Informe de Internacionalización de America Latina BBVA final
1. La internacionalización en
América Latina como paso
para la expansión global
Caso BBVA
www.pwc.com/es
Crecimiento Inteligente
Internacionalización
2. 2
Índice
Presentación 3
Resumen ejecutivo 4
Introducción 6
Primera parte: La expansión internacional
de las empresas españolas en
América Latina 9
1. Panorama de la
economía mundial 10
2. Panorama económico en América Latina 13
3. El contexto estructural
de la expansión bancaria internacional 20
4. La dinámica de las inversiones españolas 22
5. La internacionalización de las empresas
españolas en América Latina 24
6. La expansión internacional de la banca
española 28
6.1. La importancia del sistema
financiero y la función de los bancos 28
6.2. Una mirada al sector bancario
internacional 30
6.3. Una mirada al sector bancario
en América Latina 31
6.4. La internacionalización de la banca
española en América Latina 33
Segunda parte: BBVA: Una historia
de éxito en América Latina como paso
para la expansión global 35
1. Salir al exterior, una vocación 36
1.1. BBVA: primera etapa, el crecimiento
en América Latina 38
1.2. Segunda etapa y situación actual 44
1.3. Una visión de conjunto 46
2. Beneficios de la expansión en América Latina
y el salto a Estados Unidos, China y Asia 47
2.1. Beneficios en América Latina 47
2.2. Estados Unidos 47
2.3. China 50
2.4. Asia 53
2.5. Vínculos crecientes entre Asia
y América Latina 55
3. BBVA: la consolidación global 56
3.1. América del Sur 56
3.2. México 57
3.3. Estados Unidos 58
3.4. Factores clave de exito en la
internacionalización 58
4. Una reflexión final 59
4.1. BBVA: desde el pasado
mirando al futuro 59
4.2. BBVA: banco global 59
Tercera parte: Conclusiones, anexo,
Bibliografía, agradecimientos y contactos 61
Conclusiones 62
Anexo: La economía mundial
hacia el 2050 68
Bibliografía 72
Agradecimientos 74
Contactos 75
1
Profesor del Máster Oficial: América Latina Contemporánea y sus Relaciones con la Unión Europea. Una Asociación Estratégica. Instituto de Estudios
Latinoamericanos (IELAT). Universidad de Alcalá.
Profesor del Máster Interuniversitario: Diplomacia y Relaciones Internacionales. Escuela Diplomática de Madrid. Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
Consejero y Asesor Internacional de Empresas.
Autor:
Ramón Casilda Béjar1
rcasilda@cadmoweb.com
3. Presentación
El entorno socioeconómico actual
plantea nuevos retos que exigen
necesariamente la transformación de
nuestro modelo económico y la
adaptación de nuestras empresas a una
nueva forma de hacer negocios. Desde
PwC España, hemos desarrollado el
programa Crecimiento Inteligente, que
bajo el liderazgo de Jordi Sevilla,
acompaña a nuestros clientes en este
proceso.
En este nuevo modelo económico la
internacionalización tiene una
importancia capital. Salir al exterior es
una de las mejores recetas para crecer
porque, no sólo permite el acceso a
nuevos mercados diversificando los
riesgos de demanda, sino que, como ha
quedado demostrado, incrementa
significativamente el nivel de
competitividad empresarial al facilitar el
acceso al talento y a las nuevas
tecnologías.
A lo largo del proceso de
internacionalización las empresas se
enfrentan a diversas barreras internas y
externas, que actúan como limitaciones
de mayor o menor intensidad, y que
deberán ser consideradas y gestionadas
adecuadamente: desconocimiento y
distanciamiento de los mercados
exteriores, necesidad de invertir y asumir
costes iniciales elevados, la capacitación
del capital humano, etc.
En esta publicación, con la que iniciamos
una serie en la que analizaremos casos de
éxito de internacionalización,
profundizaremos en la forma en la que el
BBVA afrontó estas barreras, cómo las
salvó y las importantes ventajas que
obtuvo al dar el paso de salir e implantarse
en el exterior. En PwC, estamos
convencidos de que con esta colección,
transmitiremos fielmente nuestra idea: un
proceso de internacionalización
empresarial no depende del tamaño de la
compañía; si existe una idea, un producto
o un servicio diferencial que representa
una ventaja competitiva cualquier tamaño
empresarial es adecuado.
Confiamos en que estos casos ilustren a
otras empresas a plantearse la
internacionalización como una estrategia
clave de crecimiento y estimulen a todas
aquellas que aún no han iniciado este
proceso.
Carlos Mas
Presidente de PwC España
4. 4 La internacionalización en América Latina como paso para la expansión global
diversificar riesgos, conservar su
identidad y defenderse de
eventuales intentos de adquisición
por parte de algún competidor
extranjero. Este proceso de
expansión internacional, comenzó
sus primeros pasos por Francia,
Italia, Marruecos, Portugal y, de
manera especial, América Latina,
que propició un desarrollo
inversor que por su rapidez,
volumen y posiciones alcanzadas,
sorprendieron a la comunidad
financiera y de manera singular a
la sociedad latinoamericana2
.
En general, los sistemas
financieros latinoamericanos
presentaban una creciente
apertura y desregulación, un bajo
nivel de bancarización, altas
rentabilidades potenciales y una
ascendente mejora en los sistemas
de supervisión y regulación
bancaria. Asimismo, evidenciaban
carencias de capital y de nuevos
productos para hacer frente a una
creciente demanda de servicios
financieros.
Dentro del sector bancario
español y desde este contexto,
destaca el caso del Banco Bilbao
Vizcaya Argentaria (BBVA), que
en menos de un decenio, dejó de
tener implantación
El comienzo de la expansión de los
principales bancos españoles
hacia América Latina, se produce
durante los primeros años noventa
del siglo xx, cuando se vieron en
una situación de profundos
cambios en el mercado nacional,
europeo e internacional y
Latinoamérica ofrecía una
excelente oportunidad para
emprender nuevos negocios.
La entrada de España en 1986 en
la Comunidad Económica Europea
(CEE, 1957), condujeron
paulatinamente a una
liberalización y desregulación del
sector, que tomó fuerza con la
configuración del Mercado Único
Europeo (MUE, 1993), y el
proceso de la Unión Económica
Monetaria (UEM, 1993), que
preparaba el lanzamiento de la
moneda única (euro) en la Unión
Europea (UE, 1993), actos que
definitivamente modificaron de
manera radical la estructura y las
estrategias de los principales
bancos españoles.
Estas entidades se vieron en la
necesidad de superar los límites
geográficos nacionales, para
buscar nuevos mercados como
mecanismo para mantener y
aumentar su posición competitiva,
Resumen ejecutivo
2
Para más detalle y un amplio análisis, véase: Casilda, 1992, 1999 y Calderón y Casilda, 1999 y 2000.
5. Resumen Ejecutivo 5
exclusivamente en España,
consolidándose en la región como
una entidad financiera líder de
referencia internacional, para
posteriormente, desde las
experiencias y habilidades
conseguidas, alcanzar una
proyección global que le fortalece
a la vez que moderniza los
sistemas bancarios donde se
encuentra presente, facilitando
mejores oportunidades de ahorro
y crédito a la clientela.
Este “Caso” analiza el proceso de
internacionalización en América
Latina como paso para la
expansión global de BBVA. La
efectividad de esta estrategia,
entraña la incorporación de una
nueva organización, gestión,
tecnología, productos y servicios
financieros globales adaptados a
la idiosincrasia de los mercados
locales, ofreciendo las mayores
garantías, transparencia, calidad
y seguridad.
BBVA, en definitiva, se constituye
como un gran aliado de cara a
proporcionar mejores condiciones
para un mayor acceso a los
servicios financieros de la
población y del tejido empresarial,
especialmente para las pequeñas y
medianas empresas, a la vez que
contribuye al crecimiento
económico y el bienestar de los
países desde la práctica de su
modelo especializado de negocio
en banca minorista y universal.
Palabras clave:
América Latina,
bancarización, BBVA,
creación de valor, comercio,
demografía, eficiencia,
empresas, estrategia,
expansión, globalización,
idioma, inversión extranjera
directa, innovación,
internacionalización,
negocio bancario, países
emergentes, riesgo,
tecnología.
6. 6 La internacionalización en América Latina como paso para la expansión global
Introducción
A finales de la década de 1960, el sistema
bancario español, se encontraba
sometido a una intensa regulación de sus
actividades por parte de la
Administración. Transcurrida la segunda
mitad de la década de 1970, se comenzó
una nueva etapa. Las autoridades
empezaron a dar los primeros pasos de
liberalización y desregulación del sistema
financiero español3
, intentando mejorar
así sus niveles de eficiencia. Este proceso
coincidiría en sus orientaciones básicas
con el de la mayoría de los países
europeos, y abarcaría hasta los primeros
años noventa, lo que le aproximará a
equipararse plenamente como lo está
actualmente con los países más
avanzados4
.
Con la entrada de España en la
Comunidad Económica Europea, (1986)
la transformación del sistema bancario
español se intensificó notablemente,
destacando la incorporación de nuevas
tecnologías, productos, servicios y la
disminución de la intermediación5
,
provocando unos nuevos hábitos en los
consumidores. Estos acontecimientos se
vieron potenciados con la configuración
del Mercado Único Europeo, que supuso
eliminar las barreras para la libre
circulación de capitales entre los países
miembros de la UE, así como la libertad
de establecimiento y prestación de
servicios bancarios.
Toda esta dinámica impulsada con la
instauración del euro (1-1-1999), aceleró
los cambios y acortó los cronogramas, de
tal manera que rediseñó las estrategias
de los bancos europeos y de manera
especial de los españoles, que tenían una
espada de Damocles, pues dada su baja
capitalización bursátil, podían ser
comprados por alguna de las grandes
entidades comunitarias o
internacionales, que contaban con
excedentes de capital y se encontraban
sometidas a intensas presiones para
reducir costos y afrontar la reducción de
los márgenes de rentabilidad en sus
respectivos mercados –la mayoría de
ellos maduros y con poca capacidad de
crecimiento–, por lo que la situación
determinaba una estrategia de expansión
internacional.
Por todo lo cual, no es casual que el
proceso de internacionalización de los
bancos españoles comience a principios
de los años noventa y se centre
singularmente en los países
latinoamericanos, que desde una
perspectiva económica, podemos
argumentar, que durante la segunda
mitad de la década de los años noventa
lograron ser considerados
internacionalmente como países
emergentes6
.
3
Se liberalizaron los flujos de capital y las tasas de interés, además de flexibilizar la normativa el acceso de nuevas entidades —nacionales e internacionales— y
facilitar la expansión de las existentes.
4
Para más detalle, Casilda, 1997 y 1999.
5
Proceso por el que la banca, intermediaria por excelencia, es sustituida por relaciones directas entre los que disponen de fondos y quienes los solicitan para
utilizarlos en inversiones o gastos. Entre las causantes de este proceso, se encontraban las crecientes necesidades de financiamiento del sector público, para lo cual
se emitieron nuevos instrumentos de financiación abiertos al público en general. Para más detalle, Casilda, 1997 y 1999.
6
La agencia de calificación Moody´s, elevó la deuda mexicana a largo plazo al grado de inversión (Baa) en marzo de 2000. Entonces contaban con este grado: Chile,
Panamá, El Salvador y Uruguay. Posteriormente estas calificaciones se vieron alteradas. Actualmente, cuentan con este grado de inversión: México, Brasil, Chile,
Panamá, Perú y Colombia.
7. Introducción 7
Desde esta valoración y ayudados por un
clima económico internacional favorable,
junto con la democratización y
estabilización del sistema político, los
amplios programas emprendidos de
reformas estructurales tras la aplicación
del Consenso de Washington (1.989)7
, los
bajos costes laborales, la eliminación de
los principales obstáculos a la inversión
extranjera directa8
, la política
desreguladora9
y de privatizaciones10
,
más los acuerdos de integración regional
entre los que destaca la creación del
Mercado Común del Sur (MERCOSUR)11
,
sin olvidar la gran importancia que
adquieren el NAFTA (North American
Free Trade Agreement) y el APEC (Asia
Pacific Economic Cooperation Council, en
el que participan Chile y México),
constituyeron factores determinantes del
regreso de la Inversión Extranjera Directa
(IED) a la región iniciados los primeros
años noventa del siglo xx, ofreciendo una
oportunidad única a la banca española
para emprender nuevos negocios, lo cual,
propició un desarrollo inversor que por
su rapidez, volumen y posiciones
alcanzadas, sorprendieron
internacionalmente y de manera singular
en latinoamerica.
