1. El "Negro" en el Perú
Borrando el Racismo del Lenguaje
En África nunca existieron "negros", en África existieron Africanos.
"Negro" fue y es una palabra impuesta forzosamente por los Europeos
Colonizadores que en su momento tenía el mismo - o peor - valor que una cosa,
un objeto, un bien mueble que se podía comprar, vender, alquilar e incluso poner
en herencia.
Esa condición de "negro" sirvió para secuestrar y animalizar a los africanos y sus
descendientes en las Américas, con la única intención de justificar el crimen de
lesa humanidad más grande de la historia, la trata trasatlántica de personas en
situación de esclavización por casi 500 años, hecho histórico sin responsables, ni
sentenciados hasta el día de hoy.
En aquel entonces el “otro” era el Negro africano, el vacío, sin alma ni
humanidad, que estaba condenado a servir de por vida a lo opuesto de él, el
“normal”, el blanco Inglés, Portugués o Español que debía ser obedecido sin
ningún tipo de contraprestación económica, ni requisito alguno por la gracia
divina de Dios, pues la Iglesia Católica en ese entonces permitía dicho comercio
(capitalista) e incluso señalaba que el color oscuro de la piel respondía a la marca
del Demonio (Satanás).
No es raro que ahora en nuestro lenguaje común lo "negro” que enriqueció a un
grupo de personas y naciones por siglos, se encuentre estrechamente asociado a
lo malo, la pena, el dolor, la desdicha, lo perjudicial. La Mano negra
(influencia negativa), el día negro (un mal día) humor negro (bromas dolorosas y
crueles), un futuro negro (mal porvenir), gato negro (símbolo de mala suerte),
mercado negro, dinero negro (proveniente de actividades delictivas), magia negra
(brujería), entre otros.
La palabra “negro”, por si sola, no posee una carga negativa o degradante del
sujeto social, sin embargo el ser "negreado" en el Perú atribuye a la persona
toda una mochila de características negativas de su existencia, en las calles,
2. transporte público, centro de estudios, trabajo, las mismas familias, en general en
todo lugar y a cada momento.
Es por ello que reivindicamos la palabra afrodescendiente, identidad que
destierra la calificación de "negro" a las personas descendientes de los hijos e
hijas de sobrevivientes Africanos en situación de esclavización, la cual fue
reconocida y acogida por la Organización de las Naciones Unidas en la II
Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la
Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia en Durban, Sudáfrica.
Ya en el Siglo XXI y a 161 años de la abolición (formal pero no real) de la
esclavitud en el Perú, es fundamental recordar que "Negro" no significó persona
de piel negra, sino la negación de la condición humana, además de borrar todo
tipo de rezagos coloniales que repliquen y revivan la máxima subordinación
racial en la historia de la humanidad, entre ellos la palabra "Negro" para referirse
a la población afrodescendiente, pues esa concepción negrista generó que hasta el
día de hoy la población afroperuana constituya la esfera socioeconómica más
baja de nuestro País, sin políticas públicas diferenciadas y acciones afirmativas
de reparación histórica de parte del Estado Peruano.
“Marco Antonio Ramírez.
Afroperuano que no baila, ni juega fútbol. Promotor en Ciudadanía e
Interculturalidad, soñador que le ríe a la vida y al amor. @elafroperuano”