de Sadako Sasaki (1943-1955).
5. Esta niña japonesa deseó curarse de su
enfermedad producida por la radiación de la
bomba atómica que cayó sobre Hiroshima.
6. Tras el
consejo de
su amiga
Chizuko, y
mientras
estaba en el
hospital,
decidió que
haría 1.000
grullas de
papel.
7. Pensó que su deseo no sólo sería para
curarse, sino también para que todo el mundo
pudiera vivir en paz y no hubiera más guerras.
8. Sadako no pudo superar
su enfermedad y
tampoco acabó de hacer
todas las grullas (tuvo
que detenerse en la
644). Pero Chizuko y
muchos otros amigos
llegaron a hacer las
1.000 grullas, que de
esta forma, se
convirtieron en un
símbolo de la paz en
todo el mundo.
9. Tradicionalmente, regalar grullas de papel
se ha asociado con el hecho de querer
desear salud, bienestar, felicidad y
prosperidad. Se regalan, entre otros
momentos, cuando nace un bebé, cuando
una pareja se casa, cuando alguien está
enfermo… o bien se pueden regalar a
alguien que quieres o que es importante
para ti.