Las inversiones extranjeras directas
españolas se aceleraron desde 1996 hasta
llegar a su punto culminante en el año
2000, cuando alcanzaron los 60.152
millones de euros (10% del PIB),
confirmándose por los mismos hechos,
que América Latina se convertía en el
destino preferido para estos importantes
flujos de inversión de bancos y empresas12
.
Estas posiciones inversoras iniciaron una
trayectoria decreciente durante el
período 2001-2004, para retomar
posteriormente la senda alcista, si bien,
con menor intensidad, una vez superada
la crisis que sacudió a la región, reflejada
de manera singular en Argentina13
.
La internacionalización de las empresas
españolas en América Latina, les ha
permitido constituirse en un breve plazo
de tiempo en verdaderas multinacionales
y, más aún, muchas han logrado
constituirse en multinacionales globales
de referencia en su sector. En el sector
financiero destaca BBVA14
que, en tal solo
un decenio, ha dejado de tener
implantación exclusivamente en España,
para consolidarse como un banco de
referencia internacional y proyección
global.
Los mayores bancos españoles,
SANTANDER y BBVA, superada la fase
inicial de instalación en los distintos
países latinoamericanos y lograda una
amplia presencia y liderazgo, se
enfrentan al desafío de dinamizar la
bancarización15
en la región. Esto es, la
incorporación de amplias capas de
población, que aún no tienen acceso a los
servicios financieros y, de igual manera,
trabajar para dar cabida a las extensas
bolsas que habitan en el sector
productivo informal, constituido por una
legión de micro y pequeñas empresas que
conforman la llamada “economía
informal”. Formalizar ambas, dándoles
entrada en el sistema financiero formal,
sin duda, constituye un mayúsculo reto.
7
Para más detalle: Consenso de Washington. Una nueva política económica; Casilda, 2002.
8
Es el punto 7 del Consenso de Washington.
9
Es el punto 9 del Consenso de Washington.
10
Es el punto 8 del Consenso de Washington.
11
Creado en 1991 por el Tratado de Asunción, integrándolos los cuatro países fundadores: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Bolivia y Venezuela se encuentran
actualmente en proceso de incorporación. Chile, Colombia, Ecuador y Perú son países asociados.
12
Véase para más detalle y un amplio análisis: Calderón y Casilda, 1999 y 2000; Casilda, 2002 y 2008.
13
“Argentina: La primera crisis económica del siglo XXI. Lecciones para una economía global”, Casilda y Sotelsek, en Casilda, 2002.
14
BBVA tiene como origen las fusiones que realizaron Banco Bilbao con Banco Vizcaya en enero de 1988, dando origen al Banco Bilbao Vizcaya (BBV).
Posteriormente, BBV en octubre de 1999, se fusionó con el banco público Argentaria, por lo que se creó el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA). BBVA, nació
con una capitalización de 37.703 millones de euros (6,273 billones de pesetas), por encima del que era hasta ese momento el primer banco español por valor en
bolsa: BSCH, con 33.780 millones de euros (5,62 billones de pesetas).
15
Puede medirse o expresarse de diferentes maneras, como pueden ser cuentas corrientes y de ahorro en porcentaje de la población adulta o de crédito respecto al PIB.
La internacionalización
de las empresas
españolas en América
Latina, les ha permitido
constituirse en un breve
plazo de tiempo en
verdaderas
multinacionales.
8. 8 La internacionalización en América Latina como paso para la expansión global
Estas acciones combinadas, benefician
directamente a las familias y aceleraría la
creación de clases medias, a la vez que
mejoraría la eficiencia de la asignación de
recursos para el tejido empresarial. Y
todo ello, generando indudables
beneficios para el crecimiento económico
de los países y el bienestar de sus
ciudadanos.
Los dos grandes grupos bancarios
españoles, junto con las más importantes
empresas, se han situado con éxito en
sectores tan dinámicos, avanzados y
estratégicos como el financiero,
telecomunicaciones, energía,
infraestructuras y concesiones. En
general, los efectos positivos no se han
hecho esperar, al proporcionar un
mayor nivel de seguridad, eficiencia,
diversidad y mejores precios y
funcionamiento en sus respectivos
mercados, lo que repercute en mejoras de
la calidad de vida de la población
y en la competitividad del tejido
industrial mediante los spillover de
productividad.
No obstante, a pesar de la febril actividad
y el liderazgo alcanzado, también se han
planteado “puntualmente” algunas dudas
y contratiempos, captando la atención de
la opinión pública, los organismos
reguladores, las instituciones regionales
y los gobiernos. Por todo ello, es
fundamental reforzar la imagen de la
“Marca España” mediante la potenciación
del “Made in Spain”, para crear una rica
fertilización cruzada similar a la
producida entre el “Made in Germany” y
la marca automovilística Mercedes Benz.
Maximizar el reconocimiento y la
percepción de nuestro país y sus marcas,
es de la más alta importancia para el
presente y el futuro de las empresas
españolas16
.
En este “Caso”, se analiza la
internacionalización llevada a cabo por
el BBVA en América Latina y cómo desde
sus experiencias, habilidades y
aprendizaje en el manejo de inversiones
extranjeras directas, ha realizado su
expansión hacia otros mercados más
desarrollados y emergentes, como es el
caso de Estados Unidos y Asia, que lo
han convertido en un banco con
“presencia global”, cuya estrategia de
implantación y desarrollo pivota en
torno a los conceptos de “solidez,
innovación, transparencia,
competitividad y compromiso con los
países donde se encuentra presente”.
En América Latina, esta actuación ha
permitido fortalecer los sistemas
bancarios, así como introducir nuevos
hábitos de consumo mediante la
incorporación de nuevos productos y
servicios financieros, así como de
novedosas modalidades, canales
comerciales y desarrollos tecnológicos,
que hacen posible aumentar la
bancarización a la vez que se realiza una
gestión del ahorro más segura y eficiente,
al tiempo que se ofrece un mayor acceso
al crédito para los hogares y las pequeñas
y medianas empresas, todo lo cual
posibilita una mayor cultura financiera.
La efectividad de estas actuaciones,
entraña unas evidentes mejoras que
aportan mayor seguridad, reducción de
precios y nuevos productos y servicios
financieros adaptados a la idiosincrasia
de los mercados nacionales, otorgando
más transparencia y confianza. De esta
manera, BBVA se constituye como un
gran referente por su seguridad, calidad
en la gestión y el compromiso con los
clientes, siendo, por tanto, un excelente
aliado para el crecimiento económico y el
bienestar de sus ciudadanos.
16
España y la marca país como ventaja competitiva, en Casilda, 2002 y 2011.
10. 10 La internacionalización en América Latina como paso para la expansión global
1. Panorama de la economía mundial17
Antes de abordar la expansión
internacional de BBVA en América Latina
como paso para la expansión global,
deseamos hacer referencia al panorama
económico mundial17
, para comprobar
que, a pesar de la crisis económica actual,
continúa siendo atractiva para la IED
debido a su mejor desempeño que en
crisis anteriores, y una más rápida salida
que otras regiones del mundo,
especialmente en relación a los países
desarrollados, como puede ser España.
Para el Banco Mundial (BM) el
crecimiento de la economía mundial fue
de un 3,9% durante 2010, si bien
desacelerará su ritmo hasta el 3,3% en
2011, para llegar hasta el 3,6% en 2012.
Estos crecimientos se están produciendo a
dos velocidades, los países en desarrollo lo
han hecho a un 7% en 2010, lo harán un
6% durante 2011 y un 6,1% en 2012. Con
estos ritmos, continuarán superando el
crecimiento de los países de ingreso alto o
desarrollados, que llegó a niveles del 2,8%
en 2010, con previsiones del 2,4% en 2011
y del 2,7% para 2012 (Cuadro 1).18
Estas cifras, indican que la mayoría de los
países en desarrollo, como es el caso de
los latinoamericanos, se han recuperado
rápidamente, aunque proyectan un
crecimiento sostenido a lo largo de 2011
y 2012. Por el contrario, la recuperación
de varias economías emergentes de
Europa, Asia Central y en algunos países
de ingreso alto es incierta, en ausencia de
políticas internas correctivas
estructuralmente, siendo probable que
los niveles elevados de desempleo y
endeudamiento de las familias, sumados
a la fragilidad de los sectores de
construcción (subsector de la vivienda) y
banca, obstaculicen la recuperación. La
Organización Internacional del Trabajo
(OIT), augura que el desempleo
continuará siendo alto en 2011 y que los
niveles de empleo que existieron en 2008
no se recuperarán hasta 2015, salvo
algunos países emergentes como
excepción y con el agravante, además, de
una creciente precarización del empleo19
.
Una nota positiva la constituye el fuerte
crecimiento de la demanda interna en
17
Vease anexo: La economía mundial hacia el 2050.
18
Para más detalle: Multinacionales Españolas. En un mundo global y multipolar, Casilda, 2011.
19
Para un análisis actualizado, véase: Perspectivas económicas mundiales www.worldbank.org/globaloutlook.
Cuadro 1. Previsiones de crecimiento mundial por regiones
Banco Mundial: 2010-2012 (En porcentaje)
2010 2011 2012
Mundo 3,9 3,3 3,6
Países de alto ingreso 2,8 2,4 2,7
Países en desarrollo 7,0 6,0 6,1
Países en desarrollo, sin China e India 5,2 4,3 4,5
Asia Oriental y Pacífico 9,3 8,0 7,8
Europa y Asia Central 4,7 4,0 4,2
América Latina y el Caribe 5,7 4,0 4,0
Oriente Medio y Norte de África 3,3 4,3 4,4
Asia del Sur 8,7 7,7 8,1
África Subsahariana 4,7 5,3 5,5
Fuente: Banco Mundial (2011): Global Economic Prospects: Navigating Strong Currents.
11. La expansión internacional de las empresas españolas en América Latina 11
los países en desarrollo, quienes se
encuentran liderando la economía
mundial, aunque los persistentes
problemas del sector financiero de
algunos países desarrollados continúan
siendo una amenaza para el crecimiento
y requieren medidas de política
urgentes20
, como es el caso de España,
que ha aplicado el “Programa Para el
Reforzamiento Financiero”.
Otra señal favorable, se encuentra en la
mayoría de los países de ingreso bajo,
que registraron fuertes ganancias
comerciales en 2010 y cuyo PIB, en
términos generales, aumentó un 5,3%
en 2010. Dicho aumento estuvo
respaldado por un repunte en los precios
de los productos básicos y, en menor
medida, en las remesas y el turismo. En
consecuencia, se confía en que se
fortalezcan aún más las perspectivas de
dichos países, durante 2011 y 2012
(Cuadro 1 y 2).
La nota a tener en cuenta se encuentra
en la afluencia neta de capital
internacional hacia los países en
desarrollo, que se acrecentaron durante
2010, con un aumento del 42%,
destacando nueve países que recibieron
el grueso de dicha afluencia. Mientras la
inversión extranjera directa aumentó
menos, un 16% en 2010, con lo cual
alcanzó 410.000 millones de dólares tras
disminuir un 40% durante 2009. Una
parte importante del repunte se debe a
las crecientes inversiones dentro del
hemisferio sur, especialmente las que se
originan en Asia. Este repunte en la
afluencia de capitales internacionales,
reforzó la recuperación en la mayoría de
los países en desarrollo. No obstante,
estos grandes flujos de capitales a ciertas
economías de ingreso mediano pueden
incorporar riesgos y amenazar la
recuperación a medio plazo,
especialmente si se aprecian
súbitamente los valores de las monedas
o si emergen las burbujas de activos22
.
