1. EL UTILITARISMO
Es una teoría y doctrina ética que establece que la
mejor acción es la que maximiza la utilidad. Esta
"utilidad" se define de varias maneras, generalmente en
términos del bienestar de entidades sintientes tales
como seres humanos y otros animales. Jeremy
Bentham, el fundador del utilitarismo, describió la
utilidad como la suma de todo placer que resulta de una
acción, menos el sufrimiento de cualquier persona
involucrada en la acción
2. Tipos de utilitarismo
Utilitarismo Negativo
Muchas teorías utilitaristas defienden la producción del máximo bienestar
para el máximo número de personas. El utilitarismo negativista cree
necesario prevenir la mayor cantidad de dolor o daño para el mayor
número de personas. Los defensores de esta interpretación del utilitarismo
argumentan que ésta propone una fórmula ética más eficaz, pues hay más
posibilidades de crear daños que de crear bienestar, y los daños mayores
conllevan más consecuencias que los más grandes bienes. Es lo contrario
del utilitarismo positivo. Defienden la producción del mínimo malestar para
el máximo número de personas.
Utilitarismo del acto y de las normas
Se han propuesto otras formas de utilitarismo. La forma tradicional de
utilitarismo es la del utilitarismo del acto, que afirma que el mejor acto es el
que aporta la máxima utilidad. Una forma alternativa es el utilitarismo de las
normas, que afirma que el mejor acto es aquel que forme parte de una
norma que sea la que nos proporciona más utilidad.Muchos utilitaristas
argumentarían que el utilitarismo no sólo comprende los actos, sino que
también los deseos y disposiciones, premios y castigos, reglas e
instituciones
3. Utilitarismo Preferencial
Es un tipo particular de utilitarismo que define a la utilidad en términos de
satisfacción de las preferencias. Los utilitaristas de la preferencia afirman
que lo correcto a hacer es aquello que produzca las mejores
consecuencias, pero definiendo a las mejores consecuencias en términos
de satisfacción de las preferencias.
4. El utilitarismo ha sido criticado por llegar a tales
conclusiones contrarias a la moral del sentido común.
Por ejemplo, si estuviéramos forzados a escoger entre
salvar a nuestro propio hijo o salvar a dos hijos de gente
a la que no conocemos, la mayoría de gente escogería
el salvar a su propio hijo. En cambio, el utilitarismo
defendería salvar a los otros dos, pues dos personas
tienen un potencial mayor de felicidad futura que una.
Los utilitaristas responden a este argumento diciendo
que el sentido común ha sido utilizado para justificar
muchas posiciones en temas controvertidos y esta
noción de sentido común varía según el individuo,
haciendo que no pueda ser una base para una
moralidad común.
5. John Rawls (1921-2002) rechaza el utilitarismo, tanto el normativo como el de los
actos, pues hace que los derechos dependan de las buenas consecuencias de su
reconocimiento, y esto es incompatible con el liberalismo. Por ejemplo, si
la esclavitud o la tortura es beneficiosa para el conjunto de la población podría ser
justificada teóricamente por el utilitarismo. Rawls defiende que la ética política
debe partir de la posición original. Los utilitaristas argumentan que Rawls no tiene
en cuenta el impacto indirecto de la aceptación de políticas inhumanas.
Es importante destacar que la mayoría de críticas van dirigidas al utilitarismo de los
actos, y que es posible para un utilitarista de las normas llegar a conclusiones que
sean compatibles con los críticos. De hecho, John Stuart Mill consideró que Immanuel
Kant (1724-1804) era un utilitarista de las normas. Según Mill los imperativos
categóricos de Kant solo tienen sentido en casos de violencia si consideramos las
consecuencias de la acción. Kant afirma que el vivir de manera egoista no puede ser
universalizado pues todos necesitamos el afecto en algún u otro momento. Según Mill
este argumento se basa en las consecuencias. Puede observarse que algunas
formas de utilitarismo son potencialmente compatibles con el kantianismo y otras
filosofías morales.
R. M. Hare es otro ejemplo de utilitarista que ha adaptado su filosofía al
kantianismo. No basa su teoría en el principio de la utilidad. Cree que podemos
hacer consideraciones utilitaristas al formular juicios universales. A esta filosofía la
llama prescriptivismo universal.
