1. “Hidroaysén: la problemática más allá del proyecto”
El rechazo mayoritario de la ciudadanía a la aprobación, por parte del Gobierno, para la instalación
de la represa de Hidroaysén, tiene varios aspectos a considerar:
En primer lugar, el proyecto sería llevado a cabo por dos empresas para la producción de energía
eléctrica en Chile, Endesa y Colbún, lo que reproduce el repugnante espectáculo de un país
duopólico, no sólo en las actividades económicas, sino también en el poder político.
En segundo lugar, el organismo que decide la aprobación o rechazo de los proyectos, ambientales
está compuesto por funcionarios, quienes por lógica, deben seguir las órdenes de sus jefes
inmediatos, es decir, los ministros. En el caso de Hidroaysén la imprudencia ha llegado a tal grado,
que el presidente de la república y el ministro del Interior han manifestado, claramente, su apoyo
al proyecto, lo que equivale a una orden para los funcionarios subalternos -.
En tercer lugar, las cúpulas políticas – sean éstas de la Concertación o de la Coalición por el
Cambio – aisladas de los movimientos sociales, están dando un espectáculo sólo digno del “Circo
de las Montini ”: los payasos se dan golpes con palos bulliciosos y simulados. Tanto en la
Concertación, como en la Coalición, hay un buen número de dirigentes que son partidarios de
Hidroaysén, ¿será porque tienen algún interés creado? A la larga, los ex ministros del gobierno
anterior –como Bitar- repiten los mismos argumentos que el ministro de Energía actual.
En cuarto lugar, este gobierno se ve obligado a responder en mejor forma a los empresarios, que a
los movimientos sociales, por consiguiente, se hace evidente que por el ADN el presidente
Sebastián Piñera se sienta de acuerdo con el proyecto de Hidroaysén.
En quinto lugar, los profetas del apocalipsis eléctrico, que se solazan vaticinando apagones, pienso
que están errados: Chile tiene aún bastantes reservas energéticas, que emergen de los proyectos
vigentes, por lo demás, en los países más desarrollados del mundo, se están privilegiando las
energías renovables no convencionales (ERNC): Dinamarca, un 30%; Alemania, un 20% y, España,
12% y el uso eficiente de la energía, punta de lanza de sus propuesta energéticas.
En sexto lugar, la mayoría de los ciudadanos chilenos está a favor de la energía hidroeléctrica, pero
en contra de la destrucción de la Patagonia y el anegamiento de sus tierras, cosa muy distinta son
las pequeñas centrales de paso. En un artículo del diario El Mercurio, del sábado 28 del presente
mes, se denuncia cómo Endesa abandonó a los Pehuenches que apoyaron el proyecto Ralco ,
sumiéndolos en la pobreza y el aislamiento. Nadie puede desear para la Región de Aysén el mismo
escenario.
En octavo lugar, a pesar de los pronósticos de quienes se suponen especialistas en políticas del
medio ambiente, que plantean la disyuntiva entre termoeléctricas e Hidroaysén - una especia de
círculo vicioso - está claro que en una matriz diversificada las energías renovables, que no son sólo
2. la eólica y solar, sino que hay que agregar la geotérmica, mareomotriz, la bioenergía, y otras, a
mediano plazo podrían ocupar un tercio y aún más de los sistemas interconectados. Más aún el
último informe del IPCC, elaborado por más de 1.000 expertos, académicos y especialistas, señaló
que “de aquí a 40 años más del 80% de la demanda eléctrica puede ser cubierta por las energías
renovables, si se cambian las reglas bajo las cuales operan los mercados energéticos nacionales y
mundiales”.
En noveno lugar, durante todos los años de gobiernos del duopolio han mostrado incapacidad
para planificar una matriz energética diversificada con un horizonte, al menos, de treinta años. Si
visualizamos a largo plazo, está claro que las energías renovables tendrán un precio similar o
menor a las vigentes hoy.
En décimo lugar, la masividad de las manifestaciones contra la construcción de la represa
Hidroaysén no pueden ser explicadas solamente como una respuesta ecologista: los movimientos
sociales expresan un rechazo a la educación con fines solo de lucro, a un sistema político que los
ignora – y por tanto los margina – y a un centralismo autoritario presidencialista que desprecia las
regiones – como en el caso de Magallanes clon el tema del gas -.
A mi modo de ver, la emergencia de estos nuevos movimientos sociales, que no sólo se dan en
Chile, están marcando el fin de una monarquía presidencial y el surgimiento de una ciudadanía
que no está dispuesta a ser manipulada por las obsoletas direcciones políticas y que se muestran
cada día más exigentes respecto a la participación en la vida social: ¡de borregos, a ciudadanos!
Marco Enríquez-Ominami
30/05/2011