Por su parte, el Fondo Monetario
Internacional (FMI), ha revisado sus
previsiones de crecimiento económico
mundial para el año 2011. Esta revisión
se ha visto favorecida al situarla desde el
anterior 4,2% (octubre, 2010) hasta el
4,4% (enero, 2011) y mantiene
constantes sus previsiones del 4,5% para
2012. La revisión al alza responde, por
un lado, a un crecimiento mayor de lo
esperado durante la segunda mitad de
2010 y, por otro, al impacto positivo de
las nuevas medidas de estímulo
introducidas en Estados Unidos, que
registra la mayor revisión positiva de las
economías analizadas.
Destaca el comportamiento de las
economías desarrolladas, que
lo hicieron mejor de lo esperado en
2010, si bien el FMI considera que su
crecimiento sigue siendo débil e
insuficiente como para reducir el
desempleo actual de forma progresiva.
Además, las tensiones en el mercado de
deuda europeo suponen un riesgo
añadido en el escenario actual23
. Y más
recientemente, los sucesos sociopolíticos
de las naciones árabes y la consiguiente
subida acelerada del petróleo, que
indudablemente suman más
riesgos a la incipiente recuperación de
algunos países desarrollados, como
España, y hace peligrar la estabilidad de
otros.
20
Francesc Granell: El sistema económico internacional en 2010. BICE, n.º 3005. Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Madrid, enero de 2011.
21
Justin Yifu Lin, vicepresidente de Economía del Desarrollo del Banco Mundial (2011).
22
Hans Timmer, director del Grupo de Análisis de las Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial (2011).
23
Multinacionales españolas. En un mundo global y multipolar. Casilda, 2011.
12. 12 La internacionalización en América Latina como paso para la expansión global
Estados Unidos aumentará 7 décimas
según la previsión de crecimiento,
situándolo en el 3% en 2011, gracias a la
aprobación a finales de 2010 de un plan
fiscal adicional. Sin embargo, las
previsiones indican que la retirada de los
estímulos a partir de 2012 supondrá un
grave lastre sobre la economía, lo que ha
llevado al FMI a revisar a la baja (-3
décimas) el crecimiento para 2012,
hasta el 2,7% (Cuadro 2).
Con la histórica rebaja de la calificación
de la deuda soberana de EE.UU. por
parte de la agencia Standard Poor's
desde la máxima nota “AAA” hasta
situarla en un escalón inferior “AA+”,
estas previsiones como la de otros
organismos internacionales
seguramente se verán modificadas a la
baja, incluyendo otros países
desarrollados y de la Zona Euro.
Cuadro 2. FMI. Perspectivas de la economía mundial.
Actualización en enero de 2011 (En porcentaje)
Fuente: Fondo Monetario Internacional (enero de 2011)
Enero de 2011 Octubre de 2010
2009 2010 2011 2012 2011 2012
PIB Mundial -0,6 5 4,4 4,5 4,2 4,5
Economías desarrolladas -3,4 3 2,5 2,5 2,2 2,6
EE.UU. -2,6 2,8 3 2,7 2,3 3
Japón -6,3 4,3 1,6 1,8 1,5 2
UEM -4,1 1,8 1,5 1,7 1,5 1,8
Alemania -4,7 3,6 2,2 2 2 2
España -3,7 -0,2 0,6 1,5 0,7 1,8
Reino Unido -4,9 1,7 2 2,3 2 2,3
Economías emergentes 2,6 7,1 6,5 6,5 6,4 6,5
Rusia -7,9 3,7 4,5 4,4 4,3 4,4
China 9,2 10,3 9,6 9,5 9,6 9,5
India 5,7 9,7 8,4 8 8,4 8
Brasil -0,6 7,5 4,5 4,1 4,1 4,1
México -6,1 5,2 4,2 4,8 3,9 5
Comercio Mundial -10,7 12 7,1 6,8 7 6,6
Precio crudo (US$/barril) 78,9 89,5 89,8 76,1 89,5
IPC
Economías desarrolladas 0,1 1,5 1,6 1,6 1,3 1,5
Economías emergentes 5,2 6,3 6 4,8 5,2 4,5
13. La expansión internacional de las empresas españolas en América Latina 13
2. Panorama económico en América
Latina
De acuerdo con el “Balance Preliminar de
las Economías de América Latina y el
Caribe” (Cepal, 2010), la región, tras una
caída del 1,9% del PIB per cápita en 2009,
consolidaría en 2010 la recuperación
iniciada en la segunda mitad de 2009.
Según estos datos estimados para 2010,
América Latina y el Caribe cuentan con
una tasa de crecimiento del PIB del 6%,
correspondiente a un aumento del 4,8%
del producto por habitante. Si bien, el
comportamiento por subregiones, como
era de prever, sería heterogéneo.
Mientras que América del Sur creció el
6,6%, México 5,3%, Centroamérica 3,5%
y los países del Caribe 0,5%, Venezuela y
Haití descendieron el 1,6% y el 7%
respectivamente (Gráfico 1).
Gráfico 1. América Latina y el Caribe: crecimiento del PIB, 2010
Fuente: CEPAL (2010).
Tasa de crecimiento anual, %
-8,0 -6,0 -6,0 -4,0 -2,0 0,0 2,0 4,0 6,0 8,0 10,0 12,0
0,5
-1,6
-7,0
1,0
1,9
2,5
2,5
3,0
3,5
3,5
3,8
4,0
4,0
5,3
5,3
6,0
6,3
6,6
7,0
7,7
8,4
8,6
9,0
El Caribe
El Salvador
Cuba
Guatemala
Honduras
Nicaragua
Ecuador
Centroamérica (9 países)
Bolivia
Colombia
Costa Rica
México
Chile
América Latina y el Caribe
Panamá
América del Sur (10 países)
Rep. Dominicana
Brasil
Argentina
Perú
Uruguay
Paraguay 9,7
Haití
Venezuela
14. 14 La internacionalización en América Latina como paso para la expansión global
precios externos tuvieron impactos
diferenciados según cómo los países se
insertan en los mercados. Los países
exportadores de bienes básicos
exhibieron mejoras en sus términos de
intercambio y un mayor valor de sus
exportaciones. La mayor parte de los
países de Centroamérica y el Caribe, en
cambio, volvió a sufrir un impacto
negativo con pérdidas netas.
Sin embargo, diversos factores
configuraron a partir del segundo
semestre de 2010, un escenario menos
optimista en la economía internacional
que, sumado a la disminución del
impulso del gasto público y al
agotamiento de la capacidad productiva
ociosa, auguran un menor dinamismo de
las economías de América Latina y el
Caribe en 2011. Las proyecciones de
crecimiento de la región para 2011,
apuntan a que esta crecerá en torno al
4,2%, lo que correspondería a un 3% de
crecimiento del PIB per cápita
(Gráfico 2).
Este crecimiento observado durante
2010, significa la consolidación de la
recuperación, que la mayor parte de las
economías de la región comenzaron a
experimentar en la segunda mitad de
2009, impulsada por el impacto de las
medidas contracíclicas, complementadas
por un mejor desempeño de la economía
internacional. Ello repercutió
positivamente sobre el empleo, por lo que
el desempleo regional disminuyó hasta el
7,6% y, algo importante, mejoró la
calidad de los puestos de trabajo
generados. Hubo un ligero aumento de la
tasa de inflación, que pasó del 4,7%
durante 2009 al 6,2% en 2010, debido al
comportamiento alcista de los precios
internacionales de algunos productos
básicos.
El mayor impulso de la demanda se
produjo por la evolución del mercado de
trabajo, el aumento del crédito, la mejora
de las expectativas que impulsó el
consumo privado, y la inversión en
maquinaria y equipos. Por su parte, los
Gráfico 2. América Latina y el Caribe: crecimiento del PIB, 2011
Fuente: CEPAL (2010).
Tasa de crecimiento anual, %
0,0 2,0 4,0 6,0 8,0 10,0
2,0
2,0
2,0
2,2
3,0
3,0
3,0
3,0
3,5
3,5
3,9
4,0
4,0
4,2
4,5
4,5
4,6
4,8
5,0
5,0
6,0
6,0
7,5
Venezuela
El Caribe
Nicaragua
Cuba
Guatemala
Costa Rica
Ecuador
México
Centroamérica (9 países)
Colombia
Paraguay
América Latina y el Caribe
Bolivia
América del Sur (10 países)
Brasil
Argentina
Rep. Dominicana
Uruguay
Perú
Chile
Panamá
Haití 9,0
El Salvador
Honduras
15. La expansión internacional de las empresas españolas en América Latina 15
Como se ha apuntado, se trata de una
recuperación generalizada aunque hay
grandes diferencias por países y
subregiones. Las mayores tasas se
observan en América del Sur, con el
hecho destacado de que esta vez la
economía de mayor tamaño, Brasil, es la
que registra el crecimiento más elevado,
seguida por las de Uruguay, Paraguay,
Argentina24
y Perú. Otro rasgo
característico de esta coyuntura,
marcada por la rápida recuperación de
una crisis de grandes proporciones, ha
sido la importancia de las políticas
públicas. La solidez macroeconómica que
mostraron la mayoría de los países de
América Latina y el Caribe en los años
que antecedieron a la crisis internacional,
marcó una diferencia significativa
respecto de las dificultades financieras
habituales que la región solía enfrentar
en episodios de crisis, y ha permitido que
resistiera mejor que en ocasiones pasadas
los efectos del episodio actual.
Los países aprovecharon un excepcional
período de bonanza en la economía. El PIB
de la región entre 2001 y 2009 creció a
tasas considerables, con lo cual en dicho
período el producto regional se multiplicó
por más de dos veces, y ello gracias, en
gran medida, al fuerte crecimiento de
Brasil, que se convirtió en la primera
economía regional, desplazando a México
al segundo lugar (Gráfico 3).
Adicionalmente, la región en general
hizo uso de las finanzas internacionales
para sanear sus cuentas públicas, reducir
y mejorar el perfil de su endeudamiento y
aumentar sus reservas internacionales.
Así por ejemplo, la deuda pública, tanto
del Gobierno central como del sector
público no financiero, pasó de un valor
cercano al 60% en términos del PIB en
2002 al 30% en 2009, es decir, se redujo
30 puntos porcentuales en solo siete años
(Gráfico 4).
En el mismo sentido, la deuda externa,
aunque aumentó desde los 740.000
millones de dólares en 2001 a los
800.000 millones de 2009, se ha reducido
desde el 40% en términos del PIB en
2001 y 2002 hasta un valor del 20% en
24
Estos cuatro países conforman el MERCOSUR.
Fuente: CEPAL (2010a).
Gráfico 3. América Latina y el Caribe: PIB 2001-2009
-
Milesdemillonesdedólares
500,00
1.000,00
1.500,00
2.000,00
2.500,00
3.000,00
3.500,00
4.000,00
4.500,00
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Brasil México Argentina Venezuela
Colombia Chile Perú Resto Países
Fuente: CEPAL (2010a).
EnporcentajedelPIB
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Deuda pública del Gobierno central
Deuda pública del sector público no financiero
Gráfico 4. América Latina y el Caribe: deuda pública, 2001-2009
10
20
30
40
50
60
70
0
16. 16 La internacionalización en América Latina como paso para la expansión global
Todo esto, habilitó un mayor espacio para
la aplicación de políticas públicas, lo que
permitió un activismo inédito, orientado
a contrarrestar los efectos negativos que
provenían del deterioro del escenario
internacional, e hizo posible el inicio de
la recuperación en la segunda mitad de
2009. La puesta en marcha de programas
de estímulo fiscal y monetario, en un
contexto de disminución de la
incertidumbre, relativa normalización de
los mercados financieros y mayor acceso
al crédito, así como de mayor dinamismo
de la economía internacional, permitió
una gradual recuperación de la actividad
económica a lo largo del año, que se
25
Según CEPAL (2010c), las reservas internacionales alcanzaban los 563.000 millones de dólares en el segundo trimestre de 2010.