6. El positivismo
Es un pensamiento filosófico que afirma que el
conocimiento auténtico es el conocimiento científico y
que tal conocimiento solamente puede surgir de
la afirmación de las hipótesis a través del método
científico.
7. El positivismo se deriva de la epistemología que
surge en Francia a inicios del siglo XIX de la mano
del pensador francés Saint-Simon, de Auguste
Comte, y del británico John Stuart Mill y se
extiende y desarrolla por el resto de Europa en la
segunda mitad del siglo XIX. Uno de sus
principales precursores en los siglos XVI y XVII fue
el filósofo, político, abogado, escritor y canciller de
Inglaterra Francis Bacon.
8. El objetivo del conocimiento para el positivismo es
explicar causalmente los fenómenos por medio
de leyes generales y universales, lo que le lleva a
considerar a la razón como medio para otros fines
(razón instrumental). La forma que tiene de conocer
es inductiva, despreciando la creación de teorías a
partir de principios que no han sido percibidos
objetivamente. En metodología histórica, el
positivismo prima fundamentalmente las pruebas
documentadas, minusvalorando las interpretaciones
generales, por lo que los trabajos de esta naturaleza
suelen tener excesiva acumulación documental y
escasa síntesis interpretativa.
9. Auguste Comte formuló a mediados del siglo XIX la
idea de la creación de la sociología como ciencia que
tiene a la sociedad como su objeto de estudio. La
sociología sería un conocimiento libre de todas las
relaciones con la filosofía y basada en datos
empíricos en igual medida que las ciencias
naturales Una de sus propuestas más destacadas es
la de la investigación empírica para la comprensión
de los fenómenos sociales, de la estructura y el
cambio social (razón por la que se le considera padre
de la sociología como disciplina científica)
10. Comte presenta a la historia humana en tres fases:
Fase teológica o mágica: corresponde a la infancia de la
humanidad; en esta época las personas dan explicaciones
mágicas de los fenómenos naturales, utilizan categorías
antropológicas para comprender el mundo
y técnicas mágicas para dominarlo. También creen que ciertos
fenómenos son causados por seres sobrenaturales o dioses.
Fase metafísica o filosófica: en este estadio el hombre deja de
creer en seres sobrenaturales y ahora comienza a creer
en ideas. Por lo que las explicaciones son racionales, se busca
el porqué de las cosas, y se sustituye a los dioses por entidades
abstractas y términos metafísicos.
Fase científica o positiva: es la definitiva. En esta etapa, según
Comte la mente humana renuncia a la búsqueda de ideas
absolutas y en vez de esto, ahora se dedica a estudiar las leyes
de los fenómenos. El conocimiento se basa en la observación y
la experimentación, y se expresa con el recurso de
la matemática. Se busca el conocimiento de las Leyes de la
Naturaleza para su dominio técnico.
11. Corrientes positivistas
Entre las corrientes positivistas se puede mencionar al positivismo
ideológico, al empiriocriticismo, al positivismo metodológico o
conceptual al positivismo analítico, al positivismo sociológico,
al positivismo realista y al neopositivismo (empirismo lógico o
neopositivismo lógico). Los enfoques sociologistas en filosofía de la
ciencia y epistemología han sido tradicionalmente los principales críticos
del positivismo, aunque ambas posturas no son necesariamente
contradictorias.
En el campo del Derecho el denominado positivismo jurídico o
iuspositivismo, no guarda relación en su origen con el positivismo
filosófico, sino con el concepto de Derecho positivo (la consideración del
Derecho como creación del ser humano).
En el campo de la psicología se puede mencionar
al Conductismo o Psicología conductista, como pioneros en la aplicación
de la metodología científica al estudio de la conducta humana.
Actualmente en la Psicología conviven múltiples escuelas, muchas de
las cuales se basan en el positivismo para el estudio del ser humano.
Entre dichas escuelas o enfoques destaca el Cognitivo-Conductual.
Cabe mencionar el avance arrollador de la neurociencia, que toca
problemas mentales que antes parecían inescrutables.