2. Fue una escritora suiza
Su nombre de soltera era Johanna Louise Heusser.
Es conocida mundialmente por su relato infantil Heidi.
"Desde la risueña y antigua ciudad de Maienfeld
parte un sendero que, entre verdes campos y tupidos
bosques, llega hasta el pie de los Alpes majestuosos,
que dominan aquella parte del valle. Desde allí, el
sendero empieza a subir hasta la cima de las
montañas a través de prados de pastos y olorosas
hierbas que abundan en tan elevadas tierras".
Con esta poética descripción, comienza la más
famosa de las obras de esta autora, que ha hecho las
delicias de todos los niños del mundo durante varias
generaciones: Heidi.
3. Johanna fue la cuarta hija del matrimonio formado por
el Dr. Johann Heusser y de la poetisa Meta Sebweizer.
Su casa blanca, que aún se conserva, está ubicada en
las afueras de Hirzel, justo cuando el terreno comienza
a ascender la montaña verde.
Johanna fue una niña sensible, con enorme amor
por la música, las aves y las flores de los campos
alpinos y de los bosques cercanos a su hogar.
La escuela a la cual concurrió primero Johanna, y
luego sus hermanos, había sido un granero en
medio de un sembradío. Seguramente su primer
maestro debió haber sido muy poco hábil para
confundir su timidez con holgazanería,
humillándola constantemente ante toda la clase.
El resultado fue que la sacó de allí y la envió a la
otra escuela de la aldea, que funcionaba en casa
del pastor de la villa.
4. Durante siete años, entre 1845 y 1852, Johanna se
transforma en maestra de sus hermanas menores,
aprovechando el tiempo libre para hacer lecturas
que fueron enriqueciendo su capital intelectual y
espiritual.
En las épocas de vacaciones, su afinidad con la
naturaleza la llevaba hacia la región de Chur,
escenario que luego sería trasladado como la
principal escenografía de la acción de Heidi.
A partir de 1879 comienza el período más
productivo en la narrativa de Johanna,
escribiendo veinte libros en cinco años, período
que corresponde a la publicación de Heidi.
5. Viuda a los cincuenta y tres años, Johanna Spyri vivió
serenamente en Zúrich, escribiendo muchos cuentos
sobre los niños que viven en las montañas, con sus
costumbres y sus juguetes que ellos mismos
fabricaban, y su continuo diálogo con los animales y
los paisajes del entorno.
Así, en los últimos años de su vida, entre 1886 y 1901,
escribe cuarenta y ocho cuentos, tomando
vacaciones durante los primeros meses del nuevo
siglo pues su agotamiento era muy grande.