2009 (Gráfico 5). Adicionalmente, la
región también tuvo un fuerte
incremento de las reservas
internacionales (Gráfico 6), las cuales
pasaron desde los 163.000 millones de
dólares (8% del PIB regional) en 2001
hasta los 567.000 millones durante 2009
(14% del PIB)25
.
Gráfico 5. América Latina y el Caribe (sin Cuba): deuda externa, 2001-2009
Fuente: CEPAL (2010a).
Notas: [a] Incluye la deuda con el Fondo Monetario Internacional; [b] Cifras preliminares.
-
Milesdemillonesdedólares
EnporcentajedelPIB
450
5,0500
10,0550
15,0600
20,0650
25,0700
30,0750
35,0800
40,0850
45,0900
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009[b]
Deuda externa bruta total (eje izq.) [a]
Deuda externa bruta total (eje der.)
Gráfico 6. América Latina y el Caribe: reservas internacionales, 2001-2009
Fuente: CEPAL (2010a).
Notas: [a] Cifras preliminares.
Milesdemillonesdedólares
EnporcentajedelPIB
- 7,5
100 8,8
200 10,0
300 11,3
400 12,5
500 13,8
600 15,0
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009[b]
Reservas internacionales (eje izq.)
Reservas internacionales (eje der.)
17. La expansión internacional de las empresas españolas en América Latina 17
precios del petróleo dadas la
inestabilidad política de los países
árabes.
Estos acontecimientos, pueden dar lugar
a cambios significativos en el escenario
internacional que, aunque tal vez no
inmediatamente, tienen una repercusión
negativa sobre los volúmenes y los
precios de las exportaciones, así como en
la recepción de remesas de algunos
países de América Latina y el Caribe. Por
otra parte, aunque la región en términos
generales ha tenido un buen desempeño
antes y durante la crisis, las diferencias
entre países son apreciables y, por
ejemplo, persiste la preocupación por
algunas economías del Caribe, cuyo nivel
de endeudamiento es muy elevado, lo que
las deja en una situación de
vulnerabilidad.
En cuanto al espacio para políticas
públicas, se verá afectado por la
necesidad de recomponer la capacidad de
respuesta contracíclica ante el menor
dinamismo de la economía mundial
durante 2011 y el exceso de liquidez
global. Más allá del corto plazo, se
plantean diversos interrogantes acerca de
la posibilidad de que esta rápida
recuperación se transforme en una
reactivación del crecimiento sostenido,
dado que el ambiente externo sigue
afectado por altos niveles de
incertidumbre y dudas acerca de cuán
sólida es la recuperación de las
economías avanzadas. Al mismo tiempo,
la fortaleza relativa de las economías
emergentes y, en especial, de varios
países de la región, ha incrementado el
flujo de capitales hacia América Latina y
el Caribe con los riesgos que esto
comportan.
La situación ha originado ciertas
apreciaciones de las monedas, si bien, no
es la primera vez que en la región
ingresan capitales a corto plazo con la
consecuente apreciación de los tipos de
cambio reales, causando impactos nada
positivos e incluso desestabilizadores.
consolidó en 2010 gracias al impulso del
consumo privado, de la inversión y, en
menor medida, de las exportaciones.
Por su parte, el Banco Mundial, como se
ha indicado, estima que América Latina
tendrá un crecimiento sostenido durante
2011, si bien será algo más lento (Cuadro
1). En línea con las organizaciones
económicas regionales, considera que la
región ha salido bien parada de la crisis
económica, en contraste con el
desempeño que exhibió en el pasado y
con el ritmo de la recuperación en otras
regiones. Después de sufrir una
contracción del 2,2% en 2009, el PIB
regional ha experimentado un
incremento del 5,7% en 2010, similar al
crecimiento promedio registrado durante
la época del auge que se vivió entre los
años 2004 y 2007.
Según el informe del Banco Mundial
Global Economic Prospects, 2011
proyecta que habrá una leve
desaceleración del crecimiento hasta
2012, principalmente debido al
debilitamiento del entorno externo, a
medida que se modera el crecimiento en
las economías avanzadas y
principalmente en China. Varios países
de la región han estado sujetos a la
afluencia de capitales potencialmente
desestabilizadores, lo cual ha contribuido
a generar una fuerte presión al alza sobre
algunas divisas como el caso de Brasil y
Colombia. Las previsiones son que la
economía mundial se desplace desde una
fase de repunte posterior a la crisis hacia
un crecimiento más lento.
Cabe indicar que si bien la recuperación
ha sido bastante rápida, en gran medida
por las fortalezas internas que los países
han forjado, persisten importantes
interrogantes sobre la evolución de la
economía mundial, que pueden
oscurecer el panorama regional a medio
plazo. Como ejemplo, comentar que la
crisis que atraviesan algunas economías
europeas, están viéndose agravadas por
el impacto repentino de la subida de los
18. 18 La internacionalización en América Latina como paso para la expansión global
(comodities)27
. Para tal fin, es preciso
promover un nuevo pacto fiscal en torno
a cómo se satisfacen progresivamente las
necesidades del desarrollo y el nivel y la
composición de la carga tributaria que
sustenta los programas de gasto. En este
contexto, es preciso destacar la
contribución de la política fiscal al
enfrentamiento de los peligros derivados
de un ambiente externo caracterizado
por una elevada liquidez global, los que
son magnificados por niveles de ahorro
nacional insuficientes y un aún escaso
desarrollo financiero.
Por todo ello, a medio y largo plazo será
indispensable elevar el ahorro nacional
–reforzando el equilibrio fiscal de
mediano plazo y reduciendo la deuda
pública a niveles moderados, entre otras
cosas– y promover sistemas financieros
que eleven la capacidad de generación de
ahorro nacional para apoyar la
inversión28
. Para aumentar su capacidad
de crecimiento y competitividad, las
economías de la región deben
incrementar ampliamente sus
inversiones, tanto en infraestructuras
como en equipamiento y bienes
industriales. A pesar de los avances, los
países de América Latina y el Caribe se
encuentran lejos de los niveles de
inversión de la década de los setenta. El
desafío, es que su aumento sea apoyado
por un mayor ahorro nacional para
defender mejor las paridades cambiarias
y contribuir a la conformación de un
patrón de especialización acorde con los
requerimientos que plantea el desarrollo
de la región y, definitivamente, lograr
una industrialización que le posibilite
alcanzar su modernización y mayores
cotas de competitividad internacional.
Para finalizar, puede comprobarse cómo
América Latina se encuentra resistiendo
mejor la crisis que las regiones
desarrolladas, según se indica en el
Recuadro 1.
Los efectos a medio plazo, sin embargo,
pueden ser sumamente negativos. Ello
incentiva una especialización intensiva
en la producción y exportación de bienes
primarios, lo que aumenta la
vulnerabilidad de las economías a las
turbulencias externas y generaría una
mayor volatilidad de los agregados
macroeconómicos internos. Además, un
crecimiento acompañado por un
deterioro creciente de las cuentas
externas tornaría a las economías más
dependientes del ahorro externo, al
contrario de lo observado durante el
período 2003-2008.
Según lo expuesto en otros trabajos26
,
varios países han implementado o
reforzado mecanismos que procuran
regular la entrada de capitales a corto
plazo, aunque dada la magnitud del
aumento de la oferta de divisas, podría
resultar insuficiente, como de hecho se
está comprobando en Brasil. Algunos
bancos centrales han optado por
acumular reservas, tratando de evitar o
moderar el ritmo de apreciación de las
monedas. Estas medidas deberían ser
complementadas por una estrategia
contracíclica, que abarque tanto el área
fiscal como la esfera financiera, y debería
orientarse a disminuir las presiones sobre
la demanda interna e impedir un
incremento excesivo del crédito. Cabría
además adoptar medidas de política
productiva orientadas a aumentar la
rentabilidad de los sectores productores
de bienes comerciables. Con todo, es
difícil que esta situación pueda corregirse
de manera duradera sin una mayor
coordinación a nivel internacional que
permita cerrar los desequilibrios
globales, lo cual hoy parece un objetivo
lejano de alcanzar.
Desde el punto de vista macroeconómico,
el desafío que la región enfrenta es
reconstruir su capacidad para acciones
contracíclicas y continuar a la vez
creando condiciones para un desarrollo
productivo que no se base solo en la
exportación de bienes básicos
26
Multinacionales españolas. Compitiendo en un mundo global y multipolar. Casilda, 2011.
27
Bienes primarios que se transan internacionalmente. Por ejemplo: granos, metales, productos energéticos (petróleo, carbón, gas) y suaves (café, algodón, azúcar).
28
Para un amplio análisis respecto a la situación y medidas para desencadenar el crédito y cómo ampliar y estabilizar la banca en la región, véase: Desencadenar el
crédito. Cómo ampliar y estabilizar la banca. Informe Anual 2005. Progreso económico y social en América Latina. BID, 2004.
19. La expansión internacional de las empresas españolas en América Latina 19
• Durante el primer semestre de 2010, la recuperación económica en América Latina se afianzó con un ritmo de crecimiento
mayor que el esperado, como consecuencia del dinamismo de las demandas internas en la mayoría de los países. Apenas
hubo excepciones a esta tendencia general y, de hecho, tan solo Venezuela mantiene una situación de recesión, mientras
que México se sitúa en una posición algo más rezagada en la presente fase de recuperación.
• La evolución de los precios resultó también relativamente favorable. La tasa de inflación promedio tendió a estabilizarse algo
por encima del 6%, tras repuntar a comienzos de 2010 hasta el 6,6%. Aunque esta evolución esconde amplias diferencias
por países, cabe destacar que la inflación ha convergido hacia el objetivo en la mayoría de los países que mantienen
regímenes de objetivos de inflación, y ello a pesar del cierre de las brechas de producción. Esta moderación ha terminado,
además, por trasladarse a las expectativas, si bien con diferente intensidad por países.
• La solidez de estos resultados contribuye a explicar que ni las turbulencias derivadas de la crisis fiscal y soberana en algunos
países del área del euro, entre abril y junio, ni los temores posteriores de que se iniciara una nueva fase de desaceleración en
Estados Unidos, hayan tenido un impacto duradero en los mercados financieros latinoamericanos, o hayan deteriorado las
perspectivas de crecimiento para 2010 y 2011. Más bien al contrario, las previsiones de crecimiento han seguido revisándose
al alza, lo que resulta indicativo de la resistencia que muestra la región, que, entre otros factores, se ha beneficiado de una
reorientación comercial hacia Asia, asociada a la fuerte demanda de materias primas de esta región.
• En este contexto, las calificaciones crediticias de cinco países (Chile, Colombia, Uruguay, Ecuador y Argentina) fueron
revisadas al alza. Con este trasfondo netamente favorable, con diferenciales de tipos de interés positivos frente a las
economías industrializadas, y en un contexto de estímulo monetario extraordinario y potencialmente creciente en Estados
Unidos, la entrada de flujos de capital (sobre todo de cartera) se ha reactivado en las últimas semanas y empieza a plantear
dificultades en la gestión macroeconómica de varios países, principalmente por su impacto sobre los tipos de cambio, la
liquidez interna y la política monetaria. Por el momento, las presiones están siendo mitigadas a través de una mayor
acumulación de reservas y algunos países han impuesto medidas administrativas.
• Las perspectivas para América Latina son, en conjunto, favorables, aunque se espera cierta desaceleración en el segundo
semestre de 2010, debido, en parte, al moderado endurecimiento de las políticas monetarias. Las condiciones externas,
caracterizadas por una política monetaria muy laxa y más prolongada en el tiempo de lo que se esperaba en Estados Unidos,
así por un fuerte crecimiento en Asia, se configuran como muy expansivas para la región, ante lo cual las políticas nacionales
deberían adoptar una orientación más restrictiva. De hecho, el principal riesgo que se aprecia es, probablemente, que las
políticas económicas no reaccionen adecuadamente y terminen adoptando un sesgo procíclico. En concreto, las autoridades
se enfrentan al dilema de actuar más decididamente para prevenir el sobrecalentamiento de sus economías o, por el
contrario, adoptar una posición menos activa para protegerse del riesgo de una recaída en la economía mundial y evitar
acciones, sobre todo en el ámbito monetario, que puedan inducir flujos de capitales aún mayores.
