El documento define la misión de una empresa como su razón de existir y su propósito dentro de la sociedad. Explica que la palabra "empresa" proviene del latín y significa tomar o alcanzar algo, y también se refiere a una tarea considerada difícil o importante. Finalmente, anima a los creyentes a prepararse para cumplir su misión siguiendo el ejemplo de Jesús.
2. ¿Cómo definir la misión?
La misión de una empresa se define como la
razón principal por la cual esta existe, es decir, cuál
es su propósito u objetivo y cuál es su función
dentro de la sociedad.
3. ¿Empresa?
• El término empresa proviene del italiano impresa, que a
su vez proviene del latín prehendere y significa tomar o
alcanzar algo.
• La palabra empresa también se utiliza para referirse a una
tarea, actividad o acción considerada difícil,
importante o costosa.
4. Recordemos
• El origen de la misión. (Efesios 1:3,7)
• La revelación de la misión (Isaías 53:3-9)
• Los agentes especiales de la misión (1ª Pedro 2: 9,10)
• La metodología de la misión (Juan 13:15-17 ; Juan 1:14 ; Juan 17)
6. MÍ
Pronombre personal acentuado de la primera persona
del singular. Es la forma tónica de yo. Este mí es
complementario, eso quiero decir que necesita un
complemento, debido a que antes de él siempre va
una preposición.
7. Ejemplos
• A mí me gustó y emocionó la decisión que mi amigo tomó.
• Me dijo que esa MISIÓN era para mí.
• Hacía mí, Jesús dirigió sus palabras .
• Tengo claro…que otros conozcan de Cristo depende de mí.
• Le dije que, por mí, no hay problema en pasar a buscarlo
para ir a la iglesia.
9. La restauración de esta ciudad
El Señor promete que al final de los tiempos, esta ciudad finalmente le será
restaurada. “Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y a
las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y te
llamarán Ciudad de Jehová, Sion del Santo de Israel” (Isaías 60:14).
En ese tiempo anticipado de liberación, cuando la gran controversia
terminará, sucederá que “para que en el nombre de Jesús se doble toda
rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y
toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”
(Filipenses 2:10, 11). Estas palabras ofrecen una seguridad reconfortante de
que llegará el momento en que Sión será reconstruida y los redimidos
vivirán allí en paz en la Nueva Jerusalén (Apocalipsis 5:11–14).