3. Pero la abeja estaba triste
porque la mariposa no
quería ser su amiga
4. Así que pensó…y pensó…
- La invitaré a un té,
con mis amigas las
margaritas.
Y así fue…
5. Las margaritas le contaron a la
mariposa lo maravillosa que era
la abejita, y lo bien que hacía su
trabajo.
¡¡Era la mejor
polinizadora
de la
colmena!!
6. A partir de ese momento, la
mariposa aleteaba sus alas
para acariciar a la abejita.
Poquito a poco, se fueron
conociendo hasta que un día…
¡Surgió el amor!
7. Y aunque él era abeja y ella
mariposa, decidieron pasar el
resto de sus días juntos.
Y fueron felices y comieron regalices.