Recuadro 1. América Latina resiste mejor la crisis
Fuente: Banco de España (2010): Informe de Economía Latinoamericana. Segundo Semestre de 2010. Boletín Económico, Madrid, octubre de 2010.
Para un análisis actualizado, véase: Perspectivas económicas mundiales www.worldbank.org/globaloutlook y www.cepal.org
20. 20 La internacionalización en América Latina como paso para la expansión global
de un país con una economía de mediano
tamaño como la española33
. Ambos
factores, se convirtieron en una poderosa
herramienta de penetración en estos, y
más adelante en otros mercados, como el
norteamericano o el asiático. En una
palabra, la plena incorporación de
España a la Zona Euro, “favoreció” la
internacionalización de los bancos
españoles, fundamentalmente por la
creciente apertura comercial y la mayor
eficiencia del sistema económico y
financiero español, logrado por la
desregulación y una mayor competencia,
dentro de un entorno de tipos de interés
bajos, estabilidad macroeconómica y
otras partidas que dinamizaban a la vez
que modernizaban la economía española
con la recepción de importantes
transferencias de capital, debido a las
políticas de cohesión interregional de la
Unión Europea.
“En definitiva, la apertura de la economía
española ha sido el principal motor de la
liberalización económica y expansión de
las fuerzas del mercado que han ido
ganando terreno frente a la pesada
herencia de intervencionismo y rigidez
regulatoria. La liberalización ha
avanzado, impulsada principalmente
desde el exterior por los requerimientos
derivados de la armonización con el
marco regulatorio europeo y por la
propia dinámica impuesta por la
competencia exterior. Ello explica el
hecho de que el proceso haya sido
desigual e incompleto, muy avanzado en
las áreas de los bienes comerciables y de
3. El contexto estructural de la expansión
bancaria internacional
Según lo avanzado, iniciada la década de
1990, América Latina era la región que, en
aquel momento, estructuralmente ofrecía
mejores perspectivas como destino de
expansión para los bancos, entre otras
razones, por las características potenciales
propias que contaba la región para el
negocio bancario: una baja
bancarización29
con un alto potencial
demográfico30
. Para hacernos una idea al
respecto, actualmente el grado de
bancarización español sobrepasa el 95% y
en América Latina se sitúa sobre un
promedio del 35%, lo que da noción del
gran margen de crecimiento. Además, hay
que añadir otros elementos para la salida
al exterior, como la fuerte caída de los
tipos de interés, el diferencial depósitos-
préstamos, la saturación del negocio
tradicional y la caída generalizada de
precios31
.
La situación, nos revelaba que en
Latinoamérica había más de 450 millones
de personas atendidas por sistemas
bancarios, en general, caracterizados por
su escaso nivel de desarrollo y
capitalización, reducida eficiencia de sus
estructuras productivas y gran retraso
tecnológico, aparte de una escasa
presencia de grupos financieros
internacionales.
Además, las condiciones comunitarias
potenciaban esta ola inversora, pues el
establecimiento de un área monetaria
única y la introducción en 1.99932
de la
moneda comú: (el euro), significó una
enorme transcendencia para los intereses
29
Sobre la bancarización en América Latina, puede consultarse: Casilda 2008: Remesas y Bancarización. Servicios financieros que ofrecen bancos y cajas de ahorros
a los inmigrantes latinoamericanos en España. Cuadernos SEGIB, n.º 3. Secretaría General Iberoamericana; y: Remesas y Bancarización en Iberoamérica.
Documentos de Trabajo IELAT, n.º 2. Instituto de Estudios Latinoamericanos (IELAT). Universidad de Alcalá, 2008.
30
En España, el crecimiento demográfico estimado hasta 2050 se sitúan en 800.000 personas (sin incluir la inmigración). Para América Latina se calcula para ese
mismo año en 200 millones de personas (BID, 2000).
31
Para más detalle, v'Casilda, 2002a y 2002b.
32
Precisamente el 15 de enero de 1999, se fusionan el Banco Santander y el Banco Central Hispano, dando lugar al nacimiento del Banco Santander Central Hispano
(BSCH), convirtiéndose en el primer banco español con diferencia respecto a los demás (se adelantó unos meses a la de BBV y Argentaria [19 de octubre de 1999]).
El final del siglo xx en el panorama bancario marcaba un ritmo trepidante.
33
En esas fechas España tenía un PIB en torno a los 600.000 millones de euros (2000), frente a más de un billón en 2010.
21. La expansión internacional de las empresas españolas en América Latina 21
En este contexto estructural, América
Latina emerge como una oportunidad
histórica, cuyo aprovechamiento se
confirma ampliamente, al tener la región
fases de crecimiento excelentes durante
el período 2003-2008, que lo hizo a
ritmos por encima de la media del 4%,
superior al de otras economías
desarrolladas como la española, que
registró niveles medios del 2,8%, o de la
Unión Europea, ligeramente por encima
del 2%. Además, como se ha señalado, las
características demográficas de la región,
(variable muy apreciada para el negocio
bancario) tienen un atractivo adicional
por su perfil de crecimiento para 205035
.
Y de cara al negocio propiamente dicho,
los bajos niveles de bancarización de la
zona y los altos márgenes de
intermediación le confieren un enorme
recorrido potencial.
A todo lo anterior, habría que insistir por
su transcendencia, en la cercanía
cultural36
y lingüística37
como factores
determinantes para la rapidez de las
inversiones, el buen entendimiento
humano, el despliegue y la adaptación de
productos, los servicios financieros, las
plataformas tecnológicas y técnicas
empresariales que permiten enormes
ganancias de eficiencia al poder
transferir el conocimiento y las
habilidades de gestión de una manera
más rápida, sencilla, menos costosa y
directa dentro de la organización y su
entorno.
los servicios financieros, y más atrasado
en los mercados de los bienes y servicios
menos expuestos a la competencia
exterior34
”
Desde este contexto y con el empuje de
este proceso de apertura y liberalización,
las empresas españolas comienzan a
mirar al exterior, guiadas por la
búsqueda de oportunidades de
crecimiento superiores a las de los
mercados locales, estimuladas por las
ayudas que les otorgaba una financiación
estable y con bajos tipos de interés, sin
perder de vista que debían conseguir un
mayor «tamaño» para sortear posibles
adquisiciones hostiles provenientes de los
grandes grupos financieros
internacionales y europeos,
fundamentalmente, y, naturalmente,
como una de las condiciones necesarias
para competir con éxito en los exigentes
mercados internacionales.
34
José Luis Malo de Molina: “Diez años de la economía española”. AB Asesores. Madrid, 2004. Citado en: Ciento cincuenta años, ciento cincuenta bancos. González
(director), Anes y Mendoza, 2007.
35
El aumento de la población de América Latina para 2050 será de 200 millones de personas.
36
Puede consultarse entre otros trabajos el de Arturo Galindo, Alejandro Izquierdo y Liliana Rojas, donde se demuestran empíricamente los determinantes de la
expansión de la banca extranjera y encuentran que los factores culturales (especialmente la similitud del idioma), juegan un papel crucial. http://wwwadmin/res/
publications/pubfiles/pubIDB-WP-116.pdf
37
Sobre la importancia del idioma en la internacionalización y las inversiones en América Latina, véase: Casilda, 2001.
22. 22 La internacionalización en América Latina como paso para la expansión global
4. La dinámica de las inversiones
españolas
Situada esta dinámica inversora de las
empresas españolas en América Latina a
principios de la década de 1990, en los
balances cabe indicar que apenas se
mencionaban referencias
internacionales, pues la IED destacaba
por su ausencia.
Efectivamente, la situación tradicional de
España era de receptor neto de inversión
extranjera, bien por la imposibilidad
legal o bien por la imposibilidad real de
realizar inversiones en el exterior, pues el
nivel de desarrollo económico y la
situación de sus empresas y bancos
prácticamente imposibilitaban la
disponibilidad de capital para estas
actuaciones. Al mismo tiempo, la
economía española se caracterizaba por
su escasa apertura económica y
comercial, lo que condicionaba
notablemente su perfil inversor.
La presencia de España como importante
inversor de IED en América Latina,
supuso, por un lado, el fin de casi medio
siglo de proteccionismo de las empresas
españolas frente a la competencia
extranjera y, por otro, el
desmantelamiento de los monopolios,
que potenciaron la creación de un
mercado europeo pujante y supusieron la
liberalización progresiva de la economía
española, sentando definitivamente las
bases para la progresiva
internacionalización de sus empresas en
el contexto de un mercado europeo
potente y de máxima competitividad
mundial. Desde entonces, América Latina
se convirtió en el destino preferido de las
empresas españolas38
.
En América Latina se comenzó con la
presencia de Telefónica e Iberia, que
acudieron a los procesos regionales de
privatizaciones. Posteriormente, mediada
la década, crecieron los flujos de IED con
la entrada de Endesa, Iberdrola y Repsol,
y, a partir de 199539
, adoptaron
dimensiones realmente significativas con
la estrategia de adquisiciones iniciada por
las dos grandes entidades bancarias:
BBVA y Santander.
En términos agregados, el sector
bancario es un destacado inversionista
exterior neto, solo superado por las
empresas de telecomunicaciones y
energía. La participación de Telefónica en
la privatización del Sistema Telebras, a
mediados de 1998 (Brasil), y la toma de
control de Repsol y Endesa en las
mayores compañías energéticas privadas
de Argentina y Chile: Yacimientos
Petrolíferos Fiscales (YPF) y Enersis
respectivamente, a principios de 1999,
han sido las más importantes operaciones
no financieras realizadas hasta ese
momento.
Respecto a los dos grandes bancos, decir
que aprovecharon esta fantástica
oportunidad para alcanzar el tamaño
suficiente de cara a competir más
eficientemente en los exigentes mercados
financieros internacionales y, además,
poder mantener su identidad ante una
posible oferta pública de adquisición de
acciones (OPA) por parte de los grandes
grupos bancarios europeos
especialmente.
Esta gran apuesta llevada a cabo con
decisión por América Latina, les ha
permitido que en la situación actual de
crisis, caracterizada por un “reacomodo”
financiero y estratégico del mapa
bancario internacional, que perturba
hondamente el sistema financiero y
bancario, hayan podido reforzar su
38
Para más detalle desde un análisis realizado directamente por los propios protagonistas, Casilda, 2008.
39
Véase: Calderón y Casilda, 1999. Como complemento, Calderón y Casilda, 2000.
23. La expansión internacional de las empresas españolas en América Latina 23
suele ser necesaria más presencia de
“expatriados”.
Por otra parte, la misma dinámica
inversora, ha puesto de manifiesto la
relevante importancia del idioma como
“vehículo” que permite ejecutar
velozmente las decisiones de inversión,
en tanto que la mínima distancia cultural
implica que la cantidad de directivos
españoles que han tenido que situarse al
frente de las respectivas filiales
latinoamericanas haya sido mínima, y
actualmente en la mayoría de ellas son
prácticamente inexistentes. Por el
contrario, la incorporación cada vez
mayor de directivos latinoamericanos a
las sedes centrales de las empresas
españolas se produce de manera
creciente.
liderazgo con operaciones de alianzas o
fusiones internacionales que derivan
hacia América Latina40
o Estados Unidos
y Asia, como se verá seguidamente para
el caso de BBVA.
Una característica diferenciadora que ha
tenido la espiral inversora en el área
geográfica latinoamericana, se constata
por la rapidez con que se llevaron a cabo,
lo cual fue realmente posible debido a la
proximidad lingüística y psicocultural,
resultando ambas claves para establecer
sin demora, mecanismos organizativos
eficientes para la gestión y el control de
las filiales, como son la centralización y la
formalización.
La “centralización”, se refiere al grado en
que las decisiones sobre cuestiones como
la introducción de nuevos productos, el
cambio en el diseño o los cambios en el
proceso de producción se adoptan en la
sede central. En tanto que la
“formalización”, atañe a la existencia de
un conjunto bien definido de reglas y
procedimientos que regulan las tareas y
la manera de actuar ante distintas
situaciones. Este mecanismo limita la
autonomía de la filial en la toma de
decisiones, pero también disminuye la
involucración de la central en las filiales,
dado que se reemplaza el control directo
por reglas y procedimientos.
