2. HISTORIA
Águilas lleva escrita en su Historia la vida de una ciudad
portuaria. La salida al mar para la Región de Murcia en
tiempos pasados ha llevado a sus gentes a comerciar con
pueblos del Mediterráneo, a potenciar su economía y a
entablar relaciones culturales, que han conformado la
idiosincrasia de sus habitantes. En Águilas existen
vestigios remotos que llevan hasta el Neolítico, pero los
restos de las primeras culturas, que muestran un interés
por el comercio litoral, son fenicios y romanos. En los
siglos de dominación árabe de la Península Ibérica, la
zona de Águilas se vio obligada a fortalecerse con
numerosas torres, que vigilaban y defendían la costa. La
llegada de los cristianos en el siglo XIII hizo de Águilas la
puerta al mar de la ciudad de Lorca.
Una visita inesperada en el siglo XVIII, la del Conde de
Aranda y su visión de futuro, hizo que naciera el germen
de la actual localidad de Águilas. Tras muchos años de
luchas políticas y económicas entre Lorca y Águilas, en
1834 se nombró el definitivo Ayuntamiento de la villa. En
Águilas, al igual que en muchas otras poblaciones de la
costa murciana, fue muy importante durante los siglos XIX
y XX la recuperación económica que supuso el trabajo en
la minería y el esparto. El municipio ha sabido reaccionar a
las grandes crisis de estos sectores, convirtiéndose a
principios del siglo XXI en uno de los máximos exponentes
turísticos de la Región de Murcia.
3. CARACTERÍSTICAS DE SU ENTORNO
Águilas es un municipio de casi de 35.000 habitantes
(según el padrón del INE de 2011) perteneciente a la
comarca del Alto Guadalentín. Limita al norte y este
con el término municipal de Lorca, al sur con el Mar
Mediterráneo y al oeste con el municipio almeriense
de Pulpí. Dista de Murcia 103 kilómetros, con lo que
es el municipio más alejado de la capital. Sin
embargo, la población disfruta de más de 35 playas
que se distribuyen en 28 kilómetros de costa, así
como de espacios naturales como el Parque
Regional de Cabo Cope-Calnegre y el Paisaje
Natural de Cuatro Calas
4. PREHISTORIA
En diferentes puntos del municipio de Águilas se han
encontrado vestigios que se remontan al período
Neolítico: Cope, Peñarrubia, Tébar, Chuecos, Fuente del
Sol y Barranco de los Asensios son ejemplos de la
importancia de la cultura de hace 4.000 años. Todos
estos asentamientos tienen en común su situación junto a
una fuente de agua, ya sea permanente o esporádica.
Los restos arqueológicos que delatan la cultura neolítica
de estos yacimientos han sido hachas de piedra
pulimentada y vasijas de cerámica muy rudimentarias.
Hacia el año 3000 a. C. parece que hubo un grupo
habitando la Cueva C-6 en el Eneolítico. Los restos
encontrados han sido cerámicas de diferente calidad y
residuos de comida, como cascarones de huevos de
gaviota.
5. ANTIÜEDAD
Tras la caída de la Cartagena púnica en manos de las fuerzas romanas en el 209 a. C., la costa
de Águilas comienza a tomar una relevancia que hasta ese momento no había conocido. Según
parece, incluso el nombre de la actual ciudad proviene de los romanos. Esta civilización bautizó
el cerro en el que construyeron una primera atalaya con el término latino Aquilae. Entre los
siglos I y III d. C. comenzó a florecer la cultura romana en Águilas. De este período datan
las termas encontradas en el núcleo urbano, musealizadas desde el año 2001. También de este
momento sería el ágora o plaza pública, que se encontraría en lo que hoy es la Glorieta de
España.
El momento de mayor esplendor de Aquilae se corresponde con los últimos siglos de poderío
del Imperio Romano, los siglos III y IV. Una de las principales fuentes de ingresos para la ciudad
era la elaboración de salazones y la salsa 'garum'. A la factoría de salazones encontrada en
Águilas hay que añadir las fábricas de cerámicas, en las que se elaboraban las ánforas
necesarias para el transporte y conservación de estos dos productos. La fábrica de salazones
muestra en su planta una gran sala central, destinada a la manipulación del pescado, y una
serie de saladeros de distintas dimensiones y estancias complementarias a su alrededor. Pero,
además de la importancia de los salazones, también es de destacar el cultivo de la vid y el
olivar, así como la elaboración del esparto.
Cerca del Puerto del Hornillo se han descubierto distintas necrópolis familiares y se piensa
que en ese lugar se construirían navíos para la flota del Imperio. En el siglo V la zona cayó en
poder de los vándalos, una de las tribus del Norte de Europa que entraron en la Península
Ibérica. Aún no se conoce a ciencia cierta si Águilas fue destruida por estos grupos invasores o
simplemente fue abandonada a su suerte ante el peligro, tras la gran crisis económica que dio
al traste con el Imperio Romano.