1. Domingo de la Santísima Trinidad. Evangelio (Juan 16, 12-15). 26 de Mayo de 2013
Publicado por LMV en http://erealcala.blogspot.com por el Departamento de Jóvenes de Cáritas Diocesana de Alcalá de Henares.
LA PALABRA ES VIDA
La vida que nace del Evangelio para cada semana de Adviento
CÁRITAS DIOCESANA DE ALCALÁ DE HENARES
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Muchas cosas me quedan por deciros, pero no
podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la
verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y comunicará lo que está
por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando. Todo lo que tiene
el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará de lo mío y os lo anunciará”.
“¿Un solo Dios o un Dios solo?”
Debe ser muy difícil, para el ciego, imaginarse la luz. Por mucho que le digamos “desde fuera”,
él está dentro de una noche total, no tiene dónde asirse, le falta pared para colgar nuestros
bonitos conceptos. Por mucho que acaricie las formas de las cosas, nunca podrá imaginar lo
bello que es un paisaje. Por mucho que agudice el oído, jamás podrá descubrir cómo es el vuelo
de una bandada de gaviotas.
¿Pues cómo conocer nosotros, aquí, la intimidad de Dios? Del todo, imposible; muy pequeño
tendría que ser para que nosotros pudiéramos abarcarlo. Pero Él nos va poniendo pistas para
que podamos acercarnos un poco. Nos va dejando noticias suyas envueltas en pobres palabras
nuestras, para animar y orientar nuestra búsqueda.
¡Qué lejos nos quedamos todavía? Dios es más, mucho más, infinitamente más. Habrá que
seguirlo buscando, imaginando, soñando. Hasta el día en que, con unos brazos también nuevos,
podamos abrazarlo.
Que Dios es uno, sólo uno, es algo que no admite sombra de duda para quien tenga una pizca
de fe. No sería Dios –nos dice la razón-, si alguien le disputara la supremacía, si tuviera que
compartir con otro su plenitud. El mismo Dios se encarga, por otra parte, de recordárselo
continuamente al pueblo: “No tendrás más Dios que a mí”. La unidad de Dios es, pues, el
primer postulado para todo creyente.
Un solo Dios, de acuerdo. Pero ¿un Dios solitario? ¿Le gusta a Dios la soledad? No le debe
gustar mucho cuando, porque quiso, tuvo el detalle de inventarse el tiempo, y en él fue
colgando toda una sucesión de seres que podríamos no haber existido. También hizo el espacio,
donde puso el mundo, todos los mundos, conocidos o no. La creación fue una decisión
totalmente gratuita de Dios: quiso que otros participáramos de su bondad, de su felicidad; quiso
que, en el banquete inmenso del vivir, la mesa estuviera llena de comensales. No tenía ninguna
necesidad. Sencillamente, lo hizo.
Mirando hoy a este Dios, uno y trino, nos entran ganas de parecernos a Él, siquiera sea de
lejos. Pero ¿hay caminos para conseguirlo?
- Un camino es compartir: nos parecemos a Dios cuando hacemos que otros participen de
nuestra porción de alegría, y de pan, y de esperanza. Cuando partimos con el hermano
todo lo nuestro. Convencidos de que, según las matemáticas de Dios, cuanto más se da,
más se tiene.
- Otro camino: la comunión. Entre tantas personas tan distintas, todas problemáticas,
hemos de conseguir formar una sola familia, una Iglesia. Todos aportando, y todos
recibiendo. Todos “comulgando”. Así nos pareceremos a Él. Así seremos presencia suya
en el mundo.
PARA TU REFLEXIÓN Y COLOQUIO:
¿Qué entiendes, sientes e intuyes tú cuando piensas en Dios Uno y Tres Personas?
Nos parecemos más a Dios Trinidad cuando compartimos ¿Cómo lo ves realizable?
¿Será la comunión la mejor manera de vivir y entender a Dios? Hagamos la prueba.