Sin embargo, cuando existe una gran
distancia cultural entre la central y la
filial, estos mecanismos organizativos
no son eficaces, dado que representan
una especie de camisa de fuerza que
impide a la filial enfrentarse a la
complejidad de su entorno. Además,
cuanto mayor es la distancia cultural
entre la central y la filial, mayores son
los costes de emplear directivos, pues
40
Es el caso concreto de la operación llevada a cabo por el Santander al adquirir junto a sus socios: Royal Bank of Scotland y Fortis el ABN Amro. El Santander se
quedó con el Banco Real (Brasil), que le otorga una posición relevante en el sistema bancario brasileño, pues al fusionarlo con Banespa (2011), se sitúa como tercer
banco privado del país por volumen de depósitos, con una red de 1.900 oficinas y 13 millones de clientes.
24. 24 La internacionalización en América Latina como paso para la expansión global
5. La internacionalización de las
empresas españolas en América Latina
La intensidad de los procesos de apertura
al exterior y la internacionalización de la
economía se miden a través de diferentes
variables, como puede ser la suma de
exportaciones e importaciones respecto
al PIB. En los inicios de los años setenta,
esta variable representaba un exiguo
10,5% del PIB, en los ochenta se triplicó
hasta llegar aproximadamente al 30% y,
finalizada la década de los noventa,
alcanzaba ya un 60%. Actualmente,
España se sitúa entre las economías más
abiertas del mundo y su grado de
apertura se encuentra sobre el 64% del
PIB (2010).
Respecto a la IED española, los datos son
también bastante elocuentes. Durante las
últimas dos décadas los flujos de IED,
tanto de salida como de entrada, han
crecido de forma ininterrumpida.
Mientras que en 1980 solo un 0,9% del
PIB nacional se invertía en el exterior, a
principios de los años noventa la suma de
la inversión directa emitida y recibida se
situaba respectivamente entre el 1,5% y
el 3% del PIB nacional.
Desde los primeros años noventa, los
flujos de IED con origen en España
supusieron el 6% de lo invertido en
América Latina, mientras que los de
origen en Estados Unidos fueron el 71%.
Sin embargo, en la segunda mitad de la
década, España aportó el 30% de la IED y
Estados Unidos redujo su participación al
39%. Llegados los primeros años del siglo
xxi, estos flujos se vieron notablemente
alterados, pues las inversiones totales en
el exterior alcanzaban el 17% del PIB y
solo América Latina significaba el 10%
del PIB. En su proceso de
internacionalización, la economía
española dio un salto decisivo en 1995,
cuando por primera vez la IED emitida
fue de 5.590 millones de euros,
superando la recibida por 5.393 millones
de euros. En el año 1997 se produjo un
salto cuantitativo importante, al
registrarse salidas por 10.520 millones de
euros frente a unas entradas de 6.823
millones de euros.
Desde el año 2000 el volumen acumulado
de IED española ha superado el stock
recibido; los flujos de IED establecieron
un récord inversor en el exterior al
alcanzar los 60.152 millones de euros,
siendo el sexto país inversor en el ranking
mundial según la UNCTAD41
. De esta
manera España se convertía en un país
inversor neto, dándose por fin el paso
necesario para acceder a la fase más
avanzada en la internacionalización
económica de un país.
En este proceso inversor, la creación del
Mercado Único Europeo42
, supuso un
importante impulso para la
internacionalización de las empresas
españolas, conscientes de que debían
competir en un mercado muy exigente y,
además dada su baja capitalización, como
ya ha sido indicado, se tenían que
proteger de intentos de adquisiciones
hostiles provenientes principalmente de
las grandes corporaciones o los
conglomerados financieros
internacionales.
Por consiguiente, respecto a la estrategia
de internacionalización, los bancos
Santander, BBVA43
y SCH, responde por
un lado al afán de salvaguardarse, y por
41
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. Este organismo mundial coordina el tratamiento integrado del desarrollo y otras cuestiones afines
en los sectores de comercio, finanzas, tecnología, inversión y desarrollo sostenible.
42
Estipula la liberalización del movimiento de capitales y final de las restricciones para la banca extranjera, fundamentalmente.
43
BBVA, como los demás bancos españoles, ofrecía bajas capitalizaciones bursátiles, siendo los precios muy atractivos para los grandes conglomerados financieros
europeos e internacionales.
25. La expansión internacional de las empresas españolas en América Latina 25
otro, para poder competir con éxito en los
exigentes mercados financieros
internacionales, para lo que se requiere
prioritariamente tamaño y presencia
internacional, como condiciones
necesarias pero no suficientes, para hacer
frente a los grandes grupos y
conglomerados.
En esencia, el objetivo de una “estrategia
defensiva” es seguir proporcionando
servicios financieros a los clientes
nacionales que internacionalizan su
actividad para, de este modo, evitar que
aquellos establezcan contactos con las
instituciones financieras locales, lo que
les supondría una reducción de su
volumen de negocio. Mientras que el
objetivo esencial de una “estrategia
ofensiva”, es conseguir una base inicial
de operadores y operaciones locales que
permitan introducirse en este mercado.
Normalmente, la secuencia suele ser la
puesta en marcha de una primera
estrategia defensiva y, una vez
consolidada la cabeza de playa, pasar a
una ofensiva.
Originariamente, el caso de la banca
española, por su celeridad y éxito en su
implantación y posicionamiento, en
absoluto pasó desapercibido para la
competencia, pero tampoco para las
autoridades, las instituciones, la opinión
pública y medios de información
nacionales e internacionales, como
The Washington Post44
, que acuñó el
eslogan: “Los nuevos conquistadores”,
que les atribuía a las inversiones
españolas.
Por entonces, aprovechando y desafiando
diferentes factores de riesgo, un reducido
grupo de empresas recientemente
privatizadas, como Endesa (electricidad),
Repsol (petróleo y gas), y otras aun antes
de ser privatizadas, como fue el caso de
Iberia (transporte aéreo) y Telefónica
(telecomunicaciones), junto a los grupos
privados bancarios Santander y BBVA45
,
apostaron abiertamente por una
estrategia de inversiones directas en la
región que les llevase a liderar sus
respectivos sectores de actividad.
Posteriormente, se sumaron otras
importantes compañías que formarían
parte del grupo duro inversor, como
fueron Iberdrola y Unión Fenosa
(electricidad), Gas Natural (gas) y Aguas
de Barcelona (agua). El liderazgo
conseguido en sus respectivos sectores
pudo mantenerse durante las diversas
crisis, como la asiática entre 1997-1998
(gripe asiática), la rusa en agosto de 1998
(efecto vodka) y la de mayor calado,
como fue la argentina de 2001-2003
(efecto tango), considerada como la peor
44
Washington, 12 de febrero del 2000.
45
En España se producía una etapa de intensa competencia entre los dos grandes bancos: Santander y BBVA, mediante nuevos productos como los “superdepósitos,
supercuentas y superlibretas”. Para más detalle, véase: Casilda, 1997.
26. 26 La internacionalización en América Latina como paso para la expansión global
comunicación, lo que viene a demostrar
la creciente diversificación de la IED
española y la incorporación al sector
exterior de un amplio espectro de
empresas de contenido tecnológico, lo
que les confiere un importante valor
añadido a las inversiones, e incide sobre
sus estrategias de futuro en América
Latina y, por extensión, en los mercados
internacionales50
(Recuadro 2).
En concreto a junio de 2011, las
sociedades del Ibex generaban el 59,4%
de su facturación en el exterior,
mientras que en el mercado nacional era
del 40,6% y durante 2010 las ventas
locales suponían el 42,5%. De las 35
empresas del Ibex hay 20 grupos que
facturan más fuera que dentro.s
Todo esto solo representa un somero
repaso de la complejidad que conlleva la
IED y la internacionalización de las
empresas españolas de manera especial
en América Latina y, por extensión, en
el contexto global. Para España, la IED
se puede considerar altamente
beneficiosa al verificar que se ha
seguido un patrón similar al de los
países que hoy conforman las
economías más avanzadas y prósperas
del mundo, caracterizadas por una
apertura comercial y un desarrollo
económico escalonado tal como lo
registra el modelo de J. H. Dunning y R.
Narula51
.
De acuerdo con la denominada “teoría
del itinerario de la inversión extranjera
directa” de los mencionados autores,
existe una asociación entre el nivel de
desarrollo económico de un país (PIB
per cápita) y su posición internacional
en cuanto a IED se refiere. Esto es, sobre
la IED recibida y la IED emitida, cuando
la diferencia es positiva, el país es
importador neto de capital, y cuando la
recesión desde 1914, aún más grave que
la de los años treinta46
.
Los resultados empresariales de estas
inversiones fueron rápidos y el peso de
los activos internacionales, así como los
beneficios en el balance, se
incrementaron notablemente,
produciéndose cifras no conocidas hasta
el momento, que representaron para
Endesa el 40% del total de sus activos,
superando el 30% los de Telefónica y en
torno al 30% para el Santander y el
Bilbao Vizcaya47
.
La llegada a América Latina se produjo
en un momento clave para la región,
pues esta se encontraba en un proceso
de reformas estructurales, identificadas
con el Consenso de Washington (1989),
que renovaron ampliamente el marco
general de los negocios y facilitaron el
acceso de los inversionistas extranjeros
mediante una amplia política de
privatizaciones, liberalización,
desregulación comercial, aseguramiento
de los derechos de propiedad y unas
condiciones de estabilidad
macroeconómica en línea con las
economías de la OCDE.
Como queda demostrado por la amplia
bibliografía existente, todos estos
movimientos realizados por las empresas
españolas, que las convirtieron en
auténticas multinacionales, no formaron
parte de un programa establecido entre
el Gobierno y las empresas, sino que se
debieron fundamentalmente al “impulso
privado”. Esta expansión internacional
produjo buenos resultados,
especialmente notorios hacia finales de
los años noventa y primeros del nuevo
siglo xxi, para caer ampliamente durante
el período crítico de 2001-2003 y
recuperarse de forma notable hasta el
inicio de la actual crisis económica.
La intensa actividad inversora en
Latinoamérica ha tenido claras
excepciones, como fue el caso de la
compañía Iberia, que no logró encontrar
las vías adecuadas para aprovechar sus
adquisiciones en Venezuela (Viasa) y
Argentina (Aerolíneas Argentinas). Otra
consideración que destaca acerca de la
internacionalización de la empresa
española y que constituye un hecho
relevante por su significado cualitativo
es que, según los distintos rankings
internacionales, España se encuentra
entre los 10 países con las más
importantes empresas multinacionales.
En efecto, para la revista Fortune 500,
que establece el ranking de las 500
mayores empresas mundiales, en su
edición de 2006 se encuentran siete
grandes multinacionales españolas.
También el Global 5000 del Financial
Times (2006) sitúa a 10 multinacionales
españolas entre las 500 mayores por
capitalización bursátil, cuando hace tan
solo un decenio estas posiciones eran
realmente impensables.48
Este impulso notable y de enorme
transcendencia para la economía
española le permite ocupar posiciones
de vanguardia, al situarse como la
“décima potencia mundial (2008)” tal y
como lo indican los diferentes rankings
internacionales49
.
Además, hay que tener en cuenta las
destacadas posiciones de otras 30
empresas multinacionales que se
equiparan en calidad y competitividad a
las mejores del mundo en diversos
sectores como el cerámico, la industria
auxiliar del automóvil, la ingeniería
civil, las energías renovables eólica y
solar, las infraestructuras y concesiones,
el alimentario, las máquinas
herramientas y de bienes de equipo, la
consultoría de sistemas de información y
46
Para un análisis amplio, puede consultarse Casilda y Sotelsek, 2002.
47
Para un análisis de los dos grandes bancos de este primer período inversor, véase: Casilda, 1999, 2002 y 2008.
48
Casilda 2011.
49
Casilda 2011.
50
Casilda 2011.
