1. Es una concepción de la moral según la cual lo
bueno no es sino lo útil, convirtiéndose, en
consecuencia, el principio de utilidad en el
principio fundamental, según el cual juzgar la
moralidad de nuestros actos.
2.
3. Jeremy Bentham fue un filosofo, economista, autor,
escritor inglés, padre del utilitarismo.
Considera que las dos motivaciones básicas,
que dirigen o determinan la conducta humana,
son el placer y el dolor.
La felicidad misma no sería sino existencia
de placer y ausencia de dolor.
4. principios, que
constituyen su sistema:
1) Que el objeto propio del deseo es el placer y la ausencia de dolor
(colocando así el egoísmo o interés propio como el fundamento del
comportamiento moral)
2) Que todos los placeres son cualitativamente idénticos y, en
consecuencia, su única diferenciación es cuantitativa (según intensidad,
duración, capacidad de generar otros placeres, pureza –medida en que no
contienen dolor–, cantidad de personas a las que afecta.
3) Los placeres de las distintas personas son conmensurables entre sí.
En otros términos, si el segundo principio suponía una indiferenciación
cualitativa de los placeres para un mismo individuo, este afirma una
indiferenciación cualitativa inter individuos.
5. John Stuart Mill - Londres, 20 de mayo de 1806- Francia 8 de mayo 1873 .
Fue filosofo, político y economista ingles representante de la escuela
económica y teórico del utilitarismo .
Asume la máxima general utilitarista, según la cual, la
tendencia natural de todo individuo hacia la felicidad
presupone el esfuerzo por aumentar el placer y disminuir
el dolor.
La declaración canónica del utilitarismo de Mill se
puede encontrar en su libro El utilitarismo. Esta
filosofía tiene una larga tradición y la aportación de Mill
está influenciada principalmente por Jeremy Bentham y
su padre James Mill.
6. J. Stuart Mill, no coincide con Bentham en la necesidad de
admitir los tres principios anteriormente citados.
Respecto a lo segundo, Mill no cree en una indiferenciación cualitativa de
los placeres; al contrario, habla de la necesidad de distinguir placeres
superiores de otros inferiores.
Respecto al primero arguye que la felicidad propia no es alcanzable
totalmente sin, de una u otra forma, procurar también la felicidad de los
demás
Finalmente, reconoce que si esta diferenciación cualitativa debe observarse
en una misma persona, ya no podemos hablar coherentemente de
la comparabilidad de los placeres entre diferentes personas.
7. El utilitarismo negativo cree necesario evitar la mayor
cantidad de dolor o daño para el mayor número de
personas.
Los defensores de esta interpretación del utilitarismo
argumentan que ésta propone una fórmula ética más
eficaz, pues hay más posibilidades de crear daños que
de crear bienestar, y los daños mayores conllevan
suicidio a los más grandes bienes.
Es lo contrario del utilitarismo positivo. Defienden la producción del mínimo malestar
para el máximo número de personas. David Pearce es uno de sus principales
representantes. Debido al hedonismo, proveniente del epicureísmo, surgió el
utilitarismo cuantitativo.
8. Utilitarismo del acto contra el utilitarismo de las normas
La forma tradicional de utilitarismo es la del utilitarismo del acto, que afirma
que el mejor acto es el que aporta la máxima utilidad.
El utilitarismo de las normas, es el que afirma que el mejor acto es aquel que
forme parte de una norma que sea la que nos proporciona más utilidad.
9. Es aquella concepción según la cual bondad y
utilidad coinciden y, en consecuencia, también deber y
utilidad.
En efecto, la utilidad es una relación tríadica entre aquello de lo que se dice la
utilidad, los intereses de la persona respecto de los cuales se dice ser útil
aquello, y la circunstancia en la que se lleva a cabo la valoración o cálculo de
utilidades.
Siendo esto así, cabe legítimamente
hacerse algunas de las siguientes
preguntas:
10. ¿útil para quién?
¿respecto a qué intereses?
¿no puede esta concepción confundir intereses personales o
colectivos con postulados morales?
¿cómo justificar, en última instancia, lo que es moralmente
correcto hacer, a partir de cálculos utilitarios sobre opciones
particulares?
¿no nos lleva el utilitarismo a un relativismo ético absoluto,
al cambiar las ideas y los sentimientos de una sociedad en la
distancia y en el tiempo?
