9. La fe es un don de
Dios, que abre
nuestras mentes
para que podamos
creer en Él.
10. Una comunidad es adulta
cuando profesa su fe, la celebra
con alegría en la liturgia, vive la caridad,
y proclama la Palabra sin descanso,
saliendo del propio ambiente.
11. La fuerza de nuestra fe,
a nivel personal y comunitario,
se mide por la capacidad
de comunicarla a los demás,
de difundirla, de vivir la
caridad
donde hace tanta falta
experimentar
el amor de Dios.
12. Todo el mundo
debería
experimentar la
alegría de
saberse amado
por Dios.
¿Cómo
colaboramos para
que el amor de
Dios llegue a
todos nuestros
hermanos?
15. Que lo que somos y
hacemos lo vivamos con
un espíritu misionero.
En tu mundo…
16. Que tu Espíritu y María Santísima
llenen de fuerza
a los misioneros
en tierras de misión
y que todos
trabajemos para
quetu Reino crezca
cada día más.