51
J. H. Dunning y R. Narula (editores): Foreig Direct Investment and Governments, 1996.
27. La expansión internacional de las empresas españolas en América Latina 27
Panorama I
Inversión en nuevas áreas
geográficas
- Invertir en otras regiones
desarrolladas: UE, EE.UU.
- Invertir en otras zonas en
desarrollo: Europa del Este y Asia.
- Invertir en otros mercados
emergentes: Turquía, Indonesia,
Sudáfrica, Vietnam.
Panorama II
Inversión - Desinversión
- Continuar inversiones en América
Latina.
- Iniciar desinversiones.
- Consolidar áreas regionales.
- Adoptar estrategias conjuntas con
terceros países: ¿EE.UU, Canadá,
China?
Panorama III
Nuevas oportunidades
- Salir de negocios tradicionales y
maduros.
- Acudir a nuevas privatizaciones.
- Concentrarse en nuevos negocios:
energías renovables, Internet,
alta velocidad, infraestructuras,
concesiones.
- Nuevas fusiones y alianzas
estratégicas locales, regionales e
internacionales.
- Nuevos socios extrarregionales.
Panorama IV
Cambios estructurales
- Contribuir al desarrollo social y al
fortalecimiento institucional
- Contribuir a la bancarización y
formalización financiera.
- Contribuir a los cambios
educativos y medioambientales.
- Contribuir a la implantación y al
desarrollo de la responsabilidad
social y buen gobierno
corporativo.
Recuadro 2. Estrategias de futuro de las inversiones españolas
en América Latina
Fuente: Elaboración propia.
• En la etapa III, continúa la llegada de
IED pero a menor ritmo que en la
etapa anterior, al tiempo que
comienzan a salir del país los primeros
flujos de capital, en forma de inversión
extranjera directa. Entonces, cuando
las salidas de IED superan las
entradas, se inicia la etapa IV.
• Finalmente, llega la etapa V, cuando el
país ha logrado un nivel de desarrollo
económico significativo, produciéndose
un cierto equilibrio entra las entradas y
las salidas de IED; entonces la posición
neta del país frente al exterior unas
veces es positiva y otras, negativa.
diferencia es negativa, es exportador
neto de capital, lo cual implica un nivel
más o menos avanzado en desarrollo
económico, expresado por la capacidad
inversora de sus empresas.
Según esta teoría, el proceso de
desarrollo de un país sigue “cinco
etapas”:
• La etapa I se caracteriza por la
realización de algunas
infraestructuras y las primeras
llegadas de IED junto al resurgimiento
del mercado de bienes de consumo, lo
que da lugar a entrar en la etapa II,
que corresponde a la industrialización.
28. 28 La internacionalización en América Latina como paso para la expansión global
52
Banco Mundial: Informe sobre desarrollo mundial: Sistemas financieros. Washington, 1989.
53
Informe BID: Progreso económico y social en América Latina 2005. Desencadenar el crédito. Washington, 2004.
6. La expansión internacional de la banca
española
6.1. La importancia del sistema
financiero y la función de los
bancos
La importancia de un sistema financiero
para el crecimiento y la prosperidad de
un país ha sido aceptada desde hace
tiempo en el análisis económico. Los
bancos desempeñan un papel crucial
dentro de las instituciones que
conforman el sistema financiero, de ahí
su alta influencia en la actividad
económica de los países.
Aunque los sistemas financieros difieren
de un país a otro, no obstante, tienen
muchas similitudes. Difieren, por una
diversidad de razones, incluyendo
diferencias en tamaño, complejidad y
tecnología disponible, así como
diferencias en antecedentes políticos,
culturales e históricos. También cambian
con el correr del tiempo. Aun cuando las
instituciones son iguales, las funciones
que desempeñan difieren profundamente
(Merton y Bodie, 1989)52
.
Los bancos cumplen y desarrollan una
función muy específica en la economía,
como es la de actuar de intermediarios
financieros entre ofertantes y
demandantes de fondos. Asimismo,
tienen la capacidad de estimular y recibir
el ahorro de una sociedad y distribuirlo
entre las empresas y los sectores que
necesitan capital para llevar a cabo sus
actividades económicas. La mayoría de
sus operaciones se encuentran
relacionadas con la distribución eficiente
de los recursos que captan, función
esencial para el funcionamiento de la
economía productiva y, por consiguiente,
para el propio desarrollo económico. De
hecho, existe una alta correlación entre el
crédito bancario, el PIB y la renta per
cápita. Los países con sectores bancarios
pequeños tienen niveles más bajos de
desarrollo. Esta fuerte correlación es una
clara señal del vínculo existente entre el
desarrollo financiero y el económico53
.
Mediante este proceso de intermediación
financiera, el sector bancario puede
determinar y alterar la trayectoria del
progreso económico, sobre todo en países
que no cuentan con fuentes alternativas
de financiamiento, como mercados de
capitales desarrollados. Así, puede
decirse que un país es más o menos
desarrollado en función de las fuentes de
financiación que conformen su sistema
financiero. La función de los bancos como
intermediarios financieros también
abarca la distribución y asignación de la
manera más eficiente del crédito, del
sistema de pagos y de la protección del
ahorro en todas sus modalidades. De esta
manera, se convierten en la piedra
angular de la prosperidad económica de
los países.
En este proceso de intermediación, los
bancos financian la mayoría de sus
préstamos con los depósitos que les son
confiados, y de no ser así mantienen altos
niveles de apalancamiento. La naturaleza
de esta operativa implica transformar los
activos de tal manera que se corren
varios riesgos simultáneamente. Los
bancos, al otorgar préstamos, afrontan lo
que se conoce como riesgo crediticio (que
no se recupere el crédito concedido en
sus diferentes modalidades), riesgo de
liquidez (vinculado a las diferencias de
vencimientos entre los pasivos y los
activos) y riesgo de tasas de interés
(riesgos relacionados con la fluctuación
de precios fundamentales como el tipo de
29. La expansión internacional de las empresas españolas en América Latina 29
cambio) y otros que surgen del mercado.
La combinación de estos riesgos imprime
una fragilidad inherente a la actividad
bancaria, que se ve exacerbada por
desequilibrios macroeconómicos globales
(como, por ejemplo, los actuales de la
crisis económica).
Para recapitular, podemos decir que la
función última de la existencia de un
sistema financiero está en la necesidad de
ajustar el comportamiento de las variables
de ahorro e inversión, mediando entre las
decisiones tomadas por ahorradores e
inversores de forma que la canalización de
los fondos se produzca sin tensiones e
ineficiencias y, al mismo tiempo, poder
facilitar los pagos e intercambios que se
producen en el sistema económico.
Por tanto, un sistema financiero es un
todo estructurado, compuesto por un
conjunto de instituciones, activos,
pasivos, mercados y técnicas específicas,
cuyo objetivo principal es el de canalizar
el ahorro desde las unidades económicas
con superávit hacia aquellas unidades
que tienen déficit.
Y finalmente, podemos definir
sencillamente un Banco como una
institución de intermediación financiera,
cuyas principales operaciones consisten
en recibir depósitos de los ahorradores:
familias, empresas e instituciones
fundamentalmente, y otorgar préstamos
o créditos a los demandantes: familias,
empresas e instituciones
fundamentalmente54
.
54
Para más detalle: Casilda, 1992, 1997 y 1999.
30. 30 La internacionalización en América Latina como paso para la expansión global
Una característica constante para el
sector bancario y por extensión, para los
demás sectores de la economía mundial,
es que con mayor o menor intensidad, las
consecuencias de estos cambios han
alterado para siempre la manera y forma
de competir, pasando de una
competencia prácticamente estable y sin
grandes alteraciones, a otra más intensa
y dinámica, que tiene encriptado el ADN
de una competitividad extensa y
profunda, con caída de los márgenes y
una constante presión para reducir los
precios, ofrecer mayores cotas de
atención y calidad, contar con nuevos
productos cuya renovación es cada vez
más costosa por su ciclo de vida más
corto, y con el riesgo añadido de que los
productos financieros no son patentados
y resultan fácilmente copiables.
El sector bancario es uno de los que
sin lugar a dudas, más ha sufrido y sufre
los efectos de estos permanentes
cambios, que además se ven
influenciados por la desregulación, la
desintermediación y la globalización de
los mercados financieros. Esta intensa
transformación en el sector bancario
internacional, conlleva la continuada
aparición de nuevos competidores, la
aplicación constante de novedosas
tecnologías de la información y
comunicación, que han transformado y
dinamizado definitivamente la gestión y
estructura bancaria, provocando con
todo ello una competencia durísima que
repercute directamente en la caída de los
márgenes de intermediación. Así pues,
comenzaba una etapa desconocida,
caracterizada por la extensa e intensa
competencia, obligando a los bancos a
replantearse drásticamente sus modos
tradicionales de hacer banca, que les
condujo a reinventarse.
Progresivamente, la actividad bancaria
apuntaba ya a un escenario de mercados
globalizados –con una tenue
6.2. Una mirada al sector
bancario internacional
La década de los años ochenta y la primera
mitad de los noventa del
siglo xx, han contemplado cambios
estructurales de primera magnitud en la
economía mundial y por supuesto en
América Latina, donde se pasó de la
llamada década perdida de 1980 y las
consiguientes crisis financieras y
bancarias, que concluyeron en muchos
casos en la nacionalización de estas
entidades. Iniciada la década de 1990, con
la entrada en escena del mencionado
Consenso de Washington55
, que incluía
entre sus puntos la disciplina
presupuestaria, los cambios en las
prioridades del gasto público, la política de
apertura respecto a la inversión extranjera
directa, la política de privatizaciones y los
derechos de propiedad, que ayudaron al
resurgimiento de la banca privada y el
fortalecimiento del sector financiero
mediante las privatizaciones de las
entidades nacionalizadas y otras de
carácter público.
Estas transformaciones amplias que ha
experimentado el sector bancario
internacional durante las últimas
décadas, han tenido enormes
consecuencias para los bancos y otros
intermediarios financieros. La
globalización de los mercados, el
surgimiento de bloques económicos
regionales como la Unión Europea,
NAFTA y MERCOSUR, los países
emergentes asiáticos y latinoamericanos,
junto con la imparable llegada de las
nuevas tecnologías de la información y
comunicación (TIC) en el diseño,
fabricación y comercialización de
productos y servicios financieros, han
supuesto nuevas formas organizativas y
de gestión para el negocio bancario,
representando un adelanto de lo que
sería la nueva estructura y organización
financiera internacional.
diferenciación entre los mercados
domésticos y los internacionales–, donde
participan grandes grupos que prestan
servicios universales con algunas filiales
para ofertas específicas corporativas y
patrimoniales. De esta manera, el
fenómeno de la internacionalización no
resulta ser un hecho aislado. Sino que es
parte de este proceso de globalización, a
la que la banca española para nada se
encontraba ajena, sino todo lo contrario.
La reacción de las entidades se ha
plasmado al menos en cinco tipos de
decisiones estratégicas:
• la búsqueda de tamaño y
competitividad, alcanzando una mayor
dimensión, en la mayoría de las
ocasiones por medio de fusiones y
adquisiciones;
• la entrada a mercados en expansión,
con el consecuente desplazamiento de
los mercados maduros (como
comenzaba a ser el español);
• la búsqueda en el emprendimiento de
una diversificación hacia actividades
no bancarias;
• la explotación global de recursos,
capacidades organizativas y de gestión
incorporando masivamente las nuevas
tecnologías a sus procesos;
• a una rápida expansión internacional y,
en consecuencia, adoptar una nueva
arquitectura de organización, control y
gestión.
55
Casilda, 2002.
31. La expansión internacional de las empresas españolas en América Latina 31
6.3. Una mirada al sector
bancario en América Latina
Se hace evidente que la banca
latinoamericana desarrolla en la
actualidad sus actividades dentro de un
marco diferente de aquel que lo hacía en
las pasadas décadas de 1980-1990.