En vistas a solucionar estas dificultades, el utilitarismo tradicional ha adoptado en la
actualidad la forma de un utilitarismo racionalista, según el cual los principios y valores
morales coinciden, en última instancia, con los criterios racionales de un, así denominado,
«egoísmo ilustrado».
11. Consiste en no admitir como validos científicamente otros
conocimientos, sino los que proceden de la experiencia,
rechazando, por tanto, toda noción a priori y todo concepto
universal y absoluto.
el positivismo es negación de todo ideal,
de los principios absolutos y necesarios
de la razón, es decir, de la metafísica.
12. Evolución del Positivismo
El término positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático
francés del siglo XIX Auguste Comte., pero algunos de los conceptos positivistas se
remontan al filósofo británico David Hume, al filósofo francés Saint- Simon, y al
filósofo alemán Immanuel Kant.
Comte. eligió la palabra positivismo sobre la base de que señalaba la realidad
y tendencia constructiva que él reclamó para el aspecto teórico de la doctrina.
En general, se interesó por la reorganización de la vida social para el bien de la
humanidad a través del conocimiento científico, y por esta vía, del control de
las fuerzas naturales.
Los dos componentes principales del positivismo, la filosofía y el
Gobierno (o programa de conducta individual y social), fueron más
tarde unificados por Comte en un todo bajo la concepción de una
religión, en la cual la humanidad era el objeto de culto
Comte Augusto (1798- 1857Filósofo positivista francés, y uno de los
pioneros de la sociología.
13. Muchas de las doctrinas de Comte fueron más
tarde adaptadas y desarrolladas por los filósofos
sociales británicos John Stuart Mill y Herbert
Spencer así como por el filósofo y físico austriaco
Ernst Mach.
John Stuart Mill
Herbert Spencer
Ernst Mach.
14. EL CARACTER SOCIAL DEL ESPIRITU POSITIVO.
El espíritu positivo tiene que fundar un orden social. La
constitución de un saber positivo es la condición de que haya
un autoridad social suficiente, y esto refuerza el carácter
histórico del positivismo.
Comte, fundador de la Sociología, intenta llevar al estado positivo el
estudio de la Humanidad colectiva, es decir, convertirlo en ciencia
positiva. En la sociedad rige también, y principalmente, la ley de los tres
estados, y hay otras tantas etapas, de las cuales, en una domina lo
militar.
Comte valora altamente el papel de organización que corresponde a la iglesia católica;
en la época metafísica, corresponde la influencia social a los legistas; es la época de la
irrupción de las clases medias, el paso de la sociedad militar a la sociedad económica; es
un período de transición, crítico y disolvente; el protestantismo contribuye a esta
disolución
15. Es aparentemente, una reflexión sobre la ciencia. Después de agotadas
éstas, no queda un objeto independiente para la filosofía, sino ellas
mismas; la filosofía se convierte en teoría de la ciencia.
Pero en Comte mismo no es así. Aparte de lo que cree hacer hay
lo que efectivamente hace. Y hemos visto que:
Así, la ciencia positiva adquiere unidad y conciencia de sí propia. Pero la
filosofía, claro es, desaparece; y esto es lo que ocurre con el movimiento
positivo del siglo XIX, que tiene muy poco que ver con la filosofía.
1- Es una filosofía de la historia (la ley
de los tres estados).
2 -Una teoría metafísica de la realidad, entendida con caracteres
tan originales y tan nuevos como el ser social, histórica y relativa.
Una disciplina filosófica entera, la ciencia de la sociedad; hasta el punto de que
la sociología, en manos de los sociólogos posteriores, no ha llegado nunca a la
profundidad de visión que alcanzó en su fundador.
16. EL SENTIDO DEL POSITIVISMO.
Esta ciencia positiva es una
disciplina de modestia; y esta es
su virtud.
El saber positivo se atiene humildemente a las cosas; se queda ante
ellas, sin intervenir, sin saltar por encima para lanzarse a falaces
juegos de ideas; ya no pide causas, sino sólo leyes.
Una y otra vez vuelve Comte, del modo más explícito, al problema de la
historia, y la reclama como dominio propio de la filosofía positiva. En esta
relación se da el carácter histórico de esta filosofía, que puede explicar el
pasado entero
Y gracias a esta austeridad logra
esas leyes; y las posee con
precisión y con certeza.