3. Efesios 4.17-24
(4.17) Esto, pues, digo y
requiero en el Señor: que ya no
andéis como los otros gentiles,
que andan en la vanidad de su
mente,
4. Efesios 4.17-24
(4.18) teniendo el
entendimiento entenebrecido,
ajenos de la vida de Dios por la
ignorancia que en ellos hay,
por la dureza de su corazón;
5. Efesios 4.17-24
(4.19) los cuales, después que
perdieron toda sensibilidad, se
entregaron a la lascivia para
cometer con avidez toda clase
de impureza.
12. Efesios 4.17-24
(4.17) Esto, pues, digo y
requiero en el Señor: que ya no
andéis como los otros gentiles,
que andan en la vanidad de su
mente,
13. Efesios 4.1
(4.1) Yo pues, preso en el Señor,
os ruego que ANDÉIS COMO ES
DIGNO DE LA VOCACIÓN con
que fuisteis llamados
14. Efesios 5.2
(5.2) Y ANDAD EN AMOR,
como también Cristo nos amó,
y se entregó a sí mismo por
nosotros, ofrenda y sacrificio a
Dios en olor fragante.
15. Efesios 5.8
(5.8) Porque en otro tiempo
erais tinieblas, mas ahora sois
luz en el Señor; ANDAD COMO
HIJOS DE LUZ.
17. Efesios 4.17-24
(4.18) teniendo el
entendimiento entenebrecido,
ajenos de la vida de Dios por la
ignorancia que en ellos hay,
por la dureza de su corazón;
18. 1 Corintios 2.14
(2.14) “Pero el hombre
natural no percibe las cosas
que son del espíritu de Dios,
porque para él son locura, y
no las puede entender,
porque se han de discernir
espiritualmente”
19. Oseas 4.6
(4.6) “Mi pueblo fue destruido,
porque le faltó conocimiento.
Por cuanto desechaste el
conocimiento, yo te echaré del
sacerdocio; y porque olvidaste
la ley de tu Dios, también yo me
olvidaré de tus hijos”
20. Hebreos 3.12-13
(3.12) “Mirad, hermanos, que no
haya en ninguno de vosotros
corazón malo de incredulidad para
apartarse del Dios vivo;
(3.13) antes exhortaos los unos a los
otros cada día, entre tanto que se
dice: Hoy; para que ninguno de
vosotros se endurezca por el engaño
del pecado”
21. Efesios 4.17-24
(4.19) los cuales, después que
perdieron toda sensibilidad, se
entregaron a la lascivia para
cometer con avidez toda clase
de impureza.
22. 1 Juan 3.8-9
(3.8) “El que practica el pecado es del
diablo; porque el diablo peca desde el
principio. Para esto apareció el Hijo
de Dios, para deshacer las obras del
diablo.
(3.9) Todo aquel que es nacido de
Dios, no practica el pecado, porque
la simiente de Dios permanece en él;
y no puede pecar, porque es nacido
de Dios”
28. Romanos 12.2
(12.2) “No os conforméis a este
siglo, sino transformaos por
medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para
que comprobéis cual sea la
buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta”
29. Efesios 4.17-24
(4.24) y vestíos del nuevo
hombre, creado según Dios
en la justicia y santidad de la
verdad.
30. Romanos 6.1-2
(6.1) “¿Qué, pues, diremos?
¿Perseveraremos en el pecado
para que la gracia abunde?
(6.2) En ninguna manera.
Porque los que hemos muerto
al pecado, ¿cómo viviremos
aún en él?”
32. 1 Reyes 18.21
(18.21) “Y acercándose Elías a
todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo
claudicaréis vosotros entre dos
pensamientos? SI JEHOVÁ ES
DIOS, SEGUIDLE; y si Baal, id en
pos de él. Y el pueblo no respondió
palabra”.