1. William Shakespeare
¿A quién amaba
Shakespeare?
Si para hablar de amor
resulta imprescindible la
experiencia amorosa, parece
obvio que Shakespeare
estuvo enamorado. La
cuestión es ¿de quién…?
Shakespeare se casó con tan
solo 18 años con Anne
Hathaway, la cuál estaba
embarazada de tres meses,
con la que tubo tres hijos. La
respetabilidad de la una
familia y del dinero que
ganaba su marido hicieron de
ella una mujer encopetada, de
carácter antipático y con una
actitud vital.
Y algo tremendo tubo que
ocurrir para que Shakespeare
en su lecho de muerte
expresara el deseo de evitar
que los huesos de su viuda
descansarán algún día con los
suyos.
Shakespeare su fue a
Londres y se hizo el dueño
del mundo. Ganó dinero con el
teatro sin desdeñar otras
actividades. Se comenta que
practicó la usura y otros que
juran haber visto los
documentos que acreditan su
enjuiciamiento y condena a
ser azotado por el delito de
robar ganado. Fuera de eso,
su golfería y entusiasmo
sexual eran evidentes, pese a
la discreción del poeta.
Hay varias teoría sobre la
sexualidad de Shakespeare:

2. • la que se refiere a
Shakespeare con un
golfo heterosexual.
• Y en la que se asegura
la homosexualidad del
escritor, ya que se han
encontrado sonetos
dedicados a un
misterioso “W-H”.
La teoría que más se
acerca a la realidad es la
de un Shakespeare
heterosexual.
Se barajan muchos
nombres de chicas como:
Elizabeht Vernon, que
sería el cuarto vértice del
cuadrado amoroso entre
Pembroke, Souhtampton,
la propia Elizabeht y Lady
Penélope Rich, con quienes
Shakespeare jugaría el
papel de amante ocasional
y travieso.
Finalmente hay una mujer
cuya historia de amor con
Shakespeare transcurre
entre lupanares, teatros y
tabernas de Londres, sino
a medio camino entre
Londres y la casa del
poeta. Es la dueña de una
hostería de Oxford en la
que Shakespeare pasaba
noches antes de afrontar
la visita a su legítima
mujer y sus hijos. Se ha
llegado a asegurar que el
amor por la mesonera fue
bastante grande, incluso
se ha llegado a decir que
de esa relación nació un
hijo.
En cuanto del propia
Shakespeare, que del amor
dejó dicho cuanto
sabemos de tan extraño
fenómeno, y como queda
plasmado en su obra
“Twelfht Night”: “ El amor
solicitado es bueno, pero
el que se da sin que medie
solicitud es mejor”.
Realizado por :
Beatriz Calzada