Durante estos años y sucesivamente
todos los países, han introducido cambios
en su legislación bancaria y en la mayoría
de los casos, lo han hecho de manera
significativa, aunque obtener sistemas
financieros y bancarios sólidos no es un
objetivo novedoso para las autoridades
latinoamericanas; de hecho, su
importancia se reconoce ya al menos
desde las décadas de 1920 y 1930,
cuando una serie de misiones dirigidas
por el profesor Kemmerer propuso la
adopción de medidas legislativas para
crear o reestructurar los bancos centrales
en varios países de América Latina56
.
En gran parte, se puede decir que las
reformas se han generado como una
reacción frente a las sucesivas “crisis” o
serios problemas de los sistemas
bancarios o, en tal caso, que esas
circunstancias han influido en el sentido
de las reformas. Aunque es pertinente
aclarar que la presencia de crisis y de
serios problemas en los sistemas
financieros y bancarios no es patrimonio
exclusivo de la región, si bien la
necesidad de responder a la problemática
que causan y de prevenirlas, es la razón
fundamental para emprender las
sucesivas reformas realizadas hasta la
fecha.
Uno de los puntos a destacar en este
proceso de reforma y adecuación de los
sistemas bancarios es la reducción de la
propiedad estatal dando paso a un
incremento de la participación del sector
privado nacional e internacional. Fue el
caso de México, donde se pasó de un
sector completamente nacionalizado, que
abrió un espacio para el desarrollo del
mercado de valores, aspecto en el que
contribuyó la legislación financiera de
1984 y principalmente la devolución, en
1985, de las entidades al sector privado.
De esta manera, con excepción de la
llamada banca de desarrollo, el sector
bancario pasó a ser plenamente privado,
contemplando un proceso gradual de
entrada a la inversión extranjera57
, donde
destaca precisamente BBVA al hacerse
con el control de Bancomer58
(julio,
2000), cuando los accionistas del grupo
financiero Bancomer aceptan la oferta de
BBVA de fusionarse con el grupo
Financiero BBVA-Probursa, que era
entonces la subsidiaria mexicana de
BBVA.
Puede decirse pues, que las últimas
décadas constituyeron un período de
constante inestabilidad y, al mismo
tiempo, de transformación del sector
bancario de América Latina y el Caribe
(ALC). Si partimos de 1970, gran parte
del sistema financiero estaba constreñido
y el Gobierno desempañaba un papel
prominente en la actividad financiera. En
la década siguiente de los ochenta,
después de un breve período de
liberalización y algunas privatizaciones,
nuevamente la mayoría de los sistemas
financieros se enfrentó a profundas crisis
que obligaron a los gobiernos a intervenir
e incrementar la propiedad pública, como
consecuencia de la crisis de la deuda en
1982. A finales de esa década, una gran
preocupación acerca de la regulación y la
supervisión bancaria se había difundido
en todo el mundo con un fuerte impacto
en ALC. Entonces se produjo una nueva
serie de privatizaciones y reformas del
sector financiero, esta vez en un contexto
de mayor regulación y supervisión
prudencial.
En América Latina, al igual que en otras
regiones del mundo, y especialmente por
56
Entre 1923 y 1931, Edwin Walter Kemmerer, catedrático de economía y finanzas de la Universidad de Princenton y asesor económico internacional, dirigió varias
misiones, que dieron como resultado las profundas reformas de los sistema fiscales, monetarios y bancarios de Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. Kemmerer,
conocido con el nombre del “Doctor Dinero”, ayudó también en forma significativa a reestructurar los sistemas financieros de México y Guatemala. Véase: Liliana
Rojas-Suárez (editora): Cómo lograr sistemas financieros sólidos y seguros en América Latina. BID, Washington, 1998.
57
La Ley de participación de bancos extranjeros busca promover la capitalización de los intermediarios, así como atraer nuevas tecnologías y establecer nexos con los
mercados internacionales.
58
Fue nacionalizado, como la mayoría de los bancos mexicanos, por Decreto Presidencial del 1 de septiembre de 1982, dictado por el presidente José López Portillo.
59
Progreso económico y social en América Latina 2005. Desencadenar el crédito. Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Washington, 2004.
ser un continente en desarrollo, el crédito
provisto por el sector bancario constituye
la fuente más importante de
financiamiento de sus empresas.
Desafortunadamente, una característica
regional es que el crédito resultaba
escaso, costoso y volátil. Sin la existencia
de mercados profundos y estables de
crédito, será muy difícil que la región
alcance tasas de crecimiento elevadas y
sostenibles y logre combatir con éxito la
pobreza (BID, 2005)59
.
Mediados los años noventa, iniciada la
etapa de privatizaciones, el crédito
bancario estaba creciendo a notables
tasas históricas después de un
florecimiento de la afluencia de capitales;
no obstante, casi a finales de la década y a
principios del nuevo siglo xxi, muchos
países se vieron afectados nuevamente
por crisis, y se puso a prueba la fortaleza
de los sistemas bancarios, que resistieron,
aunque el crédito se estancó.
32. 32 La internacionalización en América Latina como paso para la expansión global
Superadas estas manifestaciones una vez
concluida la crisis argentina y sus daños
colaterales, nuevamente el crédito se
recuperó fuertemente e incluso de
manera inusual, hizo frente a la crisis con
indudables fortalezas al no verse
afectado ningún banco como era lo usual,
pasando esta crítica prueba con una nota
alta, lo que confirma la solvencia del
sector bancario que es, con notables
excepciones, en su totalidad privado, y
con dominio de la banca extranjera,
donde BBVA tiene en los países que opera
un alto liderazgo. De esta manera, el
sector bancario acompañó notablemente
al período de crecimiento más intenso de
la región (2003-2008), que
afortunadamente se prolonga tras la
superación de la crisis económica actual.
Esta fortaleza y seguridad demostrada, ha
hecho que definitivamente quede
superada la cuestión sobre la propiedad de
los bancos. Como se ha señalado, durante
las últimas décadas las posiciones han
oscilado varias veces entre un extremo y
otro, tanto en la práctica política, como
desde el punto de vista intelectual. Los
bancos en América Latina y el Caribe han
pasado repetidas veces de “manos”
privadas a públicas y viceversa, y tras las
privatizaciones con la llegada de los
“bancos privados extranjeros”, este debate
se ha cerrado, al constatarse que se han
convertido en los principales garantes del
sistema bancario y financiero de ALC,
confiriéndole un grado de seguridad,
fortaleza, transparencia e innovación
como nunca antes se había tenido.
También se clarifica muy positivamente
el problema que se planteaba, respecto a
la llegada de bancos extranjeros como
solución eficiente para combatir las
inestabilidades y graves obstáculos
financieros con los que se encontraban
los usuarios de servicios financieros. La
situación favorable de mayores cotas de
estabilidad y de mayores facilidades para
estos, no es para nada ajena a la
presencia de BBVA como protagonista
destacado desde su liderazgo regional e
internacional, que le supone avanzar en
su proyección como banco global según
se tratará más adelante.
33. La expansión internacional de las empresas españolas en América Latina 33
60
Ambos términos son utilizados muy a menudo en la literatura financiera como sinónimos. El vocablo “globalización” proviene de “globo” o “esfera”, forma
aproximada de la Tierra. Por su parte, los franceses utilizan el término “mundialización”.
61
Casilda, 1997 y 2002.
62
Para un análisis de los propios protagonistas, véase: La gran apuesta. Globalización y multinacionales españolas en América Latina. Análisis de sus protagonistas.
63
Los de más bajo precio, los países de Europa Central y Oriental, no representaban opciones reales para la banca españolal, a pesar de encontrarse geográficamente
en el mismo continente, pues las barreras culturales e idiomáticas resultaron determinantes para desechar esta alternativa. The Banker, julio 1999.
64
La bancarización en México presenta niveles cercanos al 25%; Colombia, 40%; Brasil, 30%; Estados Unidos, 90% y España, 98%.
65
Para más detalle: Calderón y Casilda, 1999; Casilda, 2002 y 2008.
66
Mientras que la economía española se desacelera como consecuencia de la crisis económica, la latinoamericana se encuentra creciendo a ritmos superiores
(Gráficos 1 y 2).
67
Casilda, 2001. El español en el mundo, anuario del Instituto Cervantes.
límites nacionales para competir en los
exigentes mercados internacionales tal y
como se ha apuntado: como mecanismo
para aumentar su tamaño, posición
competitiva, diversificar riesgos,
conservar su identidad y defenderse de
eventuales intentos de adquisiciones
hostiles.
Por estas y otras razones, se observaba,
que América Latina ofrecía interesantes
oportunidades, ya que las opciones más
cercanas localizadas en los países
europeos, eran bastantes menos
atractivas al ser mercados más maduros
en general, con posibilidades de
adquisiciones escasas y de alto precio63
.
Mientras los sistemas financieros de ALC
presentaban una creciente apertura,
liberalización y desregulación, asociado a
un bajo nivel de bancarización64
,
atractivas rentabilidades, junto con una
mejora en los sistemas de supervisión y
regulación bancaria. Asimismo, se
evidenciaban carencias de capital y de
nuevos productos para hacer frente a una
creciente demanda de acceso a los
servicios financieros65
. Además, como se
ha apuntado, las características
demográficas, la convertían en una
región con un atractivo perfil de
crecimiento poblacional al situarse la
edad media en torno a los 26 años, frente
a los 39 de España, edad que no
alcanzará la región hasta 2050. También,
ofrecía la ventaja adicional de la
existencia de una correlación desigual de
su ciclo económico con el de la economía
española, ofreciendo una interesante
ventaja para la diversificación de los
riesgos, tal como sucede actualmente de
una manera significativa66
.
Y todo ello, con una carga positiva por
parte de los bancos y las autoridades
económicas latinoamericanas, que
evaluaban positivamente la llegada de
socios e inversores extranjeros como una
buena fórmula para superar las
limitaciones de ahorro y financiamiento
y, de esta manera, modernizar y dar
seguridad a los sistemas financieros.
Por tanto, a partir de estas
consideraciones, las razones para apostar
por la internacionalización de la banca
española en los países de ALC, se pueden
fundamentar básicamente en las
siguientes:
• El idioma67
y la proximidad
psicocultural, que representan un
factor limitativo en otros países y
regiones, pero que en este continente
propicia no solo la rapidez en la
transferencia de capital, sino también
en la de productos, servicios,
tecnología y capacidades básicas de
gestión.
• La creación de una moneda única, la
cual traería una mayor competencia en
el negocio local y modificaría la
configuración de los distintos
mercados, alterando las barreras
nacionales de los países de la UE.
• La estructura de mercado y el potencial
demográfico les hace especialmente
atractivos.
• La oportunidad del ciclo económico
(correlación), unido al proceso de
fortalecimiento, desregulación y
liberalización de los sectores
financieros.
• El bajo grado de bancarización y el
acceso a los servicios financieros entre
la población que es limitada,
diferenciándose entre tipos de clientes
y países.
6.4. La internacionalización de la
banca española en América
Latina
Podemos definir el proceso de
internacionalización financiera como
aquel por el que los agentes y las
instituciones que conforman el sistema
financiero de un país se ven obligados, si
quieren defender y ampliar su posición
competitiva, a superar los límites
nacionales para buscar mercados a escala
mundial.
La internacionalización de las finanzas de
un país está claramente relacionada con lo
que se ha dado en llamar mundialización
o globalización59
de los mercados
financieros. De hecho, la integración a
escala internacional del sistema financiero
español es inevitable tras la apertura
exterior de la economía española. Por
consiguiente, el fenómeno de la
internacionalización no resulta un hecho
aislado; por el contrario, forma parte del
proceso de globalización de los mercados
y de la industria de servicios financieros al
que España no puede sustraerse. La
proyección de la actividad financiera
apunta a un escenario de globalización de
los mercados, con una cada vez más tenue
diferenciación entre los mercados
nacionales y los internacionales61
.
A partir de estas nuevas realidades,
BBVA62
, ha estado enfrentado a
profundos cambios en el ámbito nacional
e internacional. Como se ha apuntado, la
liberalización y desregulación del sector
en España, la configuración del Mercado
Único Europeo, el proceso de la Unión
Económica y Monetaria y el lanzamiento
del euro, modificaron ampliamente la
estructura y las estrategias de los bancos
españoles. Así, estas entidades se vieron
aún más obligadas a transcender los